
La duquesa de Edimburgo, durante una visita al hospital Stoke Mandeville, cerca de Aylesbury. Gtres
Sophie de Edimburgo cumple 60 años: la joya más valiosa (y discreta) de los Windsor para el presente y futuro de la Corona
La esposa del príncipe Eduardo es uno de los miembros más queridos de la Familia Real. Su agenda toca temas muy importantes y es la sustituta perfecta.
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Es quizá uno de los miembros menos conocidos de los Windsor, pese a que su agenda real es tan prolija como importante. Era la nuera preferida de Isabel II y la que se encarga de apagar fuegos cada vez que hay un problema en la Casa Real, sustituyendo a la reina Camila o a Kate Middleton si es menester.
Este 20 de enero Sophie de Edimburgo cumple 60 años en un momento crucial de su vida institucional: es el arma secreta de la monarquía británica y en especial del príncipe Guillermo, con quien mantiene una relación excelente, además de que confía ciegamente en su poder institucional. También la princesa de Gales, a quien ha apoyado de manera incondicional durante su enfermedad.
Nacida en Oxford en 1965, hija de un vendedor de automóviles y de una secretaria, no soñaba con convertirse en princesa, pero una amiga común y su trabajo como relaciones públicas le puso un príncipe en su camino: Eduardo de Inglaterra, el hijo menor de la entonces Reina. Aunque su noviazgo no estudio exento de altibajos, lo cierto es que en 2024 celebraron sus bodas de plata convertidos en todo un ejemplo y una rareza dentro de Buckingham, donde el divorcio y los escándalos han estado a la orden del día.

Sophie de Edimburgo y Kate Middleton, en el Remembrance Day 2024. Gtres
Una agenda feminista y solidaria
Sophie, no... La duquesa de Edimburgo siempre ha mantenido una actitud impecable en el desempeño de sus funciones. Las encuestas han colocado su popularidad por encima incluso de la reina Camila. Su carácter amable y discreto es muy valorado. También el hecho de que sea uno de los miembros más activos de la familia: en 2024 acumuló 257 compromisos oficiales tanto en su país como en el extranjero.
Su agenda en solitario es de vital importancia y tiene casi la misma presencia que su marido. De hecho, el pasado mes de noviembre fue elegida para presidir el Día de Armisticio en Staffordshire y emocionó con su discurso. Cada año es un miembro de la Casa Real quien asiste a este evento.
El ascenso de la cuñada del rey Carlos III tuvo su momento álgido tras la marcha del príncipe Harry y Meghan Markle a Estados Unidos en 2020 y la retirada forzosa de Andrés, debido al escándalo Epstein. Con el paso de los años, su papel se ha consolidado. Su faceta oficial tiene un tinte muy feminista: concentra gran parte de su trabajo en apoyar a las mujeres y defender la igualdad de género, ya sea en el lugar de trabajo o en otras áreas de la sociedad. Uno de sus proyectos más importantes es apoyar la agenda Mujeres, Paz y Seguridad y la Iniciativa para la Prevención de la Violencia Sexual en los Conflictos del Reino Unido.
Además, trabaja incansablemente para la eliminación de la ceguera evitable, como embajadora mundial de la Agencia Internacional para la Prevención de la Ceguera (IAPB) y de organización benéfica Orbisha ha visitado países como India, Qatar, Malawi y Bangladesh para ver proyectos relacionados con este tema. También realiza iniciativas para personas con discapacidad, el deporte, la alimentación y la agricultura.
Hay varios hitos en su labor institucional que muestran cuán importante es dentro de la monarquía inglesa. Christin Zipfel, experta en realeza y escritora alemana, así lo explica en Magas: "En 2024, la duquesa de Edimburgo se convirtió en el primer miembro de la Familia Real británica en visitar Ucrania desde la invasión rusa. Antes, en mayo de 2023, había hecho lo mismo al viajar hasta Irak.
Abordar cuestiones como la violencia contra las mujeres, apoyar un mejor acceso a la educación para las niñas o hablar con supervivientes de violencia sexual lleva a su Alteza Real a lugares como Sierra Leona, Sudán del Sur o Kosovo, que no suelen ser visitados por un miembro de la realeza europea. Demostrar solidaridad con las personas que necesitan una voz es algo que la convierte en una joya para la institución, su familia, sus patronazgos, el Reino Unido y la Commonwealth".
25 años de feliz matrimonio
El 19 de junio de 1999 Sophie entraba a formar parte de los Windsor al casarse con el príncipe Eduardo en la capilla de San Jorge en Windsor. La novia llegaba al templo en un Rolls-Royce que Isabel II había recibido como regalo en su jubileo de plata, vistiendo un diseño de Samantha Keswick y la tiara Anthemion, perteneciente a su suegra y fabricada con diamantes blancos. Se formalizaba así una historia de amor, fruto de la cual han nacido dos hijos, Louise y James.
Tras su enlace se convirtió en condesa de Wessex, título que cambiaría al morir la madre de Carlos III y ascender este al trono. Fue en marzo de 2023 cuando Sophie y Eduardo pasaron a ser los nuevos duques de Edimburgo. Durante estos 25 años de unión, no han protagonizado ni un escándalo y de hecho es el único hermano que no se ha divorciado.

