Entrevista

Ocho mujeres (y sus 30 millones de lectores), de viaje a Japón con Shiseido: “La belleza nunca deja de evolucionar, cada edad tiene una propia”

Entrevista

“Dicen que el paso del tiempo es feroz con las mujeres. Muy al contrario, me parece liberador”

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Shiseido

Se cierra la puerta del avión y 30 millones de personas se acomodan en sus asientos rumbo a Japón. Increíble, pero cierto: eso sucede cuando las siete editoras y directoras de las principales cabeceras españolas, todas juntas -Joana Bonet, Samary Fernández, Amaya García, Inma Jiménez, Olga Ruiz, Mayka Sánchez y Cruz Sánchez de Lara- estrenan el vuelo directo de Iberia de Madrid a Tokio invitadas por Shiseido. Sus medios suman millones de lectoras y así, junto a ellas, es como si este avión llevara dentro a más de medio país.

Ainhara Viñarás, la octava, directiva general de la división Prestige de Shiseido, inclina su asiento justo cuando en el avión se hace de noche. En las nubes, cada una de las mujeres invitadas ha recibido un libro de viajes, un poemario o una guía del país nipón, y amenities de belleza. Al despertar de los sueños, entre películas y comentarios, Japón aparece en la ventana, como ocurría en el famoso cuento de Cortázar, La isla a mediodía: cuando las mujeres más influyentes de los medios y el estilo de vida de este país ponen un pie en el aeropuerto de Tokio, poco más de la mitad de un día después, el tiempo parece no haber transcurrido.

Ainhara Viñarás, Mayka Sánchez, Cruz Sánchez de Lara, Samary Fernández, Olga Ruiz, Joana Bonet, Inma Jiménez y Amaya García

De izquierda a derecha: Ainhara Viñarás, Mayka Sánchez, Cruz Sánchez de Lara, Samary Fernández, Olga Ruiz, Joana Bonet, Inma Jiménez y Amaya García.

La modernidad de Tokio (y Yokohoma) 

Para Joana Bonet, directora del Magazine de La Vanguardia, Japón no es un país, es un mundo. “El poso profundo de su cultura ha sido revisitado en la era contemporánea. Términos como kintsugi [técnica para arreglar los desperfectos con oro] o ikigai [razón de vivir] demuestran el respeto al sentido de la vida… Ceremoniosos y rápidos, educados y audaces, impolutos y extravagantes. Así vi a sus ciudadanos. Japón te cambia la energía, también en este viaje. Incluso la excentricidad es serena, y resulta admirable que los ancianos todavía tienen rango y a los jóvenes se les entrega la llave del experimento. Experimentan, lo hacen con sus ropas, sus mascotas, su ramen o su música. Vi muchas parejas de enamorados”, declara Bonet.

Para Samary Fernández, directora general del área de lujo, estilo de vida y revistas de Vocento, fue impactante el comienzo del viaje en el barrio de Ginza, uno de los más exclusivos del mundo. Aquí, en el año 1872, Arinobu Fukuharu fundó la primera farmacia japonesa de estilo occidental. Ahora la empresa con el símbolo de la camelia cotiza en bolsa y presume de una flagship ultramoderna con fuentes de las que brotan sus productos e inesperadas máquinas de relajación en su sótano, un restaurante Parlour o lugares como Shiseido Future University, donde se pueden contemplar “productos fabricados especialmente para la Emperadora nacional de Japón, como una barra de labios con oro y brillantes”, explica Ainhara.

Soy usuaria de Shiseido desde hace muchos años”, continúa Samary. “Ver cómo ha crecido la empresa, conocer todas las líneas de productos cosméticos, y también otros negocios en los que han diversificado como restaurantes con estrellas Michelin, es muy impresionante. Incluso descubrimos lo que significa la palabra Shiseido, que es ‘la casa que contribuye a mejorar la calidad de vida’, un propósito que les acompaña en todo lo que hacen. Fueron unos días de inmersión total en el universo Shiseido en la ciudad que vio nacer la marca y en contacto con la cultura y gastronomía japonesas tan presentes en la firma”.

Detalle de el kimono de Cruz Sánchez de Lara
Samary Fernández, Ainhara Viñarás y Cruz Sánchez de Lara junto a una representante del equipo de Shiseido

Amaya García, directora de Yo Dona, confirma cómo, en su opinión, “en el tema de la belleza, el culto al cuidado y sus rituales de belleza, son fascinantes. Esa cultura de mimar la piel a diario con mil y un productos es increíble”. Y resalta de Tokio la gastronomía, desconocida a menudo desde nuestra visión occidental, pero “con una variedad increíble asombrosa. El Fish Market es una joya. Desde las izakayas más gamberras [restaurante japonés] a los Michelin. Cada comedor es una experiencia en sí misma. Sus puestos callejeros son estupendos”.

