Entrevista

Amaia Salamanca: “Me encantaría volver a interpretar a Letizia en una ficción al estilo de ‘The Crown’”

La actriz lleva dos décadas de incesante trabajo gracias a su esfuerzo, su tenacidad y, sobre todo, a un talento que, por su propia humildad, no termina de creerse.

Créditos
Fecha de publicación:
Actualizada:

Es un viernes cualquier de otoño, y Amaia Salamanca (Madrid, 1986) concluye una larga mañana de fotos y distintos estilismos con Magas. El cansancio se empieza a adivinar en sus gestos, pero no logra apagar su sonrisa ni ese tono cálido con el que responde, entre risas, a cada pregunta. Dentro de unas horas tomará un vuelo con destino desconocido para la mayoría de los mortales. Pero antes, hace un alto para charlar con esta revista.

Tiene motivos de sobra para celebrar. Han pasado más de 20 años desde que dio vida a aquella Cata de Sin tetas no hay paraíso, el personaje con el que irrumpió en la televisión española y que la convirtió en un rostro familiar.

Desde entonces, no ha dejado de crecer: en la pequeña pantalla, en el cine, en el teatro. Dos décadas de incesante trabajo gracias a su esfuerzo, su tenacidad y, sobre todo, a un talento que, por su propia humildad, no termina de creerse. “Nunca te sientes lo suficientemente buena actriz; siempre estás en una búsqueda constante de nuevos retos, poniéndote a prueba”, declara.

Foto uno de Amaia Salamanca con el look uno

Ahora estrena Siempre es invierno, su nueva película, que llega a todos los cines de nuestro país el próximo 7 de noviembre. El filme sirve de excusa —o quizá de espejo— para hablar en profundidad sobre el paso del tiempo, las relaciones y esa necesidad -a veces dificultad- de pedir ayuda cuando la vida se enfría.

Dirigida por David Trueba y basada en su novela Blitz, la historia cuenta las aventuras de Miguel —David Verdaguer— , un arquitecto paisajista que, tras romper con su pareja, Marta —la propia Amaia Salamanca— , durante un viaje de trabajo a Bélgica, decide quedarse en el país para recomponer su propia existencia.

Allí, en una ciudad ajena, comienza a reconstruirse y a encontrar un nuevo sentido de la mano de Olga, una voluntaria del congreso al que asiste. Se trata de una tragicomedia romántica, luminosa y melancólica a partes iguales que reflexiona sobre las segundas oportunidades y los inviernos interiores.

Foto dos de Amaia Salamanca con el look uno

Amaia, el título de su nueva película, Siempre es invierno, ya sugiere un tiempo detenido, una emoción que cuesta mover. ¿Qué la ayuda a usted, en lo personal, a salir de sus propios inviernos?

Wow… Vaya pregunta fuerte así de primeras, ¿no? Como de terapia (ríe). A ver, yo soy una persona muy para dentro. Me cuesta mucho salir de los inviernos porque me cuesta pedir ayuda o llamar a alguien cuando algo me está pasando. Tiendo a guardármelo. Así que no sabría decirte… quizá me lo tendrías que decir tú (ríe). Pero sí, muchas veces me quedo ahí, encerrada.

¿Y no cree que es más sanador desahogarse un poco antes de tragárselo todo?

Sin duda. Pero no sé por qué, el otoño me afecta mucho. Mi energía cambia y me vuelvo más gris, más introspectiva. A veces, con los años, en lugar de ganar seguridad, te haces más pequeña o adquieres nuevas inseguridades. Es una pena. En esos momentos lo mejor es pedir ayuda, ir a terapia o apoyarte en la familia y los amigos.

Foto tres de Amaia Salamanca con el look uno
Blazer y short de SPORTMAX, calcetín de Calzedonia y mocasín de Weekend Max Mara
Foto tres de Amaia Salamanca con el look uno

Manuel Alejandro escribió para Rocío Jurado una canción que es prácticamente una catedral, Se nos rompió el amor. Y en un momento dado decía aquello de “jamás pensamos nunca en el invierno, pero el invierno llega aunque no quieras”. ¿A Miguel y Marta, los protagonistas de su película, se les rompió el amor de tanto usarlo?

