Trump, durante su encuentro con Zelenski, Reuters
Trump promete prohibir el voto por correo antes de las 'midterms' de 2026 como le aconsejó Putin en Alaska
Trump argumentó que el voto por correo es la herramienta que permite ganar al Partido Demócrata, acusando a este sistema de ser inseguro y susceptible de manipulación.
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Donald Trump volvió a agitar el tablero político estadounidense con un anuncio explosivo: quiere eliminar el voto por correo y las máquinas electrónicas antes de las elecciones legislativas de 2026.
La declaración la realizó en la Casa Blanca, durante una reunión con el presidente ucraniano Volodímir Zelenski, donde buscaba proyectar liderazgo internacional, pero terminó colocando el foco en sus planes internos.
Trump argumentó que el voto por correo es la herramienta que permite ganar al Partido Demócrata, acusando a este sistema de ser inseguro y susceptible de manipulación.
El mandatario republicano, sin embargo, fue más allá al revelar que la idea le fue sugerida por el presidente ruso, Vladímir Putin, durante su reciente encuentro en Alaska.
“Putin me dijo que ningún país serio permite semejante cosa”, afirmó Trump, repitiendo un dato falso: al menos 34 países cuentan con sistemas de sufragio postal, entre ellos democracias consolidadas de Europa y Oceanía.
La propuesta desató una tormenta política inmediata. Expertos constitucionales señalaron que el presidente carece de autoridad para abolir el voto por correo por decreto, ya que la organización de las elecciones depende de los estados y del Congreso.
Gobernadores demócratas denunciaron la maniobra como un “intento desesperado de socavar la democracia”, mientras que desde la oposición se acusó a Trump de actuar bajo la influencia de Moscú.
El anuncio opacó en buena medida la agenda de la visita de Zelenski, quien buscaba asegurar compromisos de apoyo militar y financiero frente a la invasión rusa.
El presidente ucraniano se limitó a declarar que estaba “abierto” a un eventual encuentro tripartito con Trump y Putin, una idea que muchos en Europa miran con recelo.
Más allá de las reacciones internacionales, el debate vuelve a centrarse en la estrategia electoral de Trump.
Desde su regreso al poder, el magnate republicano ha insistido en que el voto por correo fue decisivo para su derrota en 2020, un argumento desmentido en múltiples tribunales y auditorías.
Ahora, con el respaldo explícito de Putin, busca materializar un viejo anhelo: restringir al máximo la participación a distancia y reforzar su narrativa de “fraude”.
El desafío, sin embargo, será legal y político. La supresión del voto por correo afectaría a millones de estadounidenses, especialmente a personas mayores, militares desplegados y ciudadanos en el extranjero.
Y abriría un nuevo frente de batalla en un país cada vez más polarizado, donde las reglas del juego democrático están otra vez en entredicho.