Jaime Lorente, como la Annie Hall de Woody Allen, es polimórficamente sensible: lo experimenta todo, continuamente, en cualquier parte del cuerpo, o quizás en todas a la vez.
Su cuerpo es una orquesta que percibe e interpreta el dolor y la pasión del mundo. El deseo, la ternura, la rabia, el miedo. Las historias de los hombres y de las mujeres a través de los siglos viniendo a resonar aquí, en sus escamosos y poéticos adentros.
Todo lo capta, todo lo expresa, todo le deja marcas de honor y de guerra. Se le nota en su forma de mirar hondo. Ser actor debiera ser, siempre, este viaje radical. Él hace honor a aquello que decía Henry James de que hemos venido aquí a sentirlo todo.
Acaba de estrenar su última película, Hamburgo. En octubre comenzará el rodaje de su ópera prima. También acaba de casarse en el Castillo de Batres con Marta Goenaga, la mujer de su vida y madre de sus dos hijos, Amaia y Luca, a la que conoció cuando trabajaba en La Casa de Papel.
Ella se encargaba del vestuario de la ficción y Jaime interpretaba a Denver, el personaje más exitoso de su vida, el que le catapultó al éxito mundial y le ganó una legión de fieles canjeada en más de 11 millones de seguidores en Instagram. Dice Jaime que con Marta “siempre lo supo”.
Jaime Lorente: "Uno no se casa por amarse (que sí), sino también para amarse"
Es un nervio vivo, un órgano caliente fuera del cuerpo, un verso caliente y danzante enfrentado a la vida y a favor de ella.
Conversamos con Lorente en los jardines y los salones del Hotel Santo Mauro, tomando un café antes de la hora del almuerzo. Hablamos de su madre, de sus hermanas, de su esposa, de su hija Amaia. De las poetas y cineastas y actrices que admira. De la ruptura entre la sociedad y el teatro. De la seducción como forma de habitar el mundo con decisión y confianza. Y de cómo volver tangible lo intangible.
Hablemos de la primera mujer de tu vida, María José López. Tu madre.
La jefa. Mi madre ha sido la figura más importante de mi vida, sin duda. La parte artística la saco de ella, porque le encanta. La poesía, el teatro… Es una mujer súper sensible. Mi abuela también.
¿En qué te pareces a ella y en qué te diferencias?
Me parezco mucho en sensibilidad, en gustos, en cómo vivimos las cosas, en cómo expresamos las cosas que nos emocionan. Me identifico con ella un montón, pero además la considero una persona que es mucho más inteligente que yo. Y esto es de verdad, ¿eh? No es por alabarla, es porque es cierto, es mucho más lista que yo y además tiene una capacidad de gestión que yo no tengo. Es una crack. Por ejemplo, a los 58 años empezó Psicología y la ha terminado hace un año. Es increíble.
¿Qué hay de tus hermanas?
En mi casa somos cinco hermanos, tres chicos y dos chicas. Y hay una parte de mí que ha crecido mucho con la energía de mis hermanas y de mi madre. Empecé a escribir poesía con mi hermana Almudena. De hecho, le pedía a mi hermana que me enseñase a escribir poemas, o que me los escribiese, directamente, para enviárselos a la chica que me gustara (ríe). Era muy enamoradizo.

Jaime Lorente está muy influido por la sensibilidad artística de su madre y por su relación con sus hermanas.
¡Tenías una escritora fantasma!
(Ríe) Sí, totalmente.
Espero que le pagaras, aunque fuera con caramelos.
(Ríe) Intentaba compensárselo. También tengo a mi hermana Julia. Ambas son muy diferentes en cuestión de gustos. Almudena ha sido más estudiosa y Julia, más la rebeldía. Hemos hecho muchas bromas y muchas travesuras juntos…
La travesura es una parte fundamental de la vida.
Me falsificó muchas notas.
Desde aquí se lo agradecemos porque esa labor es incomparable.
Papá, si lees esto, perdónanos (ríe).
¡Si eso ya ha prescrito…!
Hay de todo. Mi hermana Almudena sí ha sido muy responsable con los estudios y muy centrada.
"Siempre me identifico más con la energía femenina que con la masculina"
Naciste a finales del 91. ¡Mi año! ¿Cómo dirías que era ser niño hace 34 años? ¿Cómo te relacionabas con las niñas?
Yo tuve la suerte de criarme en ese ambiente femenino y a la vez tan amistoso entre mis hermanos: eso lo seguimos teniendo. Nos hemos juntado un montón y disfrutamos juntos siempre. Esto que no suene mal, lo digo con la mejor intención posible: siempre me identifico más con la energía femenina que con la masculina.
Lo intuitivo, la sensibilidad….
Sí.
Al final el estudio de los sentimientos es tu oficio.
Eso creo. De hecho, mis dos hermanos son ingenieros y ha sido por la parte de mis hermanas y mi madre por donde me conecté a lo artístico.