(Ríe) Creo que sí. A veces la monotonía o la falta de evolución en una pareja la congela. En la película, la relación que mantienen Miguel y Marta —es decir, David Verdaguer y yo— se queda atascada. Las relaciones tienen que transitar por muchos momentos; si todo se mantiene estable demasiado tiempo, se rompe.

Y si Miguel y Marta fueran dos amigos suyos, ¿qué consejos les daría?

Que si llevan tiempo sintiendo que algo no funciona y viven en un invierno constante, lo mejor es separarse y comenzar nuevas etapas. Si es una decisión tomada desde la calma, adelante.

Foto uno de Amaia Salamanca con el look dos

Amaia, usted lleva casi 20 años delante de la cámara haciendo ficciones de amor, humor, thriller, época... ¿Cuándo sintió por primera vez que era una actriz de verdad?

Nunca voy a sentir que soy una actriz de verdad. Creo que nunca lo sentiré del todo. Y sé que a muchos actores les pasa. Nunca te sientes lo suficientemente buena; estás en una búsqueda constante de nuevos retos, poniéndote a prueba.

Pero usted lleva 20 años sin parar. Eso no es poca cosa. Cuando entrevisto a actores o actrices me cuentan que hay meses que facturan 4.000 euros —es un ejemplo— y luego pueden llevarse meses o años sin ingresar por su trabajo en la interpretación.

No me puedo quejar, es verdad. He tenido la suerte de encadenar proyectos y de ir probando géneros distintos. Pero siempre queda esa espinita, ese síndrome del impostor. A veces no me siento suficiente, pero está bien, me hace estar viva.

Bueno, al menos eso demuestra que no hay ego, que sigue viva artísticamente.

Sí, eso también es bonito. Tener dudas te mantiene despierta.

Foto dos de Amaia Salamanca con el look dos
Blusa y falda de VOGANA y botas de Weekend Max Mara

Ha interpretado a mujeres muy distintas, pero casi siempre con una fuerza interior muy reconocible. ¿Qué rasgo suyo se cuela inevitablemente en sus personajes?

Me dicen mucho —y ya me da un poco de rabia— eso de que soy una “mujer empoderada”. Está bien mostrar a mujeres fuertes, pero también hay muchas otras formas de tener voz. Yo reconozco que soy una persona que tiene bastante carácter, soy luchadora, y eso se ve. Pero ojalá no todo se redujera a ese término: hay mujeres empoderadas que también son sensibles, cultas… hay muchos matices.

¿Algún papel que rechazó y luego se arrepintió?

Sí. Me ofrecieron hacer el casting de Ocho apellidos vascos y dije que no. Leí la separata, el personaje se llamaba Amaia, también, pero no sé. La chica decía muchas palabrotas, no me veía muy reflejada con ella, lo veía todo muy exagerado y soez… y me pareció muy estereotipado. Fue una decisión precipitada y mal tomada por mi parte. Pero bueno, me sirvió de lección: desde entonces, no digo que no a nada sin al menos probar.

Como me dijo Manuela Velasco en una entrevista: “¿Cómo voy a elegir los papeles? Si me llaman, ¡hago el casting!”.

Totalmente. A todos nos encantaría que nos llamara Alejandro Amenábar y nos mandara un guion directamente. Ojalá, pero eso no funciona así. Eso les pasa a muy pocos.

“Me ofrecieron hacer el casting de Ocho apellidos vascos y dije que no. Fue una decisión premeditada por mi parte”

- Amaia Salamanca

Foto uno de Amaia Salamanca con el look tres
Foto dos de Amaia Salamanca con el look tres

¿Por qué papel la siguen reconociendo más?

Mucha gente todavía me llama Cata, por Sin tetas no hay paraíso. Han pasado 20 años y me sigue sorprendiendo. También me recuerdan por Gran Hotel, sobre todo fuera de España, gracias a Netflix. Mucha gente de Latinoamérica recuerda mi papel en Gran Hotel. Eso es muy bonito, la verdad.

¿Y qué papel le gustaría interpretar?

Nunca he hecho nada de acción, y me encantaría. Pero creo que se me está pasando el arroz. Que para hacer acción hay que ser un poco más joven (ríe). Me gusta la velocidad, las motos, los coches… creo que me iría bien en ese tipo de papel.

