
Gaia Gottardi, bióloga y nutricionista.
Gaia Gottardi, bióloga y nutricionista: "Si tienes ataques de ansiedad frecuentemente, deberías dejar de tomar café"
A pesar de sus beneficios, el café puede llegar a causar problemas en nuestra vida diaria, por lo que se deben interpretar algunos de sus síntomas.
Más información: David Calleja, médico: "Si notas que el café ya no te hace efecto, tienes que hacer una descarga de cafeína"
El café es, sin duda, una de las bebidas más populares y apreciadas en España y en muchas otras partes del mundo. Su aroma envolvente y su capacidad para brindar energía y concentración lo han convertido en un compañero inseparable de la vida cotidiana de millones de personas.
Más allá de su sabor y sus propiedades estimulantes, la ciencia ha demostrado que el café posee beneficios significativos para la salud, especialmente gracias a su alto contenido de antioxidantes. Estos compuestos ayudan a proteger el organismo contra diversas enfermedades, incluyendo afecciones cardíacas, diabetes y trastornos neurodegenerativos como el Alzheimer y el Parkinson.
Sin embargo, pese a sus múltiples beneficios, el café no es igualmente tolerado por todas las personas, y en algunos casos, su consumo puede generar efectos adversos que afectan la calidad de vida. Especialmente, cuando se toma en exceso y no se tienen en cuenta los síntomas que indican su sobreconsumo, tales como palpitaciones, insomnio o ataques de ansiedad, explica la nutricionista italiana Gaia Gottardi.
Los síntomas que indican que debes dejar de tomar café
Según el estudio sobre los hábitos de consumo en España realizado por Cafés Novell, los españoles tomamos una media de 2,2 tazas de café al día. La cafeína ha demostrado múltiples beneficios, como llegar a alargar la esperanza y calidad de vida, siempre que se respete la dosis óptima: 400 mg al día, según la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA).
Cuando estas recomendaciones se exceden de forma habitual, pueden aparecer síntomas graves, incluso cuando nunca han aparecido, ya que "el nivel de tolerabilidad a la cafeína cambia de individuo a individuo, incluso a lo largo del tiempo", indican desde el medio italiano Il Giornale.
Por este motivo, es fundamental estar atentos a algunas señales que pueden sugerirnos dejar de tomar café o reducirlo su consumo en nuestra rutina. El primero que cita la experta Gaia Gottardi, es la aparición de palpitaciones.
La cafeína es un estimulante natural que puede generar excitabilidad en el sistema cardiovascular, lo que provoca un aumento en la frecuencia cardíaca. Según la nutricionista italiana, el impacto de la cafeína en la presión arterial varía de acuerdo con el genotipo de cada persona.
En algunos individuos, la cafeína puede provocar un incremento en la producción de adrenalina, lo que, a su vez, genera un aumento del ritmo cardíaco. Para quienes tienen una sensibilidad elevada a esta sustancia, el consumo de café en exceso puede derivar en episodios de palpitaciones o en un incremento significativo de la presión arterial, lo que hace recomendable una reducción en la ingesta o incluso la eliminación total de la bebida.
Otro efecto secundario común del consumo de café es el insomnio. Se sabe que la cafeína es un potente inhibidor del sueño, razón por la cual se aconseja evitar su consumo en horas cercanas a la noche. No obstante, existen personas que presentan una sensibilidad más marcada, y en estos casos, incluso una taza de café por la mañana puede interferir en la calidad del descanso nocturno.

Taza de café.
La capacidad del organismo para eliminar la cafeína varía de acuerdo con el metabolismo de cada individuo, y en los llamados "metabolizadores lentos", la presencia de esta sustancia en el cuerpo puede prolongarse hasta por 16 horas. En estos individuos, la dificultad del sueño será aún mayor.
El consumo excesivo de café también puede influir en los niveles de ansiedad. La cafeína no solo afecta el sueño, sino que también estimula la glándula pituitaria, lo que incrementa la producción de cortisol, la llamada "hormona del estrés". En personas predispuestas, este aumento del cortisol puede generar nerviosismo, inquietud e incluso ataques de ansiedad, explica la experta.
Los síntomas más evidentes incluyen temblores, contracciones musculares y una sensación persistente de inquietud. En los casos más extremos, el consumo desmedido de café puede desencadenar episodios de ansiedad intensa que afectan el estado emocional y físico del individuo. Por ello, quienes son propensos deben prestar especial atención a su tolerancia a la cafeína y, si es necesario, reducir su ingesta o sustituirla por bebidas con menor contenido de esta sustancia.
Otro aspecto a considerar es el efecto del café en el sistema digestivo. Generalmente, se entiende que esta bebida ayuda con el proceso; sin embargo, "en caso de consumo excesivo o mala tolerabilidad del sujeto, pueden aparecer dolor abdominal, náuseas, diarrea y reflujo".
Debido a la gravedad de los síntomas, la experta recomienda decir adiós al café si los efectos mencionados se vuelven imposibles de controlar. En este punto, podemos comenzar con una reducción gradual o una pausa temporal, "para poder escuchar tu cuerpo".