Pilar Dalbat sube a lo más alto con su desfile a 2.700 metros: “Andalucía es el último reducto real de artesanía tradicional del primer mundo”
Pilar Torrecillas es una fuerza de la naturaleza. A diferencia de otras personas que también hablan con las nubes, ella sube a verlas a menudo.



10 de noviembre de 2024, 1:06
Su nombre contiene una parte del Tíbet, porque su apellido artístico dalbat significa un plato popular nepalí, y se expresa en un acento granadino con un ligerísimo aire parisino, siendo la India y Francia sus dos estancias internacionales principales como diseñadora antes de establecerse definitivamente en su amada Granada.
Esta conocida diseñadora, madre de familia numerosa, ahora trabaja y produce moda en su tierra y es adorada por mujeres tan conocidas como Carmen Lomana, las Dominguín Bosé, Pino Montesdeoca o Marina Heredia.


Pilar Dalbat o, mejor dicho, su CEO Pilar Torrecillas, hace más o menos un año tuvo un sueño: organizar un desfile de su colección a más de 2.700 metros, concretamente “en las pistas de mi querida Sierra Nevada, en el interior de un tubo gigante de doble cinta con remates metálicos que se usa como remonte para los esquiadores”.
Después de varias semanas en las que ha nevado más de lo habitual en las montañas más altas de la península, sus creaciones se van a exhibir propulsadas en un canal bajo tres metros de nieve.
Hemos subido en telesilla, atravesado el fulgor de la blancura, y esperamos con los cascos puestos. Cuando empieza a sonar la música, más exactamente cuando un diseño de sonido que mezcla crujidos de pisadas con notas alegres llega a los oídos de los asistentes, un grupo de mujeres parece emerger de las entrañas de la tierra y dar movimiento a decenas de prendas etéreas, pero sólidamente confeccionadas, vestidos y capas flecados con inspiración arquitectónica.



La audiencia observa atónica, totalmente enterrada en el interior de un túnel de nieve, mientras este nutrido grupo, entre las que están mujeres como Palito Bosé, desfila sobre una doble alfombra de esquiadores.
El sonido ambiental se cuela levemente. Cuarenta looks 100% made in Spain, 100% hecho a mano. El espectáculo sucede, la prensa sonríe, todo el mundo aplaude. Las sensaciones de la asombrosa propuesta de Pilar Dalbat llenan todo el espacio.

En lo más alto
Aunque la idea se puso en marcha más o menos un año atrás, hacía tiempo que Pilar soñaba con realizar esta colección sobre Sierra Nevada, dado que su firma está muy centrada en “contar temas locales. Muchas veces digo que hablar sobre lo que uno conoce es más honesto, hay muchísimas cosas que me interesan, pero más las que son cercanas. Hemos hecho colecciones sobre la Vega, o sobre el Sacromonte, propuestas de moda en relación con el Patrimonio entendido como un concepto amplio, no sólo en referencia a la arquitectura”.
“Nuestra premisa era hacer una instalación muy limpia, sin ningún elemento. El escenario en este caso de 179 metros está anclado y hormigonado al suelo, es nuevo, tiene otro uso, tenemos mínimo impacto y eficiencia energética. Es un desfile con cascos, hemos trabajado con la empresa LoneLab en el diseño de sonido 8D, el desfile no necesita cableado ni altavoces, ni trusts ni nada. Es lo que hay, nos adaptamos al espacio”.
“Hace diez años no hubiera estado preparada para hacerlo”, confiesa, “pero ahora sí, sumando al proyecto de Granada como Capital Europea de Cultura 2031, dando voz a la moda: muchas veces se nos identifica con las artes decorativas, pero ahora que están todas las instituciones involucradas esta es una manera de mostrar cómo la moda puede ser un vehículo hacia una comunicación positiva para construir imágenes que son culturales con un poder de convocatoria brutal”.