Foto tres de Amaia Salamanca con el look tres

Total look de Max Mara

Si pudiera hablar con la Amaia de aquella serie, de Sin tetas no hay paraíso, ¿qué secreto le contaría al oído?

Que se moviera por su propia personalidad y no que le preocupara tanto el qué dirán. Las redes sociales han cambiado mucho las cosas. Ya no basta con hacer un buen casting: también se valora cuántos seguidores tienes, y eso a veces te hace perder autenticidad.

Paz Vega me contaba hace poco que en algunos rodajes la llegaron a humillar o a cambiar escenas sin avisar. ¿Usted ha vivido algo parecido?

No, y me siento afortunada. No he vivido acoso ni situaciones de abuso de poder. Quizá porque mi carácter es más tajante, o porque no he permitido que ciertas cosas me afectaran. Pero entiendo que muchas compañeras sí lo han sufrido, y me parece muy valiente que lo denuncien.

0:00 / 0:00

El ejemplo que ponía Paz Vega es que puede que en el guion estuviera reflejada una acción y luego el director, en pleno rodaje, le pedía que hiciera otra. Entiéndame, otra comprometida. Y que ella se negaba, claro.

Eso puede pasar, pero luego te pueden tachar de complicada y de que es difícil trabajar contigo…

Eso me dijo, que aún está pagando las consecuencias de ello.

Claro.

Foto uno de Amaia Salamanca con el look cuatro

¿Cree que España vivirá su propio #MeToo?

¡Uf, qué pregunta! A ver… Esto es algo que se comenta por ahí por los círculos del cine. Se habla incluso de una lista. No lo sé. Es un tema muy delicado y muy complejo. Hay muchas historias, muchos rumores, pero es difícil saber la verdad de lo que ocurrió entre dos personas. Lo importante es que ahora hay más conciencia y eso ya es un paso enorme.

Hace poco volvió a ponerse de moda la serie Felipe y Letizia en Netflix, en la que usted interpreta a Letizia desde que era periodista hasta el día de su boda con el príncipe de Asturias. ¿Qué siente al verse ahora, 15 años después de haberla rodado?

Es muy curioso. Me hizo mucha gracia verla otra vez en el número uno de las series más vistas de Netflix y han pasado 15 años.

¿Estaría dispuesta a volver a interpretar a Letizia ahora como reina de España?

Claro que sí. Si quisieran seguirla, al estilo The Crown, yo encantada. Me parece un filón, una gran historia. La monarquía tiene grandes historias y si los ingleses han podido, ¿por qué nosotros no? No sé por qué aquí no nos atrevemos a contar esas cosas como sí lo hacen otros.

“Me dicen mucho —y ya me da un poco de rabia— eso de que soy una ‘mujer empoderada’. Ojalá no todo se redujera a ese término”

- Amaia Salamanca

Foto dos de Amaia Salamanca con el look cuatro
Camisa y peto de VOGANA, calcetines de Calzedonia y mocasín de Weekend Max Mara

¿Llegó a tener feedback de ella?

No, no, yo creo que ella no entra en ese tipo de asuntos... Yo sé que el guion llegó a la Casa Real, pero nunca se pronunciaron. A la reina Letizia la he visto varias veces y siempre ha sido muy educada y muy atenta conmigo; pero nunca hablamos de este tema, lo cual entiendo perfectamente (ríe).

¿Y cómo la prepararía hoy?

No lo sé, no lo he pensado. Pero creo que su forma de andar y de moverse es muy característica. Es muy distinguida. Ese porte sería clave para interpretarla.

Para terminar, cuénteme sus próximos proyectos.

En febrero estreno La ahorcada, una película de terror dirigida por Miguel Ángel Lamata y protagonizada junto a Eduardo Noriega. Es un terror visual y mental, muy diferente a lo que he hecho. Y también acabo de rodar Pura sangre, una serie para Telecinco, un thriller familiar de ocho capítulos.

Créditos
Maquillaje Rosa Navajas
Asistente de estilismo Natalia Muñoz
Dirección creativa Julia Ramírez
Agradecimientos especiales

Agradecimientos especiales al Hotel Emperador de Madrid.

© El León de El Español publicaciones S.A.