Poty Castillo, invitado al pódcast 'En marcha con Nuria March'.

Poty Castillo, invitado al pódcast 'En marcha con Nuria March'.

Protagonistas

El coreógrafo Poty Castillo "Mi madre me apodó 'quitapenas' porque nací el día que murió uno de mis hermanos"

El bailarín, coreógrafo y presentador hace un repaso de su vida con Nuria March y anuncia su nuevo e importante proyecto.

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Eva Andreu
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Actualizada

Con la confesión, entre otras cosas, del apodo que se le impuso nada más nacer, 'el quitapenas', Poty Castillo abre su alma y corazón a Nuria March en una nueva entrega de este videopódcast.

Se trata de un invitado con múltiples facetas, entre las que se encuentran la de bailarín, coreógrafo y presentador, y que es reconocido como uno de los profesionales más consagrados de las artes escénicas en nuestro país. Habiendo trabajado en programas icónicos de televisión como Operación Triunfo o ¡Mira quién baila!, ahora se dedica a colaborar en Show Business, de Miguel Sierralta, y a presentar el espacio de gastronomía de Telemadrid Sabor a Madrid. 

Ya ha grabado 120 episodios, tal y como le cuenta a Nuria March, además de adelantarle que próximamente tendrá en su cocina a un invitado muy especial que nadie se espera. 

Nuria March y el coreógrafo comparte confidencias en este episodio.

Nuria March y el coreógrafo comparte confidencias en este episodio.

Regalos profesionales

Este episodio comienza con uno de los hitos más importantes de la carrera de Poty, haber trabajado con una legendaria figura de la danza clásica. "Imagínate que un día sueñas con ser bailarín y al final alcanzas el estatus profesional de tener la suerte de trabajar con la más grande, que es Maya Plisétskaya", cuenta.

Confiesa que su profesión y la popularidad le han hecho muchos regalos, entre ellos tener la oportunidad de participar en eventos solidarios para ayudar a aquellos que más lo necesitan. Con gran humildad comenta: "Me siento una persona muy querida y he aprovechado esta popularidad que me ha generado mi trabajo para poder ayudar". 

Castillo y Nuria destacan la figura de Paloma Ferre, fundadora del programa Madrileños por el mundo, con la cual el coreógrafo tuvo la oportunidad de dar las campanadas en 2008. "Me gusta trabajar con mujeres y creo firmemente en ellas", dice haciendo hincapié en su fe en el criterio femenino.

La oportunidad de dar la bienvenida al Año Nuevo ocurrió de nuevo en el año 2017, pero en un escenario muy diferente, Nueva York. "Dimos las campanadas en Times Square a 21 grados bajo cero, al lado de artistas como Mariah Carey, Camila Cabello y los Jonas Brothers", recuerda. 

Coreógrafo de 'celebrities'

Durante mucho tiempo, Poty Castillo hizo de la cadena Antena 3, su casa, y allí tuvo la oportunidad de entablar una conexión muy especial con Latinoamérica. "Estuve 11 años de coreógrafo en la cadena y colaboré con artistas como Chayanne, Paulina Rubio o Ricky Martin", confirma.

Después de haber hecho coreografías por todo el mundo, tiene un sinfín de anécdotas: "Julio Iglesias me pidió que trabajara como director de coreografía en una gira internacional con su hijo Enrique Iglesias". En este momento, Castillo hace un apunte acerca de cómo es la forma de trabajar de los artistas: "Los grandes son más simpáticos que aquellos que están a medio camino". Él mismo lo ha comprobado en sus experiencias con Gloria Estefan, Will Smith o Alfonso Ribeiro. 

Con Joaquín Martorell como padre televisivo, Poty es reconocido como un personaje que genera mucha simpatía entre el público. "Yo soy igual en la tele que en la calle", confirma. 

Un bailarín tardío

El cántabro siempre ha estado rodeado de mujeres a las que admira, entre las cuales resalta la relación tan especial que tiene con su madre, Pepita. "El día que yo nací había fallecido uno de mis hermanos a los nueve años, un capricho de la naturaleza, por eso me pusieron el apodo de 'el quitapenas", revela.  Un sobrenombre que, como cuenta en primicia, será el título de su próximo proyecto, un libro en el que contará todas sus experiencias vitales dadas por un bagaje profesional y personal lleno de esfuerzo, pasión y sacrificio. 

Para finalizar el episodio, comenta los inicios de su trayectoria como bailarín. Empezó de forma tardía cuando su madre descubrió una escuela de ballet en Torrelavega, su pueblo natal, mientras él hacía la mili como paracaidista. "Me dijeron que no iba a ser un profesional de la danza por empezar con 20 años", recuerda. Un augurio mal formulado, ya que, a los seis meses, ingresó en el Real Conservatorio de Danza de Madrid y completó la carrera superior de ballet clásico en solo dos años. 

Esta semana nos quitamos las penas bailando con Poty Castillo, un profesional lleno de gratitud que ha cosechado éxitos gracias a su carisma, simpatía, esfuerzo y constancia en la lucha de conseguir sus sueños dentro del mundo de la danza, la televisión y próximamente, la literatura