Marisa Manchado ha ganado el Premio Nacional de Música con su obra La Regenta.

Marisa Manchado ha ganado el Premio Nacional de Música con su obra La Regenta. David Morales

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La Premio Nacional de Música, Marisa Manchado: "Creí que la educación musical cambiaría la sociedad, fui muy inocente"

La compositora ha estado vinculada a la pedagogía en el ámbito musical: "La LOGSE ha sido un duro golpe, un enorme fracaso".

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Entre escuchar y crear, prefiere crear porque "ya ha escuchado mucho". Y entre el ruido y el silencio, se decanta también por el segundo. "Ay, mi querido silencio… ¡Qué haría sin él!", dice sobre la "mejor melodía de todas" Marisa Manchado, compositora y Premio Nacional de Música 2024.

Es curioso, si solo pudiera escuchar un instrumento sería la voz femenina: "Realmente en mi cabeza ha sonado María Callas", aunque también visualiza el violín, el chelo, los pájaros. "En la madrugada canta el mirlo, creo. Y al atardecer también hay unos preciosos, aunque no sé cuáles son", dice pensativa.

Marisa Manchado (68 años) es, a día de hoy, una de las mujeres más influyentes en el panorama musical académico, tanto español como internacional. En su dilatada carrera, ha hecho de profesora, pianista, escritora, vicerrectora de un conservatorio, colaboradora de radio y, por supuesto, se ha subido a palestras y escenarios para recoger casi infinitos premios a sus obrasEl último, el Premio Nacional de Música por su ópera La Regenta.

Culpa de su trayectoria la tiene, en parte, su infancia y adolescencia: desde muy pequeña supo que quería dedicarse a la música y se formó para ello. Aunque estudió Psicología en la Universidad Complutense, empezó a tocar el piano y a vincularse con el teatro o el baile desde edades muy tempranas. También fue una apasionada del cine y la buena literatura. "Yo vi Luces de Bohemia, que estuvo un año en el Teatro Español", dice sacando pecho.

Sin embargo, admite que hay un espacio en el que se siente especialmente cómoda: la ópera. "¡El espectáculo total que decía Wagner! Yo creo que eso es lo que me gusta, pero sobre todo la voz", afirma definitivamente. "¡Quién canta, los males espanta! ¿Será por eso que escribo óperas?", se pregunta en voz alta. Será por eso, Marisa.

Compositora y pianista, licenciada en Psicología, investigadora y divulgadora, Doctora en Musicología, Premio Iberoamericano de la Música, Premio Nacional de Composición, más de 150 obras… ¿Cuánto te ha costado llegar hasta aquí?

Mucha terapia, siempre lo digo. Aunque también he tenido la suerte de asistir a ella, y no me refiero a la suerte económica. Le debo mucho a mis padres y a sus esfuerzos. Tuve una educación laica y fundamentada en el pensamiento crítico, aunque me costó mucho reconciliarme con mi colegio. Empecé de muy joven con una amiga que se hizo psicoanalista y luego acabé en la terapia Gestalt.

Marisa Manchado es compositora, profesora, pianista y escritora.

Marisa Manchado es compositora, profesora, pianista y escritora. David Morales

¿En qué momento decides que te vas a dedicar a la música?

Fue un domingo cuando estaba en primero o segundo de COU, ahí pensé por primera vez que me centraría en la música exclusivamente. A mi madre casi le da un ataque, se puso muy recia y me dijo que tenía que ir a la universidad. Y la verdad que tampoco me costaba tanto. Recuerdo que mi padre se echó a reír y me dijo que me iba a morir de hambre como mi abuelo, que se murió de hambre pintando.

Pedí estudiar Historia del Arte, aunque acabé en Psicología porque pensé que tenía gracia. Y al final fue bastante curioso porque inauguramos la facultad de Somosaguas en el famoso año juliano, cuando un ministro que puso 'Franquito' decidió que el curso académico tenía que coincidir con el curso biológico. Empezamos el 1 de enero y acabamos en septiembre. Aquello fue un cachondeo… ¡un chiste!

Has recibido el Premio Nacional de Música con La Regenta por la "unión de estilos innovadores e híbridos" y por trabajar los "nuevos formatos y lenguajes en tu obra". ¿Cómo lo recibiste e integraste?

Estuve con gastritis un mes. Fue un susto. Recuerdo que iba en el autobús con un 9% de batería en el móvil y me llamó el ministro de Cultura, que tiene una voz preciosa, por cierto. Cuando me dijo quién era me quedé muda, pero nunca pensé que me estuvieran gastando una broma.

Después, fueron 48 horas de llamadas. La primera noche no pude dormir. Fue algo sorprendente, creo que tardé un mes en aterrizar porque yo este premio lo daba por perdido. Había sido candidata más veces, pero nunca lo ganaba.

