Adriana Ozores borda su papel de matriarca en “Galgos”, la nueva serie de Movistar Plus+ : “En mi caso, lo mejor ha venido muy tardío”

Al cumplirse cien años del nacimiento de su padre, José Luis Ozores, “todo su cine llega a la gente que apunta maneras del audiovisual, y que son fans no, lo siguiente”.

En su entorno, señala, hubo muchos nombres conocidos, además de su tío, Mariano, o su prima Emma, de actrices como Emma Penella o Terele Pávez. También Amparo Rivelles, de la que tiene un recuerdo imborrable tras trabajar juntas en La Celestina, obra de teatro que dirigió Adolfo Marsillach en el CNTC. De ella dice que “fue una delicia y un máster de vida estar a su lado”.

Adriana Ozores explica que “por un lado, hemos sido una familia mediatizada por las circunstancias, por una manera de entender la vida de la posguerra; pero, por otro, hemos sido una familia siempre viviendo, jugando… jugar y jugar, eso diría, nada serio, ni formal, ni institucional, la vida en casa era eso. Al mismo tiempo muy influenciados por el hecho de que había que trabajar para comer y salir adelante”.

GALGOS

Estos días, la actriz está de actualidad porque interpreta a una durísima matriarca que se intenta hacer con el poder en una familia de empresarios de gran consumo en Galgos, una serie de Movistar Plus+ que sin duda dará que hablar.

“Estoy muy contenta. Más allá del trabajo de los actores, mis compañeros, que están fantásticos, lo que me ha sorprendido es la factura que tiene, ¡la luz! Y el argumento, me parece muy valiente proponer una historia tan oscura. De verdad que aplaudo el trabajo de los directores, es estupendo, cuando vi el primer capítulo, esa carrera de galgos, es una gran serie”, asegura Ozores.

“No lo había pensado”, responde a la pregunta de si espera premios por su interpretación. “Que me haría ilusión, claro, pero no lo pienso. La calidad y el nivel interpretativo de esta serie no es normal, lo que hacen Óscar, Patricia, … cualquiera de ellos, se va sumando. Y, aparte, los dos directores han creado algo espectacular, el concepto y la realización. Ha sido duro, con muchas horas y esfuerzo, pero ha merecido la pena.

Sobre cómo le llegó el proyecto, explica: “De una forma un poco rara. Primero llegó y se paralizó un montón de meses. Finalmente, salió para adelante y, enseguida, nos pusimos a ello. La mayoría estábamos disponibles, afortunadamente. Me contactó una productora con la que había trabajado en Antena 3, me conocían de muchas cosas y les apeteció que participara en este proyecto”.

“He trabajado mucho con Nelly (Reguera) y con Félix (Viscarret)”, continúa, “se ensayó bastante y lo he trabajado mucho, y hemos repetido. En el rodaje, podía hacer propuestas, pero como actriz no tienes claro el proyecto completo, el arco completo de la serie, hacia dónde quieren llevarte, así que en algunos momentos yo podía tender a una cosa y ellos me iban indicando otra”.

Su personaje, explica ella misma, “tiene una evolución bonita. Comienza con esa cosa como despistada primero, que no sabe qué está pasando ni en su mundo ni en el interior de ella misma, hasta que coge una línea y termina siendo incluso dura”. Si tuviera que definirlo en una sola frase, explica, “sería algo así como ‘quien fui y ya no soy’. Fui una cosa y, de la noche al día, otra”.

LIDERAZGO FEMENINO

Para Adriana Ozores, el tema de la serie “es un tema de esta época. Estamos todos en ello, incluidos los que participamos de las series y la audiovisual. Todos tenemos esas ganas y esa necesidad de contar cómo una mujer llega a liderar”.

En concreto, continua, “me gusta mucho el contraste de ella como líder, con la parte más cercana y familiar a sus hijos, esa relación filial. Me parece muy chulo, por ejemplo, cómo en un momento muy dramático, de furia total, le ofrece un ibuprofeno a su hija porque ve que le duele la cabeza. Eso nos habla de todos, no solo de ella, de cómo somos las personas”.

Ahonda la actriz que, en este proyecto, “al tratarse de una situación nueva, en el punto de partida de la serie, hay momentos que son patéticos. Se trata de una familia consolidada, con una manera de entender la vida muy concreta, a la que le pasan cosas. En una familia, tienes la oportunidad de ver la parte más incapaz, inadaptada e inmadura que a lo mejor no se ve tan claramente en otros entornos. Y, aquí, está todo mezclado, lo laboral y lo familiar, de un modo muy moderno”.

SAGA FAMILIAR

Tras recientes homenajes a su saga familiar, explica, “TVE hizo una cosa preciosa, yo creo que había muchísimo más material, pero la filmoteca llega hasta donde se puede. Una pequeña muestra sirve para ver que la propuesta de mi padre era muy innovadora, aunque ellos no tenían esa sensación, fueron gente que nacieron y crecieron en ese humor del absurdo. Había una mezcla de las circunstancias y el juego, consistía en no darle la importancia, no primaba lo artístico, lo profundo o lo cultural, no se lo podían permitir. Quizás se permitían más holgura”.

Respecto a la interpretación, explica, “en mi caso, lo mejor ha venido muy tardío, aprender a valorarla con la profundidad de la actuación, eso lo he visto, reconocido y entendido muy mayor. Antes era muy responsable, pero no había hecho el clic de la profundidad de lo que significa interpretar. No puedo quejarme en absoluto, no puedo tener un ‘pero’ a mi carrera, he tenido mucha suerte. Lo que sí veo en los compañeros es lo durísimo de quedarse sin trabajo, o del mundo de la cultura, cuando ves cuánto esfuerzo cuesta cualquier paso que se da en ese sentido, y el poco apoyo de algunas instituciones, eso acaba quitando la ilusión al más pintado”.

Adriana Ozores se encuentra en un momento dorado de su carrera, con multitud de proyectos. “Acabo de hacer una película con Sonia Escolano, que se titula Norbert(a). También estoy en una serie con Javier Fesser, en la que tengo un personaje muy estrafalario y divertido. Estreno en pocos meses Pequeños Amores, dirigida por Celia Rico. Y sigo haciendo teatro con Lluís Homar, unos diálogos de San Juan De la Cruz, ahora iremos a Barcelona, soy fan de acercar los místicos españoles”.

De lo último que ha visto, destaca “una película y una directora que me han impactado, Destello bravío de Ainhoa Rodríguez, brillantes”. Un hobby que practica y que poca gente sabe es “pintar en tablet” y siempre que puede se escapa “a la sierra de Madrid, a pasear”, concluye.