“¡Un pie de pistas!”, explica ella misma. “Esta es una colección pensada con siluetas de la casa, manga larga, evasé contenido, volumen sin exceso. Hay muchos vestidos de tul flecados a mano o con lentejuelas. Es una colección muy femenina, muy vaporosa, pero no es técnica. En cuanto al barómetro de color, hemos intentado hacer un traslado del entorno, en un homenaje a Sierra Nevada… está el verde pino, el azul laguna, tenemos destellos dorados, marrón chocolate y blanco níveo, el blanco inmaculado óptico de la nieve”.
Las modelos posan afuera todas juntas sobre la nieve, las piezas que llevan están en su mayoría hechas a mano, inspiradas en el universo après-ski, pero siempre siendo el vestido la prenda estrella. “La lana de mohair y seda es preciosa. Hemos flecado a mano los vestidos, con prendas que construyen un look un poco más elevado. Las flecadoras tradicionalmente de mantones de Manila están aquí, somos él último reducto real de artesanía del primer mundo. Una de mis amigas es CEO de una marca internacional con sede en París, y muchas veces viene a Andalucía cuando necesitan flecar, nosotros aplicamos esta técnica tan apreciada”.
¿Una prenda del desfile? “Es difícil elegir para mí, pero quizás señalaría un vestido de tafetán blanco corto, una prenda blanca decorada con estrellas, inspiradas en la geometría del copo de nieve y la arquitectura local, con una polaina blanca y silueta baby doll”, señala.




Una biografía a toda velocidad
Pilar es esquiadora desde pequeña. “Yo cerraba los ojos y me lanzaba”, recuerda. “La estación de Sierra Nevada ahora cumple 60 años y la he visto evolucionar, porque empecé en el mundo del esquí a los diez años, teniendo la estación tan cerca, lo más común es esquiar. Recuerdo especialmente los primeros días, yo subía con mis hermanos, soy la pequeña de cuatro, con mis botas, mis esquís, nos encantaba, salíamos de casa con todo puesto y un bocata en el bolsillo del anorak. Recuerdo cuando bajé La Visera, una pista negra de Sierra Nevada y no le eché mucha cuenta. Solamente la ubicación ya es única, es la estación del sur de Europa con mayor número de días soleados, yo he esquiado en Suiza, en Italia… y allí las condiciones climatológicas no son las mismas. Estamos en un lugar único”.
Licenciada en Ciencias económicas y empresariales, parte hoy de la lista Forbes de mujeres más influyentes en Andalucía 2024, Premio Alas a la empresa exportadora y premio excelencia AGEA entre otros, “me gustaban mucho el periodismo y las Bellas Artes, pero estudié empresa, viví en Inglaterra, luego en París y como hablo cuatro idiomas, conseguí un puesto en una empresa de importación y exportación de moda, donde comencé a trabajar con grandes grupos como La Perla o Ralph Lauren”.


A continuación, hizo un viaje por Asia “lo que llaman los ingleses year-off, y estuve por todo el sudeste asiático. Quería volver, pero surgió la oportunidad de montar un taller tipo cooperativa con un chico de una familia de artesanos de la lana de Cachemir en India, donde hicimos moda de autor y colecciones pequeñitas con una fórmula de comercio justo. Con este proyecto me ocupaba de la distribución en París, Milán o Londres, con más de 150 puntos de venta”.
Sin embargo, echaba de menos su tierra. “Me di cuenta de que quería recuperar el trabajo de los oficios y los talleres de Andalucía, tuve en ese período tres hijas, así que me puse a trabajar con talleres locales de la zona, montando el mío, cerrando la venta al mayor y centrándome en colecciones pequeñas, que trabajan lo hecho a mano, con mi propio espacio en Granada. Ahora trabajamos los vestidos a medida y hacemos pequeñas colecciones cortadas a tijera aquí, en nuestro taller”.