En excursión a Yokohama, Ainhara relata cómo juntas pudieron visitar los laboratorios de la marca, “con más de 3.000 científicos en los que se investiga para todas las líneas de tratamiento de todas las marcas, un centro Open Innovation, al que cualquier persona puede entrar y acceder para hablar con los científicos; y un centro de innovación, Fibona, con sedes en otros lugares de China y Francia, en el que interactúan start-ups y universidades respecto a los temas más novedosos”.

Amaya García, Olga Ruiz, Ainhara Viñarás y Mayka Sánchez vestidas con sus kimonos
Ainhara Viñarás, Mayka Sánchez, Cruz Sánchez de Lara, Samary Fernández, Olga Ruiz, Inma Jiménez y Amaya García

La tradición en Kioto 

A Kioto dicen que no se llega, sino que es la ciudad la que llega a cada persona. Para Amaya García, “de Tokio a Kioto parece que vives en dos mundos. Lo moderno y lo tradicional conviven con una sintonía curiosa. La educación de la gente y la amabilidad también llamaron mi atención. A veces, eso sí, se pasan de cuadriculados”, comenta con ironía. Para Samary Fernández, “un momento mágico del viaje fue vestirnos todas nosotras con los kimonos y ser parte de todo el ritual que tiene detrás, entendiendo ese tiempo pausado y esa delicadeza con la que lo hacen todo”.

Se refiere así a un taller sobre cómo vestirse con un kimono, el vestuario tradicional y nacional de Japón. La palabra kitsuke hace referencia al hecho de vestirse apropiadamente por sí mismo o bien mediante la ayuda de otra persona: en esta ocasión, una experta ayudó a las invitadas a realizar el ritual de la vestimenta. La profesional explicó la gran variedad de kimonos que se pueden adaptar según la estación, por ejemplo el yukata, diseñado para el verano, hecho de algodón y más fresco. Y relata sobre otras variedades que se utilizan según la ocasión, desde los momentos cotidianos a las ocasiones especiales, como por ejemplo bodas.

En diferentes versiones, añadió la experta, “en cuanto a su diseño, pueden ser lisos o bien más vistosos por el tipo de tela o por sus estampados y bordados, y sus motivos se suelen basar en la naturaleza, dada su importancia en la cultura japonesa”. Destacó el cinturón, que puede ser realizado con telas especiales de hilos dorados sutilmente entrelazados como las que elabora Hosoo. Hoy en día, confirma la experta, el kimono aún se viste de manera especial para grandes ocasiones como las celebraciones importantes, y también es habitual su uso en personas que se dedican a las artes tradicionales japonesas como la ceremonia del té que se organizó a continuación.

Cruz Sánchez de Lara vistiéndose con su kimono junto al equipo de Shiseido

Cruz Sánchez de Lara posando en las instalaciones

Como explicó a continuación la maestra en la ceremonia del té Eiko San, “la esencia es simplemente disfrutar de un momento de sosiego y paz tomando una taza de té. Siempre está presente el sentimiento de omotenashi (hospitalidad japonesa) hacia las personas invitadas. Se crea un espacio totalmente ajeno al mundo exterior y cotidiano, en la que priman la paz y la serenidad, una comunicación apenas sin palabras, un espacio donde el respeto y los sentimientos de ambas partes conectan, pudiendo apreciarse y agradecerse un instante único compartido por todas las personas que participan”.

El espacio de la ceremonia se convierte así en un pequeño universo lleno de detalles, preparados todos con esmero, “siempre pensando en sus invitados desde el corazón, en los que están presentes el kakejiku (obra con caligrafía japonesa) y las flores (ikebana), así como los recipientes y utensilios, el té de gran calidad que se prepara, y otros detalles”.

Existen, como señala esta maestra, “distintos tipos de ceremonias en función del deseo del anfitrión o anfitriona, del momento del día o de la estación: puede ser más larga con comida o puede ser un momento más breve en el que se busca simplemente disfrutar del té. Esta ceremonia engloba todo lo que se aprecia en la cultura japonesa: el respeto, la paz, la armonía, el silencio, la serenidad y el omotenashi”. Ainhara nos recuerda un detalle, la razón por la que la entrada a estas casas tiene pequeñísimas puertas tradicionales para que los samuráis no pudieran acceder con sus armas: dentro solo cabe el disfrute con una misma, con cada ikebana (arreglo floral) y agradecimientos, con el té en tres sorbos.