Lorente es un estudioso de los sentimientos por su trabajo interpretativo y tiene devoción por Lorca.
¿Te daba vértigo el sexo de adolescente?
Sí, yo creo que nos ha pasado a todos, y que sigue pasando cuando uno hace el amor. El vértigo le da sentido. El sexo es bonito y no deja de ser algo violento también: atraviesa, es hondo, es emocionante…
Y como decía Woody Allen: el sexo sólo es sucio si se hace bien.
Sí. Me gusta mucho un poema de Leopoldo María Panero que habla de esto y que dice: “No es tu sexo lo que en tu sexo busco / sino ensuciar tu alma”.
“Desflorar con todo el barro de la vida / lo que aún no ha vivido”.
¡Sí! Ese. Es maravilloso.
¿Has tenido mitos eróticos?
La verdad es que no, yo lo que he tenido han sido grandes amores platónicos, chicas cercanas de las que yo me enamoraba. Soy poco mitómano en general. No es algo que me haya trabajado, es que me sale solo.
Hablemos de mujeres que te inspiran. Empecemos por el cine.
Me inspira muchísimo Paula Ortiz. La admiro como cineasta y como mujer. Es una tía increíble. La conocí en ‘La novia’. ¿Sabes lo que me encantó de ella? Cómo lo hizo… cuando era tan difícil, todo, con Lorca, porque hay autores que escriben poesía y luego hay autores poéticos, y Lorca era ambas cosas. La poesía da forma a algo que no tiene forma.
¿Cómo pudo hacer Paula para convertir algo que no tiene forma en dramaturgia? Lo consiguió sin perturbar la esencia. Tiene una sensibilidad extrema y una técnica extrema, y a mí me encanta la comunión de esas cosas. Me encanta cuando la forma está inundada de personalidad.
"Me inspira muchísimo Paula Ortiz. La admiro como cineasta y como mujer"
¿Y en cuanto a actriz?
Mona Martínez. Vino a darnos una clase cuando yo estaba en la compañía de teatro y ya me quedé fascinado. Ella es de una energía indiscutible. Ella aparece y ¡fum!, todo el mundo sabe que ha llegado. He tenido la suerte de hacer una película con ella.
Y las escenas que compartimos son las cosas más bonitas que me han pasado en esta profesión. He tenido la suerte de que sea la protagonista de mi ópera prima. Cuando trabajé con ella dije “esto no puede hacerlo otra mujer2. Hemos conectado tan bien… me quedo con ella seguro.

Jaime Lorente en los jardines del Hotel Santo Mauro. Nos cuenta que su poeta favorita es Pizarnik.
¿Escritora?
Pizarnik. La he leído muchísimo.
¡Trágica…!
Ah, sí, yo también lo soy un poquito.
Yo también la entiendo y la abrazo.
Pizarnik es la poeta que más he visitado. Luego también me quedaría con Sarah Kane. Es la iniciadora del teatro in-your-face, que es un movimiento de teatro que nace en Londres.
Cuéntame.
Lo voy a desvirtuar, porque seguro que la frase no es así, pero la cosa es que empiezan a deconstruir la forma que tenían de hacer teatro y empiezan a acercar el teatro al escenario. Cogen esta máxima que decía Shakespeare, “el teatro es un espejo donde se refleja la sociedad”… y Sarah Kane dice: “El teatro es el martillo con el que se revienta el espejo donde se refleja la sociedad”.
"Me encantaba Sarah Kane. Ella dijo que el teatro es el martillo con el que se revienta el espejo donde se refleja la sociedad”.
Qué poderío.
¡Totalmente! Y ella es la que escribe ‘Psicosis 4.48’. Yo hice mi gran papel en teatro un poco por ella. Hice el Hipólito de ‘El amor de Fedra’, ue ella escribió, Ella escribió una adaptación de Fedra… que se te va la olla.
¿Personaje femenino favorito?
Yo tengo una cosa con Lorca fuerte. Pienso en la madre de ‘Las bodas de sangre’. ¡Y en ese inicio!
“La navaja, la navaja… malditas sean todas y el bribón que la inventó. Y las escopetas y las pistolas (…) Todo lo que puede cortar el cuerpo de un hombre. Un hombre hermoso, con su flor en la boca, que sale a las viñas o va a sus olivos propios…”.
¡Sólo escuchar eso…! Cuando hay una mujer que dice esa frase, entro en un universo brutal.

