Patricia Santos, con sus galardones de mejor profesora de España en FP.

Patricia Santos, con sus galardones de mejor profesora de España en FP.

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Patricia Santos, tres veces mejor profesora de España en FP: "Alumnos que faltaban a clase, conmigo venían"

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Patricia apuntaba maneras desde pequeña. Ya en el colegio, sus profesores decían que su lenguaje "era demasiado avanzado" para una niña de su edad. Y puede que fuera por eso por lo que, precisamente, pasara toda su infancia respondiendo "jueza" cuando alguien le preguntaba que qué quería ser de mayor.

Esa niña "de buenas notas y primera fila" puso rumbo finalmente a la facultad de Derecho de Málaga, en busca de materializar lo que durante años estuvo soñando. Pero ya en la carrera, ese pensamiento comenzó a desdibujarse. A pesar de graduarse "con matrículas de honor" y de que el derecho le encantase, se dio cuenta de que ese no era su camino

Al finalizar quinto, con especialización en Derecho Mercantil, decidió dar a su vida un giro de 180 grados, haciendo lo que antes se llamaba CAP y que ahora se conoce como el Máster en Formación del Profesorado, donde conoció la rama de la Formación Profesional (FP). Con una vocación de ayudar a los demás, quiso interesarse por esta vía de la educación que, siente, "aún está un poco desprestigiada". 

Patricia Santos, la malagueña elegida tres veces como la mejor docente de FP de España.

Patricia Santos, la malagueña elegida tres veces como la mejor docente de FP de España.

Se puso manos a la obra, preparó unas oposiciones y a la primera sacó una de las mejores notas de Andalucía. Por entonces tenía 24 años, y esa joven no sabía que el día que pisó el aula del primer colegio donde estuvo, el IES Virgen de la Esperanza de La Línea de la Concepción, cambiaría su vida para siempre

Ahora, con 46, Patricia trabaja en el IES Profesor Isidoro Sánchez de Málaga, pero gracias a su dilatada trayectoria en varios centros situados en "zonas deprimidas", se ha convertido en la tres veces nombrada mejor profesora de España en FP. La última vez que ha recibido este galardón, que otorga Educa Abanca y que es conocido como 'el Goya de la Educación', fue en la edición de este 2024, siendo la única docente española en ostentar el título en tres ocasiones.

Una 'llamada' de vocación

Fue en una clase de la universidad, durante una actividad, donde Patricia sintió 'la llamada'. "Yo siempre hacía todas las prácticas que nos mandaban para subir nota y, en una de ellas, la profesora nos hizo preparar una clase como las que ella daba. El caso es que la lección que me preparé fue súper aburrida, pero en cuanto me subí al altillo de clase sentí la vocación", revela Patricia. 

Sintió que necesitaba "ayudar a los demás", y un despacho de abogados no era el sitio para hacerlo. Pero su llegada al mundo de la educación no fue nada fácil.

"Como en un principio entré de interina, no tenía puntos para elegir mi destino, así que estuve durante años haciendo lo que llamamos cariñosamente 'turismo docente'. Mi primer colegio estaba en La Línea de la Concepción, el IES Virgen de la Esperanza que, como todos sabemos, se encuentra en una zona deprimida, en un contexto social bajo y el alumnado era complicado", afirma. 

Patricia con algunos de sus alumnos.

Patricia con algunos de sus alumnos. Cedida

"Recuerdo que los chicos venían de familias desestructuradas, muchos se dedicaban fuera del aula a trapichear con drogas o a delinquir, y eso me puso muy al límite siendo jovencita. Sentí que no estaba preparada, que no tenía las herramientas suficientes para trabajar allí, pero hoy lo agradezco muchísimo", prosigue. 

La motivación al ver a su alumnado interesarse por las clases que impartía, y sentir que ella, en cierta manera, podía ayudarles a "construir un futuro", hizo que Patricia cambiara sus pareceres. Sus destinos, desde aquel entonces, tenían que tener, como requisito obligatorio, estar en zonas con ese contexto. "Necesitaba sentirme útil, aportar, ayudar. Y creo que en ese tipo de colegios es donde más podía hacerlo", explica. 

Un viaje a Hollywood

La cabeza de una joven Patricia, superada por la situación, no dejaba de dar vueltas. No dejaba de preguntarse de qué manera podía hacer que ese alumnado, "completamente desconectado del sistema", encauzara su vida académica hacia un futuro prometedor. 

"Necesitas mucho trabajo de resiliencia, aplicar la inteligencia emocional, tener esa parte de empatía y de querer acercarte a los demás y no centrarte en lo meramente académico. Recuerdo que muchos profesores me decían 'somos maestros, no psicólogos', no estoy nada de acuerdo. Nuestro trabajo tiene mucho de psicología, es una parte fundamental", asegura. 