Los duques de Edimburgo llevan 25 años casados. Gtres
Sigue el ejemplo de Isabel II de ver y callar, manteniéndose en un discreto segundo plano y trabajando en la sombra y en equipo; entendió perfectamente y desde el principio el concepto que la ya histórica soberana tenía de la monarquía británica. "Sophie ha demostrado innumerables veces que interviene cuando es necesario, también en silencio y entre bastidores. Cumple su papel de forma devota, y la Reina elogió muchas veces su lealtad", dice Christin.
Está muy cerca de su sobrino Guillermo y los expertos reales británicos no dudan en asegurar que él la tendrá muy en cuenta cuando acceda al trono: tanto ella como el príncipe Eduardo desempeñarán un papel más destacado en la vida pública.
Un estilo impecable
Hablar de moda no es algo superficial, la imagen pública de las royals también forma parte de su labor. En el caso de la duquesa de Edimburgo, su estilo, siempre correcto, discreto pero perfecto, es también muy aplaudido, al igual que el de Kate Middleton. Comparte con la princesa de Gales muchas claves de estilo, amas adoran los diseños lady de la británica Emilia Wickstead.
La duquesa ha lucido vestidos de vuelo y largo midi y abrigos pastel de esta firma, a juego con el tocado, en citas tan importantes como Ascot o en el servicio religioso de Sandringham que se celebra cada Navidad. Alexander McQueen, Erdem, Bruce Oldfield o Armani también están entre sus apuestas preferidas.

La duquesa, con abrigo de Emilia Wickstead, y su hija Louise, en Sandringham. Gtres
Como sucede con otras royal, algunas de sus prendas han acabado en el armario de su hija, lady Louise Windsor, que las ha lucido en sus apariciones públicas dejando claro que para ella, Sophie, es un referente en todos los aspectos.
En resumen, la cuñada del rey Carlos III es un gran valor y su labor institucional es brillante. Tal y como insiste, Christin: "Ha demostrado más de una vez que no está aquí para seguir un camino sencillo y sin complicaciones, sino que defiende temas que necesitan una plataforma para ser vistos. La duquesa de Edimburgo se ha convertido en un miembro clave particularmente importante y querido de la Familia Real, y será el mejor apoyo para la monarquía en los próximos años".
Su 60 cumpleaños será familiar, en Bagshot Park, la casa en la que Sophie reside con el príncipe Eduardo y sus tres perros: un cocker spaniel llamado Mole, y dos labradores negros, Teal y Teasel. Sus dos hijos están fuera de casa: Louise, de 21 años, estudiando filología en la Universidad de St. Andrews (Escocia) y James, de 17, en un internado Oxfordshire.