Lorena Durán: “Me faltan compañeras de tallas grandes”
La modelo nos desvela, con optimismo y sinceridad, su lucha por una moda más inclusiva
A sus 30 años y con una década de imparable carrera en la moda, Lorena Durán se erige como una figura empoderada que desafía los estándares convencionales. Originaria de Sevilla, la modelo ha dejado huella en la industria, siendo una de las primeras en participar en una campaña de Victoria's Secret. Su valentía y fortaleza son una fuente de inspiración y su reciente reconocimiento como la Mejor Modelo con Proyección Internacional confirma su impacto a nivel mundial.
En el escenario internacional, Lorena Durán destaca como una de las modelos más cotizadas y ha abierto camino a las mujeres con tallas diferentes a los estándares tradicionales. Su participación en campañas de renombre le ha valido el reconocimiento y la admiración, consolidando su posición como una influyente referente en la moda inclusiva.
En plena víspera de sus trabajos en Nueva York, Lorena comparte para Magas su perspectiva sobre la importancia de eliminar etiquetas en el mundo de la moda. La top model nos transmite sus reflexiones, destacando la necesidad de romper con términos como curvy o plus size. Su experiencia en la profesión le confiere una visión única sobre la evolución y los desafíos del sector.
Conversamos con la modelo sevillana, que hipnotiza con su belleza y cautiva con su valentía, demostrando que el mundo de la moda es mucho más que etiquetas y estándares. Su voz e impacto la sitúan como un referente que va más allá de los límites impuestos por la industria.
Últimamente, no paras, de un lado para otro... hace poco estuviste en Punta Cana, ¿cómo estás?
Muy bien, muy contenta. Estuve también en Tulum, para una campaña, ya que estoy en medio de varias promociones y creo que está siendo un momento muy bueno.
En el mundo de la moda, se utilizan etiquetas y estándares, ¿cómo prefieres que la gente te describa?
Cuando empecé, se me encasilló como modelo curvy o plus size para definir que tenía una talla diferente a la estándar. Por eso, no entiendo por qué hay que etiquetarlo todo. Soy Lorena Durán y da igual la talla, no quiero más etiquetas. Creo que este concepto hace daño a la sociedad y crea confusión por meter en el mismo ‘saco’ todo lo que no es talla estándar.
Traje de Simorra, collar y zapatos de Roger Vivier
Hablemos sobre tu camino en la industria de la moda. ¿Por qué te dio por el modelaje?
Eso se trae o no se trae. Desde que era muy pequeña, apuntaba ya maneras. Me ponía los tacones de mi madre, las hombreras de mi abuela… crecí viendo los shows de Victoria’s Secret y entre lazos y purpurina.
¿Y tus padres qué decían?
En mi casa era un ‘primero estudias y luego haces lo que te dé la gana’. Estudié y soy técnico de laboratorio químico. Además, trabajé en una ferretería, en un bar y hasta en una pastelería, haciendo dulces, durante dos años. Hasta que se me presentó la oportunidad de ser modelo.
Americana de Mirto, pantalones de Simorra, pendientes de Zag Bijoux Paris y deportivas de Philippe Model Paris
¿Cuándo llegó exactamente esta incursión en el mundo del modelaje?
Yo era muy delgadita, desde pequeña. Tras un problema hormonal, por el que tuve que ser intervenida, mi cuerpo cambió. Ni yo misma creía que podía llegar a ser modelo. Lo que para mí siempre había sido un sueño, se vio afectado. Fue mi booker, Marisol, quien me dijo ‘el mundo de la diversidad ha llegado para quedarse, tú puedes ser modelo con la talla que tienes’. Yo crecí en otro canon de belleza, el de las medidas 90-60-90. A partir de ahí, tomé la mejor decisión de mi vida.
Ahora que recordamos ese inicio, ¿ha cambiado el concepto que tenías cuando empezaste? ¿En qué sentido?
Muchas veces me pellizco y me pregunto si lo que estoy viviendo es real. Es algo que me viene, como te decía, desde muy pequeña. Pero, es cierto que ahora conviviendo con la moda, me doy cuenta de que no me imaginaba que este mundo iba a ser así. Es muy duro y no piensas que te pueden cambiar ciertas cosas. El estar lejos de tu familia, las soledades… aun así, no he perdido la esperanza ni la ilusión y me mantengo como el primer día que empecé siendo modelo profesional.
¿Hubo mucho ‘no’ por el camino?
