Son muchas las mujeres que se han depilado con láser en los últimos años, pero no todas están igual de contentas. Son bastantes las que se quejan de que a pesar de haberse sometido a ello, no se trata de algo permanente, sino que deben seguir depilándose. ¿Por qué? ¿Es definitiva? ¿Sirve igual en todas las personas?

Para poder entenderlo, primero debemos ser conscientes de que los métodos de depilación láser han evolucionado muchísimo en los últimos años. Actualmente, según explica el vicepresidente de la Sociedad Española de Medicina Estética (SEME), el doctor Alberto Morano, hay dos tipos de depilación láser: la fotodepilación y la depilación láser (diodo y Alejandrita, fundamentalmente).

Según indica, la fotodepilación es una depilación láser a base de luz pulsada, es decir, una emisión de una luz que tiene diferentes longitudes de onda que son multidireccionales, por lo que se trata de una luz dispersa. Así, la diferencia con la depilación láser (diodo, alejandrita) es que ésta es unidireccional, va a un foco o a una diana concreta.

Depilación láser o fotodepilación

"Entonces la luz pulsada es efectiva también como el láser, pero es menos específica. Se emplea para pieles blancas o pálidas, y una característica importante es que no se puede hacer en pieles morenas o bronceadas o en épocas de sol", subraya el también miembro de la Sociedad Española de Láser Médico Quirúrgico (SELMQ).

Asimismo, añade que la depilación láser (diodo, alejandrita) absorbe la energía de una diana concreta, no afecta al resto del tejido, con lo cual es más versátil. "El láser es más específico sobre el folículo piloso con la ventaja de que se puede hacer, aunque según tipo de láser, en pieles morenas o bronceadas, y por tanto también en verano. No conviene que el paciente haya tomado el sol previamente el mismo día, ni que esté irritado con el sol; pero se puede hacer durante todo el año", añade.

En ambos casos, indica que debemos dejar crecer el vello durante aproximadamente dos o tres semanas y a partir de ahí, rasurarlo para que el láser incida en el folículo piloso y no en el pelo, porque entonces no sólo se quemaría el pelo sino también la piel. A la hora de depilarse, desde esta sociedad científica aconsejan realizarlo a través de un láser médico porque son de mayor potencia, pero al mismo tiempo dan menos efectos secundarios, y ofrecen por tanto más seguridad en el tratamiento.

"Los láseres de baja potencia, o la luz pulsada de baja potencia, debilitan el pelo pero no la destrucción del folículo piloso, que es lo que interesa a la hora de un resultado positivo con la depilación", agrega Morano.

Qué hay que tener en cuenta

Ahora bien, no todos los láseres sirven igual a todo el mundo, y a la hora de poner los parámetros del láser se deben tener en cuenta algunas consideraciones como el color del vello, el grosor del mismo, su densidad y el color de la piel.

"Todos estos parámetros en la depilación láser (diodo, alejandrita) se pueden especificar uno a uno, a diferencia de la fotodepilación, donde no es posible porque tiene varias longitudes de onda, mientras que el láser solo una, que es unidireccional y específica para el vello.

Por otro lado, Morano llama la atención sobre el hecho de que muchas pacientes se quejan de quemaduras durante la depilación láser: "Una quemadura superficial de un láser si bien no es frecuente, sí es posible, aunque si el tratamiento es correcto, no tiene por qué dejar ninguna secuela. Antes del tratamiento es necesario realizar un estudio previo de la piel y comprobar que el estado de ésta es uniforme y no hay pigmentaciones".

Así con todo, el doctor Morano menciona que los láseres más usados hoy en día para depilación son los de diodo. "El de alejandrita es muy efectivo, pero tiene mucha absorción de la melanina, con lo cual ha quedado un poco obsoleto en el sentido de que no se puede aplicar en pacientes de piel oscura o en verano", advierte.

En cambio, señala que los de diodo han hecho una adaptación para que no haya absorción de la melanina, y puedan emplearse en pieles más o menos bronceadas. Además, dice que el de diodo se puede aplicar con más seguridad y menos efectos secundarios, "con lo cual difícilmente podrá producirse una quemadura en la piel", añade el vicepresidente de SEME.

En el caso de la luz pulsada, advierte de que tiene más riesgos de provocar una quemadura si hay color o bronceado en la piel.

Recomendaciones

Con todo ello, Morano recomienda que el día anterior, o los dos anteriores, no haya tomado el sol la paciente, independientemente de que esté algo bronceada, y de igual forma, que al día siguiente del tratamiento no tome el sol, pero sí pasados dos o tres días. "Todo depende de las características de los láseres que se empleen", añade.

Otra de las contraindicaciones que pueden darse es los medicamentos que pueda estar tomando el paciente, ya que algunos son fotosensibles, entonces si un paciente los toma, y usásemos un láser se podría crear un problema de pigmentación en la piel.

Sobre si son métodos definitivos, Morano explica que la mayor parte de los láseres actualmente realizan una depilación permanente, no tanto definitiva en el sentido de que nunca más vayamos a tener un pelo.

"Al cabo de 4-5 años algún folículo puede volver a reproducirse, pero nunca todo el vello eliminado. Por eso no se puede hablar de depilación absolutamente definitiva, sí permanente o de larga duración, y por la que al cabo de los años puede salir algún vello", agrega.

También pide diferenciar la respuesta entre el paciente femenino y el masculino, debido al estado hormonal de cada uno. "En algunas mujeres hay una mejor respuesta que en otras, por ejemplo, cuya causa de vello son los niveles altos de hormonas masculinas.

Además, la depilación en el hombre no se considera definitiva o permanente, estos siempre deben realizar un mantenimiento a largo plazo, a diferencia de la mujer que la mayor parte de las veces es una depilación quasidefinitiva", remarca.

Quemaduras

Mientras, el miembro de la Academia Española de Dermatología y Venerología (AEDV), y catedrático de Dermatología, el profesor Julián Conejo-Mir, advierte en este sentido de que existe mucha ineficacia con los tratamientos de depilación con láser porque quienes la realizan no saben usar bien los aparatos, y además les producen quemaduras a las pacientes por pasarse. Por eso aconseja que quien desempeñe la técnica sea un médico o profesional sanitario experto en la materia.

"El aparto de depilación láser mal utilizado puede hacer un verdadero destrozo en la piel. Cuando vas por la calle y ves un cartel que ofrece depilar por láser por 30 euros esto es imposible, no se puede ofrecer a esos precios, algo pasa, o no se cobra nada por hacerlo o el aparato es barato. Un aparato de depilación láser cuesta de 50.000 a 60.000 si es bueno, y dura unos 4 o 5 años".

Eso sí, el miembro de la AEDV incide en que no está relacionado la depilación láser con los melanomas o cáncer de piel, si bien advierte de que si la persona que se somete al tratamiento presenta lunares, y se emite el láser hacia ellos, los quemará.

"Hoy normalmente los que depilan saben que no puedes disparar un láser sobre una mancha o un lunar porque no es bueno. Si una persona tiene muchos lunares en la zona que se va a depilar, que estos se eviten. Una quemadura durante mucho tiempo sí puede generar melanoma. Esa precaución es cierta y hay que tener cuidado con ello. En sí mismo el láser no provoca melanoma", agrega Conejo-Mir.