
Potaje de garbanzos en la cazuela.
El potaje de garbanzos más saludable y perfecto para los días más fríos: así preparo la receta de la abuela
Pocos platos existen más reconfortantes y apetecibles en los meses más fríos que un buen guiso. Si además está repleto de nutrientes, se convierte en la receta perfecta.
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En España, podemos presumir de contar con una de las gastronomías más ricas y saludables del mundo, y en lo que a potajes se refiere, también. Y es que, pocas comidas son tan placenteras y reconfortantes en los meses más fríos del año como un buen plato de cuchara.
Si eres amante de los guisos tradicionales y sabrosos, el potaje de garbanzos es una opción que nunca falla. Más ahora que las bajas temperaturas están apremiando con sus primeras olas de frío en la Península.
Este delicioso plato, cargado de sabor y nutrientes, es ideal para aquellos días en los que apetece algo calentito y lleno de energía. Además, es una receta de la abuela que se ha transmitido de generación en generación, manteniendo viva la esencia de la cocina casera.
Nosotros, en esta ocasión, te compartimos la que consideramos que es una de las mejores recetas de potaje de garbanzos, inspirada en la tradición culinaria de nuestras abuelas. No solo es rica en proteínas, sino que también es perfecta para disfrutar en familia, tanto por su sabor como por su capacidad reconfortante.
Este plato casero es nutritivo, está lleno de proteínas, y tiene el toque casero que solo las recetas tradicionales pueden ofrecer. Si sigues esta receta paso a paso, conseguirás un guiso sabroso y que seguro conquistará a todos en casa.
La receta de la abuela del potaje de garbanzos
Este guiso tiene algo especial: la combinación perfecta de garbanzos, verduras frescas y un toque de amor que se transmite con cada cucharada. Pero lo mejor de todo es que no tiene secretos; es un plato fácil de preparar y lleno de nutrientes.
Ingredientes
Ingredientes del potaje de garbanzos
- 200 g de garbanzos secos (preferiblemente frescos)
- 2 cebolletas
- 3 dientes de ajo
- 1 cucharadita de pimentón dulce (aproximadamente 5 g)
- 1 buena cucharada de pimentón picante (opcional, según el gusto)
- 1 hoja de laurel
- 3 tomates en conserva natural o 2 tomates frescos, rallados y sin piel
- 10 ml de vinagre de Jerez
- Caldo de verduras o pollo. Si no tienes, opta por agua
- 1 patata grande o 2 pequeñas
- 2 huevos
- Espinaca fresca 1 manojo (o acelgas)
- Pimienta negra molida
- Sal
- Aceite de oliva virgen extra
- 1 pan de hogaza duro en rebanadas (para picarlo)
- Almendras un puñadito (para picarlas)
- Perejil fresco unas hojas (para picarlas)
Cómo hacer el potaje de garbanzos
- Deja los garbanzos en remojo. Lo primero es dejar los garbanzos a remojo en abundante agua fría la noche antes, preferiblemente unas 8-12 horas, o algunas más. Yo prefiero lavarlos un poco antes, y procuro usar una variedad local fresca de temporada, de calibre pequeño.
- Sofríe las verduras. Pica la cebolleta y dos dientes de ajo. En una cazuela grande, pon un chorrito de aceite de oliva y, cuando esté caliente, agrega la cebolleta con una pizca de sal. Cocina a fuego medio, removiendo de vez en cuando, hasta que se poche. Después, añade los ajos picados y sofríelos por unos minutos, vigilando que no se quemen.
- Añade los pimentones y tomates. Cuando la cebolleta y el ajo estén listos, agrega la cucharadita de pimentón dulce y una pizca de pimentón picante, si lo deseas. Remueve rápidamente para que no se queme. Luego, añade los tomates (en conserva o frescos rallados) y la hoja de laurel. Cocina todo junto durante unos minutos para que se integren bien los sabores.
- Incorpora los garbanzos. Escurre los garbanzos que habías puesto a remojo y agrégales a la cazuela. Añade el vinagre de Jerez y mezcla todo bien durante dos minutos. Después, cubre los ingredientes con agua o caldo de verduras/pollo (a tu elección) y lleva todo a ebullición. Una vez que hierva, baja el fuego y cocina lentamente, tapado, durante aproximadamente 60-90 minutos.