Jaime Lorente nos cuenta que encuentra más espacios de comunicación con mujeres que con hombres.
¿Qué te da a ti Lorca?
Pues yo tengo una relación con Lorca súper bonita, aunque sea un mal lector de Miguel Hernández, en general… Me ha acompañado muchísimo en mis inicios. Hice ‘Bodas de sangre’ en Murcia. Tuve la suerte de hacer ‘El público’ cuando llegué a Madrid. Tengo un tatuaje suyo, unos dibujos suyos aquí. Es algo mágico meterse en esa cabeza y en sus 200.000 personalidades.
Cuando uno nombra a Lorca se siente más ser humano.
Sí. Él estaba hecho de otra cosa.
¿Qué te han enseñado tus amigas que no te hayan enseñado tus amigos?
Yo siempre he tenido a mi amigo de la infancia, ¡mi gran mejor amigo! Pero ya en la carrera y poscarrera he tenido una gran mejor amiga. Sara Ruiz Ferrer, que es una actriz que te va la pinza y una grandísima directora.
Quizá sea triste decirlo, pero entre mujeres hay espacios de conversación y comunicación más permisivos.
"No tengo complejo en hablar de mis sentimientos. Siempre me he sentido más a gusto hablando con mujeres que con hombres"
Yo no tengo complejo en hablar de mis sentimientos y emociones y me he sentido más a gusto siempre hablando con mujeres que con hombres. Es bonito pero es triste.
Yo en la ESAD iba a la misma clase que Sara, luego me iba a mi casa, comía con mis padres, y luego me iba a su casa, tomábamos un café y estábamos dos horas hablando, ¡todos los días! Era nuestro ritual.
‘A propósito de tu boca’ es el poemario que empezaste a escribir de adolescente.
Me hice una especie de regalo. Yo ya no escribo poesía, pero no lo quise poner en el libro para no justificarme. ¡Todos los poemas eran de adolescente! Luego ya paré. Me dejó de apetecer escribir poesía. No recuerdo ninguno de memoria.

Jaime Lorente cuenta que ahora el amor para él es una elección y antes era un chute de dopamina.
¿Cómo ha cambiado tu manera de entender el amor desde entonces hasta ahora?
Mi manera de entender el amor ha cambiado a través de mi mujer y mis hijos, tío. Como diría Lope, como dirían los clásicos, para mí el amor ahora es una empresa, no un negocio, sino de hacer, de construir, un proyecto, es una cosa que decido.
¿Y antes cómo lo veías?
Antes iba buscando un chute de dopamina en el amor… hasta que se gastaba.
Y siempre se gastaba.
¡Siempre se gastaba!
¿Qué hacemos para que no se gaste? Dame un truco.
Hay una cosa que llevo practicando un tiempo y me funciona. Todos los días decido estar bien con mi pareja, todos los días lo deseo. Y noto cambios reales.
"Mi padre me dijo: ‘El amor de tu vida es una decisión’. Yo con Marta, mi mujer, siempre lo tuve claro"
¿Cómo reconoce uno a la mujer de su vida, en este caso Marta, madre de tus dos hijos?
No me voy a meter en particularidades por respeto a ella, pero, como decía mi padre: “El amor de mi vida es una decisión”. Uno decide compartir la vida con alguien y yo con Marta siempre lo he tenido claro.
¿Qué tienen en común las mujeres que te han fascinado de verdad en la vida?
La admiración que les he profesado. A mí me encanta admirar.
Siempre hay algo que no consigo entender de las mujeres que quiero, de mi madre, o de mis hermanas… o de Paula Ortiz, por decirte algo: hay algo que no consigo entender de cómo hacen lo que hacen. Y eso me llama mucho la atención. Las admiro.

Para Jaime Lorente, el matrimonio también se celebra para amarse.
¿Qué significa el matrimonio para ti?
Uno no se casa por amarse, que sí, pero también se casa para amarse. No sé de quién es esa frase, lo mismo me la he inventado, pero es así.
¿Qué sabes de la seducción?
La seducción es la confianza en lo que uno hace. No tiene que ser un objetivo. Uno puede seducir a pesar de uno mismo. Cuando ves a alguien que cree en lo que hace, que lo hace con alegría y confianza y seguridad, es atractivo.
¿Qué es la belleza y dónde la encuentras?
La belleza no es un propósito, o no debe serlo. Hay gente que encuentra la belleza en el deseo de ser observado, de ser agradable, de agradar…
"Para mí, la belleza de una mujer está supeditada a la admiración que sienta por ella. La belleza tiene que ver con la inteligencia"
Esa es la belleza sumisa o que parte de un canon.
Sí. Por eso para mí la belleza de una mujer está supeditada a la admiración que sienta por ella. La belleza tiene que ver con la inteligencia.
¿Te has sentido un hombre objeto?
Me daría vergüenza decirte que me he sentido un hombre objeto. Cuando más objeto me he sentido es cuando me he creído que mi valor residía en cosas que tenían que ver con el éxito, con el reconocimiento o así, ahí he sido más cruel conmigo mismo que en ningún otro momento.
¿Qué has descubierto de ti mismo autoexplorándote?
Que no soy tan importante, pero que merezco un respeto.