De esa manera, siendo cercana con los alumnos, intentando hacer la materia interesante e impartiéndola de manera práctica, consiguió que una gran parte de los estudiantes se interesaran por las clases. "Logré que alumnos que no iban nunca a clase comenzaran a venir de manera continuada e incluso que sacaran buenas notas", revela. 

Pero su trabajo no quedó ahí, y puede que uno de los secretos para ser tres veces mejor profesora de España de FP se encuentre fuera del aula. "Mis alumnos tienen muchas carencias formativas, pero también muy pocos recursos para fomentar su futuro laboral, así que hicimos de las actividades extraescolares algo útil que les ayudara a sacar todo el potencial", cuenta. 

Patricia con algunas de sus alumnas.

Patricia con algunas de sus alumnas.

Patricia decidió crear un proyecto de emprendimiento, "pero a lo grande". "Los estudiantes siempre me decían que veían imposible llegar a sitios como Nueva York, y decidí montar una actividad en la que los alumnos montaran un proyecto de negocio para con él ir ganando dinero y costearnos todos un viaje hasta Hollywood, aplicando todo lo visto en clase sobre estrategias comerciales", explica.

En apenas cinco meses lo consiguieron. Recaudaron un total de 86.000 euros, que permitieron a Patricia y a 98 estudiantes cruzar el charco: "Fue muy bonito y emocionante. Los chicos aprendieron que hay que luchar, esforzarse, pero que nada es imposible. Todos pusieron mucha ilusión en el proyecto, y cuando volvimos del viaje me regalaron entre todos una plaquita. Es de los tesoros más importantes que tengo". 

Proyectos como este, así como sus ganas e implicación, son lo que ha hecho que Patricia sea una docente 'de premio'. En este caso, todo fue un éxito, pero Patricia confiesa que, a veces, "no todo es color de rosa" y que, en más ocasiones de las que uno piensa, "las cosas no salen como uno quiere". 

Cuando las cosas no salen bien

Aunque prefiere quedarse con lo bueno, Patricia recuerda también "tiempos difíciles". Como cuando algunos de los alumnos decidieron abandonar el camino escolar para siempre o cuando Jorge, un alumno que le ha marcado para siempre, volvió a las andadas. 

"No se me olvidará en la vida. Jorge era uno de mis chicos de mecanizado. Un joven desconectado del sistema. No tenía interés, no iba nunca a clase y, si iba, a veces lo hacía después de haber fumado. Poco a poco le fui recuperando. Empezó a participar, a interesarse, y conseguí que viniera con regularidad. Pero un día, dejó de aparecer. A las semanas pregunté preocupada, porque no era normal, y fue cuando me dijeron que le habían detenido junto a sus amigos por robar, y que ahora estaba en la cárcel", cuenta. 

Patricia se derrumbó. "Conmigo no faltaba nunca, había cambiado, y me había ilusionado con él porque ahora veía que tenía un futuro", afirma. Al ser preguntada por cómo lidia con la frustración que provocan este tipo de casos, contesta que la clave está en entender "que no se puede conectar con todo el mundo". 

"Hay alumnos, que por lo que sea, se te escapan, y hay que aceptarlo. En su día me hundí, sentí que había llegado tarde, pero ahora prefiero centrarme en lo que sé que verdaderamente está bajo mi control, y en lo que sé que puedo cambiar o, al menos, ayudar a cambiarlo", confiesa. Esto es lo que hace con sus nuevos 'niños' del IES Profesor Isidoro Sánchez de Málaga, siendo sus antiguos alumnos quienes le sirven como motor para seguir adelante con su buen trabajo.

"Siento que lo que hago vale la pena cuando pienso en aquel alumno que me dijo que no valía para estudiar y que ahora es ingeniero. También cuando me acuerdo de la chica que ahora mismo es la representante de Estée Lauder, o de Paula, que ha participado creando efectos especiales en la película de La Sociedad de La Nieve". Por ellos, que ya lo consiguieron, y por los que aún faltan por llegar, Patricia se despide con un mensaje de cambio en el sistema educativo, algo que cree que es "absolutamente necesario". 

"En España hace falta una mejora del sistema y mucha mano con la orientación. Mucha gente sigue teniendo un pensamiento peyorativo de las FP. A pesar de que son una opción muy buena, muchos padres no lo sienten como un éxito si sus hijos acaban haciendo eso. Además, es necesario abrir las puertas a una educación igualitaria. En determinados grados te das con un canto en los dientes si cuenta al menos con una chica en el grupo. El sesgo de género aún sigue muy presente", finaliza.