Friedrich Merz celebra con Markus Soeder su victoria electoral, ayer, en Berlín.

Friedrich Merz celebra con Markus Soeder su victoria electoral, ayer, en Berlín. Kai Pfaffenbach Reuters

Europa

El conservador Merz tendrá que pactar otra gran coalición con los socialistas tras duplicar su fuerza la ultraderecha

Todos los partidos de la llamada “coalición del semáforo”, liderada por el socialdemócrata Scholz, han sido severamente castigados por los votantes.

Más información: El conservador Merz reitera su rechazo a pactar con los ultras de la AfD: espera tener gobierno antes de Semana Santa

Laura Gómez
Berlín
Publicada
Actualizada

Alemania volverá a tener, con toda probabilidad, un canciller cristianodemócrata: Friedrich Merz. El 28,5% de los alemanes votaron por el partido de la excanciller Angela Merkel, desplazando así a los socialdemócratas, que sufrirían una caída histórica, hasta el 16,4%, a falta del escrutinio definitivo.

El todavía canciller Olaf Scholz reconoció la derrota pocos minutos después de conocerse los sondeos a pie de urna: "Este es un resultado electoral amargo para el Partido Socialdemócrata y es una derrota electoral", reconoció, y aseguró que serán otros los encargados de liderar la formación del nuevo gobierno. Scholz será recordado como un canciller con un gobierno muy corto que no terminó ni siquiera la primera legislatura. Su ministro de Defensa, Boris Pistorius, el político mejor valorado del SPD, aseguró que se trata de un "resultado catastrófico". 

Todos los partidos de la llamada "coalición del semáforo" han sido castigados por los electores. Los verdes bajarín también al 11,6%, mientras el partido liberal FDP ni siquiera consigue entrar en el Bundestag, con el 4,3%. "Somos un país en el que ahora se necesita un liderazgo claro y fuerte de nuevo", dijo el líder de la formación CSU, Markus Söder, el socio de coalición electoral de Merz, que había querido ser él mismo candidato a canciller. "Hay un partido y un hombre en quien los alemanes confían para ello", aseguró. "Es lo que se lee del resultado de las elecciones: Ese hombre es Friedrich Merz. ¡Felicitaciones por ello!".

Gráfico de los resultados de las elecciones alemanas.

Gráfico de los resultados de las elecciones alemanas.

La extrema derecha pasa a ser la segunda fuerza en la mayor economía de la eurozona, con todo lo que ello supone, al obtener el 20,8% de los votos. Mientras tanto, la escisión de Die Linke, el partido de la ex política de Die Linke Sahra Wagenknecht no conseguiría entrar en el Bundestag por un puñado de votos: se queda a 0,03 puntos de hacerlo. Ambas formaciones habían criticado duramente la política de defensa de la coalición del semáforo, las sanciones a Rusia y los envíos de armas a Ucrania, así como la política de inmigración. 

Tal como ha quedado el Bundestag, sería posible una reedición de la gran coalición, con los 208 diputados de la Unión y los 120 del SPD. Una coalición de izquierdas con el SPD, los verdes y Die Linke no será posible. Por supuesto, la derecha podría formar gobierno, en teoría, con la extrema derecha, pero como ha quedado claro, Merz no está dispuesto a romper los consensos históricos adoptados después del nazismo.

La inmigración, tema clave

Durante la campaña electoral, tres temas clave dominaron el debate político: la gestión de la migración, la cuestión del freno a la deuda y el apoyo militar de Alemania a Ucrania. Cabe recordar que Alemania es el país que más fondos ha destinado a este fin después de Estados Unidos. Este último tema está estrechamente vinculado con el debate sobre el freno constitucional de la deuda, que Alemania precisamente promovió durante la crisis de la eurozona. Mientras verdes y socialdemócratas quieren reformarlo, el nuevo canciller se opone a esa idea. 

El cambio de postura de Estados Unidos en política exterior, sin embargo, es posible que obligue a Alemania a reconsiderar su estrategia. Si el apoyo a Ucrania se reorganiza dentro del marco de la Unión Europea, Alemania aumentará con todo pronóstico su presupuesto de defensa, sin importar quién sea el próximo canciller. La única cuestión en disputa es cuánto debería aumentar el gasto militar.

En las últimas semanas, las discusiones se centraron casi exclusivamente en la migración, especialmente tras los recientes atentados, que avivaron aún más el debate. Las promesas de deportaciones y el cierre de fronteras dominaron los discursos, pero solo la AfD y la Unión (CDU/CSU) lograron capitalizarlo políticamente. Excepto la AfD, los demás partidos son conscientes de las dificultades de aplicar políticas más estrictas en la práctica.

Por ejemplo, países como Afganistán se niegan a aceptar la repatriación de refugiados, y un cierre de fronteras afectaría gravemente el comercio y la economía alemana, dependientes del funcionamiento del sistema de Schengen.

En las últimas elecciones al Bundestag, el SPD sorprendió al quedar ligeramente por delante de la Unión (CDU/CSU) con un 25,7% frente a un 24,1%, pero en estas elecciones ha quedado en evidencia que sus problemas son estructurales. Formó la llamada coalición del semáforo junto con Los Verdes (14,7%) y el FDP (11,4%). Aunque Die Linke no logró superar el umbral del 5% al obtener solo un 4,9%, pudo volver al Bundestag gracias a tres mandatos directos.

La AfD, por su parte, perdió ligeramente en comparación con la elección anterior, pero logró mantenerse con un 10,4%.