Hubo muchos ‘no’. Vengo de un pueblo de Sevilla y ahí empecé con la moda flamenca, pequeñas pasarelas, me presenté a Miss Sevilla… fue durante ese Miss Sevilla cuando empecé a enfrentarme a esa secuencia de ‘no’. Muchas veces me han dicho ‘qué guapa eres pero qué gorda estás’. De hecho, era condición para desfilar en moda flamenca, el perder peso. Pero, he sido tan cabezona siempre que me ha ayudado a mantenerme en mi objetivo. Lo considero muy importante, no quiero priorizar mi trabajo sobre mi salud.
Vestido de Pinko, zapatos de Jimmy Choo y joyas de Aristocrazy
En una palabra, ¿cómo dirías que está siendo tu camino?
Esfuerzo. Nunca es fácil sacrificar aspectos de la vida. Separarte de tu familia, intentar dejar a un lado comentarios que duelen, tratar de mentalizarte con ese ‘voy a ir a por todas’… por eso, elijo esfuerzo.
¿Podrías recordar el momento más significativo de tu carrera?
Trabajar para Victoria’s Secret. Me fui a Estados Unidos porque, en Europa, ya estaba haciendo cosas importantes, quise ampliar y probar el sueño americano. En uno de esos días que estaba paseando por Nueva York, me saltó un mail de mi booker de allí. Me dijo que tenía un casting para Victoria’s Secret y lo primero que pensé fue que se había confundido. Así que fui para allá al día siguiente y mi espontaneidad ganó. Me pusieron mi lencería, mi batita y a caminar por la pasarela.
Fue a los tres días cuando me dijo mi booker que tenía que ir a la agencia a probarme unos pantalones. Cuando llegué a la agencia, estaba todo apagado, toqué la puerta y, de repente, se encendieron las luces y… CONGRATULATIONS! (¡ENHORABUENA!). Ahí me confirmaron que había gustado a Victoria’s Secret y que ya estaba confirmada la primera campaña. Fue el primer momento en que la firma apostó por una talla fuera de lo establecido.
Eres una figura importante en la promoción de la diversidad en esta misma. ¿Cómo se lleva la idea de representar una gama más amplia de cuerpos y apariencias?
Tengo mucha responsabilidad, soy consciente de que soy una persona que abre camino y una referencia para todas las niñas que quieren dedicarse a ello. Tengo que dar ejemplo y mensajes con cabeza. Trato de ayudar a todo el mundo. En España, necesitamos abrir más la mente.
¿Cómo definirías la relación de los diseñadores con la inclusividad?
Hay muchos diseñadores que no se atreven a coger tallas más grandes, modelos trans… yo quiero que den la oportunidad a todo tipo de personas para que cuando la gente vea el desfile, sea consciente y se sienta identificada con lo que ve. Cada año vamos mejorando algo pero, muchas veces, entro en el debate de si los diseñadores nos eligen por business o si realmente lo hacen porque quieren cambiarlo y concienciar a la sociedad.
Si te digo Madrid Fashion Week (que hace poco te pudimos ver allí), ¿qué dirías?
Por mi parte, estoy agradecida de haber estado otro año más desfilando pero, me faltan compañeras de tallas grandes. Me falta diversidad. No es suficiente con sacar a una chica negra, una chica curvy y una modelo trans. Para mí, la diversidad es el show de Rihannna.
Para las niñas que desean ser modelos pero encuentran barreras relacionadas con las tallas, ¿qué consejo práctico ofrecerías?
No tirar la toalla nunca. Si les gusta algo, y sienten que es su vocación, que sigan intentándolo. Otro consejo es ‘los pies en el suelo’, sobre todo en este mundo que es tan volátil.
¿Tuviste alguna referencia en tu vida?
Más que referentes conocidos, diría mi madre. Es una mujer maravillosa que me ha inculcado eso de no tirar nunca la toalla. Tiene la cabeza muy alta a pesar de las adversidades y la admiro mucho. Es mi mejor ejemplo a seguir y me inspira cada día.
Vestido de Pedro del Hierro, zapatos de Alma en Pena, anillo de Aristocrazy y joyas personales
Me gusta acabar las entrevistas hablando de los sueños y tengo dos preguntas en este sentido. La primera, ¿quedan muchos sueños por cumplir? La segunda, ¿cuál es ese sueño en el que piensas a la hora de irte a dormir?
Seguir dedicándome a mi trabajo todos los años de mi vida, si me lo permite. También sería una buena oportunidad para reivindicar las modelos longevas. Pero, fíjate, tengo un sueño relacionado con este mundo artístico y es actuar. Si ya completo el total wishlist, te diría que formar una familia.