
Retrato de la autora sueca. Cedida
La autora sueca de 'Millennium' Karin Smirnoff: "Los periodistas que buscan la verdad corren el riesgo de ser asesinados"
La escritora reflexiona sobre el desafío de dar continuidad a una serie tan influyente como 'Millennium' y los nuevos conflictos de sus personajes.
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La escritora sueca Karin Smirnoff (Umeå, 1964) continúa su trabajo en la emblemática saga Millennium con Los colmillos del lince, su segunda entrega dentro de la serie.
Tras haber asumido el reto de retomar el universo creado por Stieg Larsson con su primera novela, Smirnoff consolida su visión con una Lisbeth Salander más madura, pero igual de combativa.
La saga, iniciada por Larsson, transformó la novela negra contemporánea al combinar suspenso, crítica social y una protagonista inolvidable.
En manos de Smirnoff, ese legado se actualiza con fuerza y compromiso, incorporando temas urgentes como la minería, la crisis ambiental, la justicia social y el papel del periodismo.
En esta entrevista, la autora reflexiona sobre el desafío de dar continuidad a una serie tan influyente, los nuevos conflictos que atraviesan a sus personajes y cómo busca mantener viva la esencia de Millennium en un mundo cada vez más complejo.

Retrato de la escritora. Cedida
La oposición a la mina es la clave en la trama, justo como arrancamos la entrevista. Me gustaría saber cómo trabajó el contexto económico y social de las comunidades que son afectadas por estos proyectos de minería.
Como periodista, trabajé en varias minas del norte de Suecia y vi de cerca el impacto que tienen en las comunidades. Si bien las minas actuales son importantes, el problema real son los nuevos proyectos, muchos de los cuales no buscan minerales esenciales, sino ganancias rápidas.
Además, una ley sueca permite que empresas extranjeras extraigan recursos sin beneficiar a las comunidades locales. Es un fenómeno que me interesa mucho, y que he seguido a través del trabajo de periodistas y expertos.
Muchos solo ven los beneficios visibles, pero no el profundo impacto social y ambiental que deja la minería.
¿Cómo ve Lisbeth la responsabilidad de las empresas frente al medio ambiente y los derechos humanos?
Aunque muchas empresas intentan actuar con responsabilidad, cada nueva mina implica una destrucción significativa del medio ambiente.
Contaminación de aguas, como ríos y lagos, y desplazamiento de comunidades, especialmente pueblos nativos como los Sami, que pierden su derecho a la tierra y no pueden continuar con actividades tradicionales como la cría de renos.
No es solo un tema ambiental, sino también social y cultural. Incluso las compañías con buenas intenciones no pueden evitar estos impactos, que son inherentes a la explotación minera.

Karin Smirnoff, frente al objetivo. Cedida
¿Qué papel juega la literatura, en especial Millenium, con respecto a potenciar esa conciencia social?
No intento decirle al lector qué pensar, porque lo que piensan mis personajes no siempre es lo que yo pienso. Pero quiero que reflexionen sobre temas que suelen pasar desapercibidos, como la realidad del norte de Suecia, una región poco conocida y visitada.
La buena literatura siempre plantea preguntas nuevas y genera reflexión. Stieg Larsson usó sus libros para llegar a millones de lectores y así crear conciencia y crítica social de forma entretenida, mucho más allá de lo que un artículo periodístico podría lograr.
¿Qué papel juega el periodismo de investigación en la novela y cómo lo ve frente a las noticias falsas y la información digital que manejamos y en la que confiamos equivocadamente?
Ser periodista hoy es mucho más peligroso que antes. Quienes buscan la verdad, especialmente los jóvenes, corren riesgos, incluso el de ser asesinados.
La novela refleja esto con la joven activista que muere, simbolizando los peligros que enfrentan periodistas e influencers que intentan expresarse.
Aunque no está claro si su muerte fue intencional, muestra cómo quienes hablan enfrentan amenazas y ataques, y cómo ha disminuido el respeto hacia el periodismo profesional.
¿Es más peligroso para las mujeres?
Quizás no sea más peligroso, pero las mujeres deben enfrentarse a otras cosas. Tienen que aguantar opiniones sobre cómo se ven, cómo hablan, qué dicen o representan. Los hombres no son criticados igual.
Hay opiniones sobre aspectos extraños como si llevan el pelo corto o largo, maquillaje o no, etc. Esto rebaja la dignidad del trabajo porque no solo se critica el trabajo, sino otros aspectos personales. Las mujeres soportan un escrutinio mucho más duro que los hombres.
La relación entre Lisbeth y Svala es clave en esta novela. ¿En qué se diferencian a la hora de luchar contra la injusticia? ¿Luchan de manera diferente?
Creo que sí. El padre de Lisbeth era un criminal, pero Lisbeth no se crió en ese entorno criminal. Svala ha estado en la escena criminal desde pequeña. Esa es la diferencia. Svala está más dirigida hacia la venganza, Lisbeth nunca mata, pero Svala sí.
Svala busca encontrar a quien mató a su madre. No creo que actúen igual, pero comparten la misma oposición a ser víctimas. No quieren ser víctimas de un crimen, quieren luchar de vuelta. Desde muy tierna edad, Lisbeth tenía un padre criminal pero no creció en ese entorno.
Ambas tienen la intención consciente de dedicarse al contraataque y no quieren tener un rol pasivo en su historia.

La escritora, en blanco y negro. Cedida
Tenemos un hacker que tiene su propia moralidad. ¿Está este personaje planteado como una respuesta al control y la desinformación? ¿Es un hacker que denuncia situaciones?
En la novela, el hacker Plague es un amigo de Lisbeth Salander. Antes de Plague, él solo era una persona que vivía en un sótano, que nunca se mostraba a la muerte, pero siempre ha estado muy conectado con Lisbeth y ha sido como su mejor amigo.
Quise mostrar a Plague como más que un hacker, como una persona con miedos y dilemas. En este segundo libro, al exponerse al mundo, se asusta y comienza a trabajar para ambos bandos. Lisbeth al principio no lo entiende, pero él actúa desde el miedo.
Vive aislado, conectado solo con Lisbeth, y cuando entra en contacto con el mundo exterior, eso lo desestabiliza.
Intenta ajustar cuentas con ella ayudando a Svala, incluso colaborando con el inframundo, pero su motivación principal es redimirse con Lisbeth.
En cuanto a la herencia de la saga de Stieg Larsson, ¿hay diferencias notables o algún conflicto social con respecto a cómo usted maneja la serie? Además, ¿cómo maneja la evolución de personajes ya consolidados?
No creo que tenga la responsabilidad de escribir exactamente como él o de continuar su trabajo para que suene o sea igual a sus historias. Él escribió sus historias, y yo escribo las mías.
Sobre la evolución de personajes heredados, es más difícil porque no los creé yo. Pero trato de poner algo que venga de mí. Intento que Lisbeth exista hoy en día, que sea un poco mayor, un poco más inteligente, y que tenga el deseo de no estar sola.
Eso es mi interpretación personal, lo que pongo en ella. Tal vez esa no sea la forma en que el personaje fue originalmente concebido, pero es cómo yo la veo.
¿Qué temas considera más preocupantes o importantes para continuar en esta saga?
Para la tercera novela, sí, los proyectos mineros seguirán siendo un tema. No sé si habrá más libros después del tercero. Eso lo decidirá quién tome la batuta después de mí.
Escogí estos temas porque son cercanos a mí y personalmente interesantes. Pero entiendo que la persona que continúe decidirá qué temas son más importantes para ella.