La productora Macarena Rey: “Si hace tres años me preguntan si Broncano estaría en TVE, diría que no”
“Las mujeres tienen apetito y ganas por llegar a lo más alto. Pero los que toman decisiones deben cambiar la mentalidad”
Llega tarde, pero va al grano. Es de las que no se enredan. Viene de negociar los derechos de un libro con su autora y su agente literario y ahora pone la cabeza en esta sesión, para la que cuenta con la inestimable ayuda de su hermana, la estilista Huga Rey. Es ella quien le dice qué le sienta bien y qué regular en cuanto al vestuario, que se antoja de los poquitos espacios en los que la CEO de Shine Iberia y creadora de los formatos televisivos más potentes de este país, puede delegar el control.
Fue la propia Elisabeth Murdoch, hija del magnate mediático estadounidense, quien la fichó para montar la productora en la península, y a día de hoy no hay español que no haya visto alguno de sus programas. Macarena Rey ha dado a luz a formatos y talent shows tan exitosos como MasterChef y todas sus versiones o Maestros de la costura, y recientemente ha apostado por reportajes y documentales como Bosé Renacido, amén de la ficción y otros formatos que próximamente verán la luz. En Portugal capitanea entre otros programas The Voice. A un lado y a otro de la frontera congrega a un equipo de más de mil trabajadores que se dedica cada día a entretener a millones de espectadores. Es el spa mental para el público.
Su trabajo ha sido reconocido por el prestigioso Festival de Televisión de Vitoria-Gasteiz (FesTVal), que le ha concedido este año el Premio Joan Ramón Mainat por su “extensa y exitosa carrera” en su rol directivo y en la creación de formatos audiovisuales. La excepcionalidad de este reconocimiento reside en que, por primera vez, se lo otorgan a una profesional “de detrás” de las cámaras. Hasta el presentador Jorge Javier Vázquez bromeó en la gala con aquello de “tengo que conseguir como sea el teléfono de Macarena Rey”.
La productora ha encumbrado a numerosos rostros a lo largo de la última década, pero es de las que huyen del foco mediático. Y hay quienes se muerden las uñas por ponérselo: su núcleo de amistades abarca de Carolina Herrera a Blanca Suelves o a María Fitz-James. “La privacidad es la mayor libertad que existe”, apunta en una sesión en la que el teléfono no dejará de sonar.
Su experiencia en el sector audiovisual viene de largo: comenzó en el departamento de compras de Antena 3 y Vía Digital, pasó por Telefónica Media, Canal+ España y BocaBoca Producciones, donde desarrolló el archifamoso 21 días. Con este palmarés, ¿quién tose a Macarena Rey? “Uy, ¡todo el mundo!”, responde enseguida. Porque es de las que prefieren dirigir desde el charco y no desde el despacho y, claro, ahí una se expone a lo que le venga.
Zapatos de Ceibo Concept
El carácter líder viene de herencia. Su abuela, que leía mucho, era una adelantada a su tiempo. Se dedicó a la ganadería, llevó la contabilidad de un hospital y fue la primera mujer que se sacó el carnet de conducir en Salamanca. Esta filosofía quedó marcada en Mercedes, madre de Macarena, y en sus dos hermanas, Huga y Rocío, educadas todas en la importancia de la independencia. “Somos un matriarcado”, cuenta Rey, a la que la vida, paradójicamente, le ha ‘regalado’ chicos.
Ellos, ellas, junto a su marido, el empresario Javier Goyeneche, constituyen la red familiar de seguridad a la que se aferra en los momentos complejos -”somos una piña”-, y a quienes les ofrece las tartas que prepara en sus ratos libres. Porque tras una jornada entre plató y plató de MasterChef, la que se pone a cocinar es ella. Su especialidad son las de zanahoria, limón, chocolate y almendra molida, pero solo las prueba. ¡Que se las coman otros! Aparte de la cocina, la empresaria practica yoga todas las mañanas, se empapa de los programas nuevos en emisión por aquello del deber profesional, ve series, acude a ver a su Atleti -”soy rojiblanca hasta la médula”- y agarra el karaoke en cuanto puede.
