Mira lo que tienes delante tuya: es muy probable que estés usando algo inventado por Douglas Engelbart, y sin embargo también es muy probable que sea la primera vez que lees ese nombre. A diferencia de otros llamados “gigantes” de la industria, el trabajo de Engelbart sí que marcó un verdadero antes y después en la informática de consumo, hasta el punto de que se podría decir que su trabajo forma parte de la columna vertebral de todo lo que hacemos en el día a día.

Entre sus creaciones mas famosas, está el ratón. Aunque en un principio era un artilugio muy distinto al que usamos en el día a día, las bases estaban ahí para ser extrapoladas. Fabricado en madera y con un solo botón, usaba un sistema de dos ruedas para definir el movimiento que mandar al ordenador, y junto con su asistente bautizó al dispositivo como “ratón” porque el cable con el que se unía a él se asemejaba a una cola. Engelbart nunca recibió dinero a cambio de esta patente.

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Pero claro, ¿de qué sirve un ratón si solo tenemos una línea de comandos? El trabajo de Engelbart iba mucho mas allá de un periférico curioso, ya que su objetivo era revolucionar la manera en la que interactuamos con nuestros ordenadores con los primeros diseños de una interfaz gráfica como las que son usadas hoy en día. Asimismo, otros conceptos como los hoy omnipresentes enlaces de hipertexto, las videoconferencias, y el funcionamiento de una red salieron de su mente, y fueron plasmados en una presentación en diciembre de 1968 de la que aún hoy en día se habla.

Hoy, Douglas C. Engelbart ha muerto a los 88 años, dejando atrás toda una vida de innovaciones que han cambiado el panorama mundial como ninguna otra, y así le recordaremos.