La diseñadora trabaja arduamente por impulsar la creación auténtica y su lugar natal. Señala que “cada vez encuentro que existe más un público dispuesto a apreciar y reconocer no sólo el ejercicio de diseño, pensamiento y reflexión, vinculado con la creatividad, sino la ejecución, que está generando puestos de trabajo locales, riqueza cultural y económica. Granada a nivel de patrimonio es increíble, un tesoro”.
“Lo poderoso es la Naturaleza”, afirma la propia Pilar. “Este desfile tiene algo artístico, performático… pero no busca estar a la vanguardia, porque lo más poderoso es siempre la Naturaleza. Hay que aceptar lo poderosa que es la Naturaleza, lo fuerte que es esta estación, y Sierra Nevada”. Y lo explica remarcando el carácter femenino de todos esos términos.


Universo de mujeres fuertes
Un universo de mujeres con personalidad rodea a Pilar Dalbat. Comenzando con Mercedes Urquiza, una de las mujeres que trabaja en su taller. “Lo que más me inspira de Pilar es su capacidad para crear una prenda y darle la forma de la ciudad de Granada, siempre pensando en su Granada y su arquitectura. Mi prenda favorita son sus pantalones de la colección Sacromonte. También sus riñoneras y sus capas son una pasada”.
O su hija mayor, que ya tiene dieciséis años, una de las modelos de este singular desfile. Para Pilar Fernández Torrecillas, hija de Pilar, “lo que más me inspira de ella es su forma de poder controlar todo. Cuando hay desfiles, en la tienda, en el taller… ella siempre tiene algún nuevo objetivo o proyecto que hacer, y siempre sabe llevarlo con mucha calma”.
Su hija añade cómo “en su equipo hay buen rollo siempre. Creo que lo que me gusta especialmente es que le da a cada diseño una identidad, y que apueste por tejidos artesanales y piezas de producción local”. La prenda que elegiría de este desfile es “un vestido muy ceñido en el torso y fluido en la parte inferior, con un gran volumen. Al final esos vestidos me recuerdan al refajo granadino, y muestran muy bien la esencia de la marca. Es un diseño muy estructurado que sienta muy bien a la figura del cuerpo y es, además, muy especial”.
Palito Dominguín explica su visión a Magas bajo la atenta mirada de su madre, Lucía. “Lo que más me gusta de la firma es la capacidad que tiene Pilar de crear prendas con las que una se siente cómoda y especial al mismo tiempo. La verdad es que los pantalones de peluche me apasionan, ¡son comodísimos, son fantasía, son especiales y calentitos! Para mí, tener referentes mujeres, madres que son capaces de hacerlo todo, me parece algo increíble, yo amo la manera en la que cada pieza tiene una historia detrás y un esfuerzo indiscutible”.


Para Pino Montesdeoca, otra de sus fans, Pilar Dalbat es una firma única. “Admiro enormemente a Pilar. Tiene una especie de lenguaje propio, algo que a mí me gusta mucho. Hay prendas que no puedo evitar que me llamen mucho la atención. Capas, sobreabrigos que dan diferentes texturas y formas extrañas que van mucho conmigo. Me gusta que sus prendas estén elaboradas de principio a fin en Granada. Aprecio sus bordados tan diferentes y, por supuesto, sus estampados, que son obras de arte”.
Pilar termina explicando que se rodea de “mujeres que me gustan, en el fondo porque me gustaría parecerme a ellas. Me encanta Palito porque su universo que no coincide con el mío. Mis amigas somos todas diferentes, por el interés de lo distinto. Es la curiosidad por saber cómo esas personas se mueven en otro registro diferente, porque han nacido en otros entornos, con otras familias, en otros trabajos, con otras vidas…”.
De hecho, confiesa Pilar, este desfile ha sido posible porque muchas mujeres han colaborado en su existencia, (desde la Alcaldesa a la Consejera de Fomento, pasando por la dirección de Sierra Nevada, entre otras) y muchas periodistas y directoras de medios. “Todas las puertas que se han abierto para este desfile las han abierto las mujeres, no siempre es el caso, pero en este caso sí”, concluye, ajustando una capa alrededor del cuerpo, mientras su sonrisa se refleja en la nieve.
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