Dicen que eres exigente. ¿Es así o es que ahora se tolera todo mucho menos?
Soy exigente, pero la primera en serlo consigo misma soy yo. Por eso exijo lo que doy. También te digo, creo que ahora hay muy poca tolerancia al esfuerzo y al sacrificio y es una pena, porque cuando te haces mayor -y yo ahora lo puedo decir-, la vida te enseña que nadie te regala nada, que hay que esforzarse y pelear por lo que uno quiere y eso, en muchos casos, supone renuncias.
¿A qué ha renunciado Macarena Rey?
Por ejemplo, a pasar más tiempo con mi familia, con mis hijos o con mi marido. Valoran lo que hago y están muy orgullosos de mí (¡o eso me dicen!), pero en ocasiones una tiene la sensación de que no está donde debe. Si permanezco mucho tiempo con ellos, puedo tener la impresión de que debería estar en la oficina; o, si hay mucho lío en el trabajo, pienso igual con los míos. Al final, lo más valioso que tenemos es el tiempo.
¿Eres una máquina de impulsar carreras?
No, no, y si lo fuera, ¡habría montado una agencia de representación!
Ya tienes una idea más.
¡No lo creo! Pero si te refieres a las personas a las que redescubrimos con MasterChef Celebrity, es cierto que mi obsesión es que no se vean los nombres de siempre. Prefiero dar esa segunda oportunidad a gente que lleva fuera de la televisión mucho tiempo, o a alguien que no haya probado nunca antes, como fue el caso de Tamara Falcó. Le tengo mucho cariño, a ella y a su madre, y me hace especial ilusión que encontrara su camino en el ámbito de la televisión y la cocina.
De alguna manera, este salto generó una catarsis en ella porque se enamoró de la cocina, se hizo con su título de ‘Le Cordon Bleu’ y ahora tiene una carrera dentro de la comunicación y de la televisión. También pasó con Juanma Castaño, que venía del mundo de la radio y acabó siendo un monstruo televisivo. O con Marina Rivers que, siendo una influencer muy conocida en redes, nunca se había lanzado al prime time.
¿Cómo se sorprende a un público que ha visto casi de todo? ¿La normalidad está infravalorada?
Precisamente lo que tiene más valor en la televisión es la normalidad y la verdad. Todo el mundo interpreta un papel ante la cámara, pero cuando encuentras a alguien normal y de verdad, como es el caso de Blanca Romero, que llevaba años sin trabajar en este sector, descubres una joya. Y el sentido del humor también es fundamental para enamorar al espectador, por eso siempre pido a los equipos de mis programas que incorporen ese ingrediente. Bastante triste es a veces la vida de la gente como para que se sienten ante la televisión y vean otro drama.
Falda de Mon&Pau
¿En qué momento se encuentra la televisión pública?
¡Uf! Está cambiando mucho. La televisión pública depende de la línea editorial en función de quién ‘la maneje’ en ese momento, y ahora se encuentra en uno de transformación. Estamos todos expectantes ante los cambios que se están produciendo y los que se verán de aquí en adelante. Si me preguntas hace tres años si Broncano tendría cabida en TVE, te hubiese respondido que no, porque la línea editorial no tiene nada que ver con la televisión pública. Pero mira, ahí está, funcionando muy bien.
¿TVE tuvo razón al empeñarse en su contratación?
Depende de lo que consideres qué es un servicio público. Depende...
Solo con MasterChef Celebrity acabáis de sumar un 13,4% de share, pero la tele es una montaña rusa. ¿Cómo afrontas las semanas en las que la famosa curva se hace la remolona?
La hora del comienzo no nos beneficia nada. Es muy tarde. Llevamos mucho tiempo pidiendo que emitan el programa más temprano, y también lo reclaman los espectadores. Pero han optado por un access, que es Broncano, más los sorteos de lotería, que nos lleva a empezar demasiado tarde. A la tele no le preocupa porque somos un programa líder. Llevamos diez semanas consecutivas encabezando el prime time y con una audiencia acumulada de casi cuatro millones de espectadores. El dato es bueno, pero me gustaría que empezáramos antes.
O incluso que se adelantaran los horarios por la salud de todos.
