Una mujer teletrabajando con el ordenador desde casa y Alis Escobar.

Una mujer teletrabajando con el ordenador desde casa y Alis Escobar.

Estilo de vida

Alis, vive en Madrid y trabaja en remoto para el extranjero: "Termino a las 02:00 a.m. por el cambio de horario español"

La cifra de nómadas digitales extranjeros en España ha crecido un 42 % desde hace un año, siendo un destino de teletrabajo cada vez más habitual.

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El trabajo en remoto se ha consolidado como una de las modalidades laborales más populares especialmente entre los jóvenes en España y en todo el mundo. Esta fórmula de empleo a distancia permite desempeñar todo tipo de funciones desde fuera de la oficina tradicional y desde cualquier lugar del mundo, gracias al apoyo de las herramientas digitales.

Una fórmula que no solo ofrece libertad geográfica, sino que también favorece una mejor conciliación entre la vida personal y profesional. Y aunque cada vez son más los españoles que se animan a teletrabajar desde destinos como Bali o Tailandia, crece el número de extranjeros que eligen España para hacerlo.

Según datos del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, actualmente hay unos 138.000 nómadas digitales extranjeros residiendo legalmente en el país.

Una cifra que no deja de aumentar. De hecho, ha crecido un 42 % respecto al año anterior y se ha multiplicado por 15 en la última década. Pero ¿cómo es realmente la vida de una trabajadora en remoto en España, especialmente cuando hay grandes diferencias horarias con el país de origen de su empresa o clientes?

La creadora de contenido Alis Escobar ha compartido su experiencia en uno de sus vídeos de TikTok. Una rutina que, aunque tiene muchas ventajas, también implica adaptarse a horarios que poco tienen que ver con el ritmo habitual del entorno. Una rutina que es el reflejo de cómo el trabajo en remoto puede moldearse a ritmos y estilos de vida poco convencionales.

@alis_ep

Diseña rutinas, que le hagan sentido a tu cuerpo, a tu estilo de vida y a tus niveles de energía. 🤍

♬ sonido original - Alis Escobar

"Os quiero contar cómo vivo mi vida desde que me mudé a Europa pero trabajo en horario de México y más ahora que ya son 8 horas de diferencia gracias al cambio de horario. Trabajo aproximadamente de 18:00 horas a 02:00 a.m. Es lo mejor que me ha pasado en la vida pero también es complicado.", explica.

Para ella, trabajar en horario nocturno no ha sido un problema, sino una ventaja: "Este tema de trabajar en las tardes y noches a mi me funciona muy bien porque siempre he sido una persona súper nocturna, no me hagas despertarme temprano porque me cuesta muchísimo y en las tardes y noches como que sí soy mucho más productiva", cuenta.

Sin embargo, adaptar esta rutina a un entorno donde la mayoría vive en otro horario puede generar cierta incomodidad. "Lo que sí ha sido súper complejo es aceptar esta rutina en la que haga este horario sin sentirme mal. Por ejemplo, ahora son las 10:00 am, apenas me acabo de despertar y va a arrancar mi día. Mis compañeras de piso por ejemplo llevan horas despiertas, una de ellas ya empezó haciendo ejercicio, otra ya está trabajando...".

Ese desajuste provoca una especie de "culpa" por no seguir los mismos tiempos que el entorno, aunque racionalmente sepa que su jornada laboral fue más larga. "Esta parte como de la culpa, a pesar de que en mi cabeza ya sé que ellas se durmieron muchas horas antes que yo porque yo seguí trabajando. Diseñar una vida que vaya al revés de la de otras personas del mundo a veces es un poco raro y a la mente le lleva tiempo procesarlo", confiesa.

La importancia de las rutinas propias

Aún en proceso de adaptación a su nueva vida en Madrid, Alis reivindica la necesidad de crear rutinas propias, más allá de los estándares sociales: "Todavía llevo poco tiempo en Madrid y sigo descifrando a qué hora voy a ir haciendo ciertas cosas de las mañanas pero ahí voy. Digo esto porque es importante diseñar rutinas que tengan sentido para nosotros, no las que el vecino nos dice o hace".

Y concluye con una reflexión que resume su experiencia y que va destinada a aquellas personas que, como ella, sigan horarios opuestos a los del resto de personas debido a su trabajo: "Si a ti te funciona madrugar todos los días y hacer ejercicio, increíble, si a ti te funciona que tus horas más productivas sean por la tarde e ir a un ritmo más lento, increíble, pero a mí lo que más me ha funcionado es dejar de pelearme por las cosas que no son funcionales en mi vida porque la realidad es que mi vida es rara y tengo que aprender a hacer las paces con eso. Así que diseña las rutinas que te hagan bien y tengan sentido para tu vida y tu cuerpo".

Y es que, en su caso, el horario de México y el de España se desajustan aún más con la llegada del invierno, pasando de siete a ocho horas de diferencia. Un cambio que obliga a ajustar aún más sus rutinas y a empezar la jornada laboral a las seis de la tarde, cuando su entorno ya está terminando el día.