- Añade las patatas. A la hora de cocción, añade las patatas lavadas, peladas y partidas en trozos grandes o cascadas, como prefieras. Si las dejas en trozos grandes, se desharán menos, pero si las partes más pequeñas, darán más espesor al caldo. Salpimienta al gusto y revisa el nivel de líquido, que debe quedar espeso, como un guiso, no una sopa.
- Cocina los huevos. Mientras el potaje se cocina, puedes hervir los huevos en un cazo con agua durante unos 10 minutos. Después, enfríalos bajo el grifo de agua fría, pélalos y resérvalos.
- Prepara la picada. En una sartén con un poco de aceite, fríe una rebanada de pan del día anterior con el puñado de almendras y el diente de ajo restante. Fría todo hasta que se dore bien. Luego, machaca todo en un mortero junto con unas hojas de perejil fresco hasta conseguir una pasta. Esta picada le dará un sabor increíble al guiso.
- Añade las espinacas y la picada. Cuando el potaje ya esté casi listo, incorpora la picada y las espinacas frescas (o acelgas si prefieres). Ten en cuenta que las espinacas se reducirán mucho al cocerse, por lo que puedes dejarlas cocinar con la tapa puesta y el fuego apagado, para evitar que se pasen demasiado.
- Sirve y disfruta. Sirve el potaje en platos hondos y decóralo con los huevos duros pelados, cortados en cuartos o picados. ¡Listo para disfrutar!
No obstante, si quieres hacer la comida aún más ligera y digestiva, puedes añadir una fruta digestiva como piña o manzana al final de la comida. También puedes optar por un yogur natural para terminar con un toque fresco.
Beneficios del potaje de garbanzos
Además de delicioso y reconfortante cuando los grados del termómetro son mínimos, este plato está repleto de beneficios que te encantarán conocer para confirmar que el potaje de garbanzos va a ser tu comida más deseada de todo el periódico.
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Rico en proteínas vegetales. Los garbanzos son una excelente fuente de proteínas vegetales, lo que los convierte en una opción ideal para quienes siguen dietas vegetarianas o veganas. Las proteínas son esenciales para la reparación de tejidos y la formación de enzimas y hormonas.
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Alto contenido de fibra. Los garbanzos contienen una gran cantidad de fibra, lo que ayuda a mejorar la digestión, mantener la salud intestinal y regular el tránsito intestinal. También contribuye a la saciedad, lo que puede ayudar a controlar el apetito y facilitar el manejo del peso.
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Control de azúcar en sangre. La fibra y los carbohidratos complejos de los garbanzos tienen un bajo índice glucémico, lo que significa que liberan azúcar en sangre de manera más lenta y sostenida. Esto es beneficioso para quienes necesitan controlar su nivel de glucosa, como las personas con diabetes tipo
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Rico en vitaminas y minerales. Los garbanzos son una buena fuente de nutrientes esenciales como hierro, magnesio, zinc, folato y vitaminas del grupo B (como B6 y ácido fólico). Estos nutrientes son importantes para la salud del sistema nervioso, la producción de glóbulos rojos y el funcionamiento general del cuerpo.
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Propiedades antioxidantes. Los garbanzos contienen compuestos antioxidantes que ayudan a reducir el daño causado por los radicales libres, lo que puede disminuir el riesgo de enfermedades crónicas, como enfermedades cardíacas y ciertos tipos de cáncer.
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Salud cardiovascular. Gracias a su contenido en fibra, potasio, magnesio y ácidos grasos saludables, el potaje de garbanzos puede contribuir a mejorar la salud del corazón, reduciendo el colesterol LDL ("colesterol malo") y promoviendo una buena circulación sanguínea.
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Bajo en grasa. Los garbanzos son bajos en grasas, lo que los convierte en una opción saludable para mantener una dieta equilibrada sin aportar excesivas calorías.
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Además, el potaje de garbanzos suele acompañarse de otros ingredientes saludables, como verduras, aceite de oliva y condimentos, lo que incrementa aún más sus beneficios. Por lo tanto, es un plato completo y nutritivo que favorece una buena salud en general.
¿Aún te quedas dudas de que debes incluir el potaje de garbanzos en tu dieta invernal? Para llevarte al trabajo, para una comida casera en la que quieras sorprender a los tuyos o algún día que te apetezca relajarte en casa comiendo algo delicioso y calentito. Esta receta se convertirá en una de tus favoritas.