
La presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, durante su discurso del miércoles en la Eurocámara
La UE ultima represalias contra productos estadounidenses por valor de 95.000M si la negociación con Trump fracasa
La 'lista negra' deja fuera de momento los servicios y las plataformas digitales: los aranceles castigarían a los aviones de Boeing, coches y piezas de vehículos y maquinaria.
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La Unión Europea impondrá aranceles a productos estadounidenses por valor de 95.000 millones de euros si las negociaciones con la administración de Donald Trump para poner fin a la guerra comercial fracasan al término de la tregua parcial vigente, que caduca a mediados de julio. El porcentaje del recargo todavía no se ha decidido y se deja para el final. Con este anuncio, Bruselas redobla la presión sobre el presidente de EEUU para que se siente a la mesa de diálogo.
La nueva 'lista negra', publicada este jueves por la Comisión de Ursula von der Leyen, deja fuera de momento los servicios y las grandes plataformas estadounidenses, aunque la propia presidenta ha dejado claro que la posibilidad de castigar a este sector sigue estando sobre la mesa. Las nuevas tasas sí que golpearían a los aviones de Boeing, coches y piezas de vehículos, maquinaria y vino y bebidas alcohólicas estadounidenses, según han adelantado fuentes comunitarias.
El nuevo arsenal de represalias se suma a la primera lista de productos estadounidenses por valor de 21.000 millones de euros que la UE ya había preparado como respuesta a los aranceles de Trump al aluminio y al acero europeo. Para estas importaciones, Bruselas ya había anunciado un recargo arancelario del 25%, que se ha dejado en suspenso durante los 90 días de tregua parcial.
Cuando ya ha transcurrido un mes de la pausa de Trump, las negociaciones comerciales entre la UE y EEUU no han registrado ningún avance significativo. Aunque Bruselas ha presentado múltiples ofertas (como reducir a cero de forma recíproca los aranceles para los productos industriales o aumentar las compras de gas natural licuado o soja de EEUU), Washington sigue sin entrar en el fondo de la negociación y ni siquiera explica a los europeos lo que quiere ni parece interesado en llegar a una solución negociada.
La nueva 'lista negra' de productos estadounidenses se someterá ahora a una consulta pública durante cuatro semanas (hasta el 10 de junio) para recabar las opiniones de los Estados miembros. Si el diálogo con Trump fracasa, las dos rondas de recargos arancelarios (la primera de 21.000 millones y esta segunda de 95.000 millones) estarían listas para activarse simultáneamente a mediados de julio.
En paralelo, el Ejecutivo comunitario ha anunciado también este miércoles su intención de denunciar a Estados Unidos ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) por todos sus recargos arancelarios, que considera ilegales. Sin embargo, la litigación formal todavía no se ha lanzado y Bruselas espera ahora el mejor momento para formalizar su queja en Ginebra.
"Los aranceles ya están teniendo un impacto negativo en la economía internacional. La UE sigue plenamente comprometida a encontrar una solución negociada con Estados Unidos. Pensamos que se puede llegar a buenos acuerdos que beneficien a los consumidores y empresas de ambos lados del Atlántico. Al mismo tiempo, seguimos preparándonos para todas las posibilidades, y la consulta lanzada hoy nos ayudará a orientarnos en el trabajo necesario", ha dicho Von der Leyen en un comunicado.
Pese a la pausa de 90 días decretada por Trump a principios de abril, Estados Unidos mantiene plenamente vigentes la mayor parte de los aranceles anunciados contra la UE: un recargo del 25% al aluminio, al acero y a los coches y una tasa general del 10% al resto de importaciones (en lugar del 20% anunciado inicialmente). En total, los aranceles de Trump afectan ya a exportaciones europeas por valor de 380.000 millones de euros, que suponen el 70% del total.
En contraste, Bruselas no aplica ningún recargo extra a EEUU puesto que sí congeló la lista de 21.000 millones de represalia por las tasas al aluminio y al acero. El nuevo arsenal constituye una respuesta tanto al recargo de Trump a los coches como a la tasa general al resto de productos. Sin embargo, esta vez la Comisión ha evitado un contragolpe "dólar por dólar" y de momento sus sanciones tendrán un impacto mucho menor.
Los expertos del Ejecutivo comunitario justifican este enfoque minimalista por la voluntad de mantener la proporcionalidad. "Esto no es ninguna forma de escalada", esgrime un alto funcionario comunitario. Además, Bruselas quiere pasar de una estrategia de "represalia" a otra de "reequilibrio", ya que sospecha que una parte importante de los aranceles de Trump han venido para quedarse. El objetivo último sería volver a situar a la industria europea en una situación de igualdad de condiciones con EEUU.
Además, hay toda una serie de sectores que han quedado fuera de esta segunda 'lista negra' porque Trump todavía no les ha atacado con sus aranceles. Se trata en particular de la industria farmacéutica, los microprocesadores, la madera, el cobre o los minerales críticos.
En la nueva 'lista negra' de la UE se han incluido productos agrícolas estadounidenses por valor de 6.400 millones de euros (entre ellos frutos secos, fruta procesada o vino y bebidas alcohólicas), así como productos pesqueros por valor de 500 millones de euros. El resto son productos industriales.
Entre ellos destacan importaciones de aviones estadounidenses por valor de 10.500 millones de euros, entre las que estarían los aparatos de Boeing. Boeing y la europea Airbus ya protagonizaron una fuerte disputa comercial durante el primer mandato de Trump que desembocó en toda una serie de aranceles cruzados.
Entre las mercancías estadounidenses que se verán más afectadas por los aranceles de la UE si la negociación fracas están también 10.300 millones en piezas de vehículos de motor, 2.000 millones en coche, 12.900 millones en productos químicos y plásticos, 7.200 millones en equipamiento electrónico, 10.000 millones en productos sanitarios y casi 12.000 millones en maquinaria.