La canción de amor favorita de Jaime es En que estrella estará, de Nena Daconte.
Poema de amor favorito.
Cualquiera de José Ángel Buesa. ¡En Cuba me encontré un manuscrito suyo en una tienda…! Me encanta. Aquí en España no se puede comprar nada de él.
Película de amor favorita.
Película favorita, en general, es El sabor de las cerezas. Va de un hombre que busca terminar con su vida y no sabe cómo hacerlo. No sabe quererse.
Canción de amor favorita.
En qué estrella estará, de Nena Daconte. Es muy especial. Sobre todo me emocionó al enterarme de la historia que había detrás, claro. Es increíble que pudiese hacer algo tan bello con un suceso tan doloroso.
¿Qué tipo de padre eres?
Soy el tipo de padre que intenta ser un buen padre. No sé si mis hijos podrán decir que tuvieron un padre ejemplar, pero sí dirán que tuvieron un padre que les acompañaba de verdad. Lo que más me gusta es llegar a casa.
Hay una fase, al principio, de miedo a lo desconocido: sobre todo porque nosotros, los hombres, no nos damos cuenta del todo de que vamos a ser padres hasta que vemos al bebé en nuestros brazos.
Las mujeres tienen la consciencia desde el principio.
"Soy muy sensible, a los ruidos, a todo, pero cuando nacieron mis dos hijos empecé a serlo mucho más"
Y por mucho que intentemos empatizar, no tenemos la misma percepción. Fueron los momentos más bonitos de mi vida… poder cortar el cordón umbilical. Yo soy una persona que se marea con facilidad pero siempre deseé ver el parto. Tenía miedo de marearme… pero fue ¡tan bonito!
¿Cómo influye en un actor esa nueva gama de sentimientos que se inaugura cuando se es padre?
Ayuda un montón. Te sensibiliza mucho más. Al final es un aprendizaje vital… hay personajes que interpreto que son padres y eso que me llevo.
Pero en el nacimiento de mi hija y de mi hijo… en el posparto, he estado como tres meses con una sensibilidad increíble, súper abierto, todo me afectaba muchísimo.
Y eso que yo soy una persona a la que todo le afecta mucho, ¿eh? Desde los ruidos a todo lo demás. Pues con los enanos, mucho más.
"Los comportamientos machistas en amigos cada vez cantan más. Ahora se les dice ‘oye, no, qué feo esto’"
A tu hija le dedicaste un post que decía “serás una mujer libre”. ¿Cómo se educa a una mujer libre?
Pues a pesar de mí mismo. Yo entendí cuando tuve a mis hijos lo fácil que es hacerlo mal, porque uno puede delegar sus miedos y traumas a su hijo de una forma tan fácil… y ponerle miedos que no son suyos…
Nos lo han hecho todos nuestros padres, con amor, incluso.
Sí. Yo voy a intentar hacerlo lo menos posible.
¿Y crees que habrá alguna diferencia en la crianza de ella y la de él?
Intentamos que no. Cuando sean mayores y digan “papá, que sepas que tal…”. Haremos la segunda parte de esta entrevista y te lo contaré.

Jaime cree que hay machismos en el día a día que debemos cortar de raíz, como los comentarios fuera de tono de los amigos.
¿Qué tipo de machismo detectas en el mundo actual y cuáles crees que son los retos del feminismo?
Yo intentando no hablar de grandes logas o lemas y tal, creo que sí hay algo muy a pie de calle, en los comportamientos más básicos entre los grupos de amigos, o en las familias cuando terminamos de comer y fijamos en quién recoge las cosas.
Esas pequeñas cosas que siguen sucediendo y que están a nuestro alcance, ¡ya, directo! Esto es algo que se puede y debe solucionar al momento, además de las medidas legales, políticas, sociales, culturales, etc.
Lo bueno es que este tipo de comportamientos machistas cada vez cantan más. Había comportamientos en amigos que hace dos años yo mismo podía ver y no caía en ellos y ahora digo “oye, no, esto qué feo”.
¿Cómo definirías tu propia masculinidad?
No sé definir mi masculinidad, pero creo que soy un hombre sin miedo a la vulnerabilidad, porque es verdad, sin miedo a la sensibilidad, porque es verdad. Y creo que me hago muy fuerte abrazando mis miedos e inseguridades. No me hace sentir menos hombre, al revés: de hecho, me siento más dueño de mí cuando abrazo esa parte.