Todo esto me hace recordar la primera ópera que hice, con Rosa Montero, y si lo comparo con esto pienso que ahora todo va mucho más rápido. En aquel momento fue un tsunami de una semana en la que no paró de sonar el teléfono. Y a los nueve días, silencio. ¡Mira qué bien!

Marisa Manchado ha ganado el Premio Iberoamericano de la Música Comuarte en el año 2007.

Marisa Manchado ha ganado el Premio Iberoamericano de la Música Comuarte en el año 2007. David Morales

En tus composiciones están muy presentes las mujeres de una manera u otra. Hablo de Emilia Pardo Bazán, de Juana de Arco, de tu madre, de todas las obras que tienen nombre de mujer… ¿Qué te inspiran todas ellas?

No sé qué me inspiran, pero sé que soy una mujer y lo he tenido claro desde pequeña, en toda su amplia dimensión. Me fijaba en cómo trataban a los chicos y a las chicas, incluso en el colegio. Recuerdo una escena en la que nos queríamos subir a los árboles y los profesores nos dijeron que las señoritas no podíamos. Eso en un colegio moderno, inclusivo. 

Me di cuenta de que el trato era diferente, a los chicos se les permitían más cosas, incluso en detalles tan básicos como que nosotras llevábamos minifalda en aquella época. Se notaba mucho quién iba a ser una mujer. Nos construían como tal.

En cuanto a mi madre, ha sido un referente fundamental. Viene de la República, de ese pequeñito periodo dorado de la historia de España, y siempre me decía que me hiciera económicamente independiente antes de casarme y tener hijos. Y mi padre me regaló El segundo sexo cuando cumplí 15 años… ¡Mi padre! A mí ese libro me cambió la vida, me dio una vuelta de tuerca.

Desde tus comienzos te has comprometido firmemente con la igualdad. ¿Cuáles son tus máximas en este sentido?

Pues que somos hombres y mujeres. Hay dos sexos, que yo sepa, y ambos convivimos, aunque vengamos de contextos diferentes. Históricamente, las mujeres nos hemos dedicado a parir y solo llevamos unos pocos años en Occidente regulando la opción de no hacerlo.

La máxima es que somos todos iguales y que las mujeres somos dueñas de nuestro cuerpo. Y también es la paridad, que convivamos, que compartamos responsabilidades y mediocridades… aunque yo no esté a favor de la mediocridad.

Fue vicedirectora del Conservatorio “Teresa Berganza” de Madrid hasta 2017.

Hablemos ahora de la igualdad en la música. Sigue habiendo muy bajo porcentaje de presencia de mujeres. Lo veíamos hace poco, con el Concierto de Año Nuevo. ¿Por qué todavía nos sigue costando tanto?

El drama de las mujeres es que no tenemos referentes. Nos hemos educado con Johann Sebastian Bach, Amadeus Mozart, Beethoven, Mendelssohn pero no Fanny sino su hermano Felix, Schumann pero no Clara sino su marido.

Es un arte muy antiguo, en el buen y el mal sentido, y nos vamos nutriendo de un canon referencial totalmente centroeuropeo y masculino. No solo en España, sino en todo el mundo. Aunque siempre hay países más sensibles a la igualdad, como Estados Unidos y Reino Unido.

Pongo el ejemplo de Ethel Smyth, que fue una sufragista pero de las de verdad, de las que rompían cristales: amiga de Virginia Woolf, lesbiana. La nombraron incluso Gran Dama del Imperio Británico y ahora está normalizada en el repertorio nacional.

Como compositora, Marisa Manchado ha escrito más de 150 obras.

Como compositora, Marisa Manchado ha escrito más de 150 obras. David Morales

También has apostado por la educación. ¿Crees que estamos remando en dirección correcta? ¿Enseñamos bien la música?

Para nada. Antes era muy inocente, y lo fui hasta anteayer. Tenía una gran expectativa e ilusión en la especie humana porque creía que era buena por naturaleza.

En los años 80, cuando arrancaron tímidamente los proyectos de música, me involucré con la revolución pedagógica. Estaba convencida de que transformaba a los seres humanos, y que a través de ella podríamos santificarnos y llegar al paraíso en la tierra (ríe). Pensaba que una buena educación musical transformaría la sociedad.

También creía que se podían cambiar los conservatorios, pero el golpe más fuerte vino con la LOGSE, que ha sido un enorme fracaso y más vale que se vaya asumiendo. Igualar por abajo no es bueno, ni saludable, ni interesante desde ningún punto de vista; aunque igualar desde arriba reduce mucho.

La música debería estar integrada en la educación obligatoria, que tendría que centrarse en, además de la inteligencia emocional, aprender a leer, pensar y utilizar los elementos lógico-matemáticos.