Sí, ¿verdad? Es curioso, los horarios de las cenas se adelantaron después de la pandemia y los cocineros están encantados porque la gente llega a cenar a las ocho y media de la tarde en vez de a las diez de la noche y, sin embargo, la televisión es el único espacio que no ha adelantado los horarios. Hay que dejar claro que se trata de ser más civilizados, que estamos igualándonos a Europa con los tiempos de las cenas, pero no con estas emisiones.
¿Es más fácil mojarse en la cocina que en política?
Mucho más, muchísimo más.
¿Hay perspectiva de plantear algún programa para mojarse en ella?
Me encantaría, claro que sí. De hecho, estamos trabajando con Antonio Banderas en un formato que tiene que ver con el liderazgo. Es una idea suya, pero soy de su misma opinión: estamos muy cortos de líderes. Ojalá salga.
Alguna vez has mencionado que faltan mujeres en las cúpulas directivas del sector. ¿Hay poco apetito por estos puestos o se frenan desde arriba?
Las mujeres tenemos muchísimo apetito, ganas y compromiso por llegar a lo más alto. De hecho, somos expertas en romper barreras, en echarnos todo a la espalda y en poder con lo que nos proponemos. Lo que hace falta es que cambie la mentalidad de las personas que toman las decisiones, porque hay muy poquitas mujeres. En los puestos políticos sí podemos encontrar más, como en el caso de RTVE, pero a nivel de dirección o consejeros delegados de cadenas, vemos a Cristina Burzako en Movistar+ y a pocas más.
Pantalón de Mon&Pau, zapatos de Kurt Geiger y camisa de Peserico by Just One
¿Quién se atreve a rechistar a Macarena Rey?
Uy, ¡todo el mundo! ¿Sabes qué ocurre? Que hablo con todos. No dirijo desde el despacho, estoy siempre en el barro, así que a mí me viene desde el que tira los cables hasta la directora de casting o el jefe de producción, y todo el mundo me dice aquello de: ‘oye, pues creo que…’. Es importante estimular a la gente para que diga lo que piensa, porque es la manera de que todo evolucione y crezca, y a partir de ahí establecemos un diálogo. MasterChef va a cumplir trece años en enero y, aunque tengo una visión muy clara del programa, es importante recibir feedback de fuera para darse cuenta de los aspectos que se puedan escapar.
¿De qué opinión te fías más?
De la gente a la que admiro y, sobre todo, de la opinión del espectador. Al fin y al cabo es el cliente final para el que trabajamos. Es cierto que no se puede complacer a toda la audiencia, pero hay que guiarse por la mayoría. En el caso de MasterChef, que está en una televisión pública, el asunto puede ser más delicado porque todo el mundo tiene una opinión y el derecho a decir lo que considera que está bien o mal.
Pantalón y camisa de The-Editoriall by Just One
Superaste un cáncer de mama, pero apenas he visto declaraciones al respecto. ¿Es un asunto que prefieres reservarte?
He hablado del tema cuando me han preguntado y soy bastante activista ayudando a las organizaciones. Lo que no hice en su momento fue hablar cuando me ocurrió. Solo lo hice cuando me curé, y porque entendí que era un mensaje bonito que había que trasladar a las mujeres: que el cáncer de mama es una piedra en el camino, que afortunadamente la medicina ha avanzado mucho y que el índice de mortalidad es bajo y casi todo el mundo se cura. Hay que mirarlo de frente y vivir con intensidad, alegría y amor. La vida es un regalo que celebrar todos los días. Nunca sabes cuánto tiempo te queda, y ya no hablo solo del cáncer. Fíjate en lo ocurrido en Valencia, se te encoge el corazón.
Eres madrina de la Fundación Pequeño Deseo..
Sí, y estoy muy orgullosa de la labor que hace Cristina Cuadrado, la directora de la Fundación. ¿Sabes lo importante que es para un niño que tiene una enfermedad crónica o terminal recibir estas sorpresas? Está demostrado que producen una mejora, por eso hay que seguir ayudando. Da igual lo liada que esté, pero a esto no se puede fallar nunca.
Agradecimientos especiales a AEDAS Homes