Para la directora de Harper’s Bazaar, Inma Jiménez, “Japón es una amalgama perfecta de rituales y protocolos, mitos y leyendas, tradiciones ancestrales con la absoluta modernidad”. Tras una cena maravillosa en una casa tradicional en el restaurante de un ryokan (alojamiento tradicional), describe sus sensaciones: “Este país es fascinante, enigmático, frío y acogedor. Contraste en estado puro, inspiración que te acecha a la vuelta de la esquina y te atrapa sin pudor”. Es increíble para ella “cómo una cultura puede navegar tan sutilmente entre las tradiciones milenarias y la innovación disruptiva. Y lo hace con una elegancia silenciosa, estudiada y ceremonial. Invita a contemplar la realidad con una mirada profunda, a apreciar los detalles y matices, a sentir la armonía y el equilibrio entre el ser humano y la naturaleza. A celebrar las imperfecciones, y a hacer de ellas un arte”.

Ceremonia del té
Bodegón de la colección Future Solution LX de Shiseido

Un recuerdo inolvidable

“En algunos momentos hemos llorado de la risa”, añade Viñarás, que comenta cómo en este viaje hubo alegría e inspiración, como suele ocurrir en el país del sol naciente. “Recuerdo cuando fuimos a probar sushi de peces globo, el cual sólo ocho chefs en el mundo tienen autorización para cortar, y de hecho realizan un máster muy largo para aprenderlo, por el riesgo que implica. Y también cuando probamos algunos mariscos muy sorprendentes para nosotras como europeas”.

Ainhara Viñarás, Mayka Sánchez, Cruz Sánchez de Lara, Samary Fernández, Olga Ruiz, Joana Bonet, Inma Jiménez y Amaya García en el restaurante

España es uno de los mercados más importantes de Shiseido: en pocas palabras, a muchas españolas les gusta esta firma. Para Mayka Sánchez, directora de Woman, “tras este viaje, creo que Shiseido concibe el tiempo como un aliado, gracias a una filosofía cargada de ricas implicaciones. Si nos referimos a sus cosméticos; para desarrollarlos, se apoya en el pasado, la cultura y tradiciones japonesas, fomentando rituales de belleza ancestrales. Pero también lo hace en el futuro, con la ciencia más sofisticada y, por supuesto, primando la belleza, independientemente de la edad, entendida como una piel sana, mimada, que te ayuda a sentirte mejor”.

Coincide en esta visión Olga Ruiz, de Telva. “Podría hablar horas del GIC de Shiseido, que merece una visita, de la increíble cocina del Janu o de la visita a la lonja, pero lo que destacaría especialmente es el estupendo ambiente de camaradería y libertad del grupo de colegas de profesión al que Shiseido embarcó en este maravilloso viaje”.

Foto dos de Cruz Sánchez de Lara posando en las instalaciones

La belleza de cada época es un tema recurrente de este viaje. “Dicen que el paso del tiempo es feroz con las mujeres. Muy al contrario, me parece liberador”, resume la directora. “Que el verde crece fuera y dentro —los árboles hablan—, la pulcritud en cada gesto —incluso en las alcantarillas—, el equilibrio entre la luz y las sombras —sin contrastes—son las cosas que se aprenden en Japón”, escribe Joana Bonet en su cuenta de Instagram.

Para Cruz Sánchez de Lara, editora de Magas y vicepresidenta ejecutiva de EL ESPAÑOL, “este viaje ha sido la oportunidad de cumplir un sueño. Quería conocer Japón y nunca me atreví a soñar que lo haría de la mano de la firma Shiseido, que en mi mente simboliza la piel perfecta, y de mujeres a las que admiro por ser las que realmente inspiran a todas las españolas”. Añade que “el liderazgo femenino, que tan bien encarnan todas las directoras y editoras de medios de comunicación y directivas de firmas como Shiseido, tienen muchísimo que aportar aún en este siglo, como vimos en la última gala de ‘Las Top 100’, en la que hablamos de la importancia de poner de moda la ambición femenina, pero en colaboración con los demás. Me inspira especialmente una idea de belleza que se comparte y que nunca deja de evolucionar, porque cada edad y cada época tienen una belleza propia”.

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