Sevilla

Paloma Peinado habla desde el otro lado del teléfono con una sonrisa. Tras su dulce voz se esconde la cabeza y las manos de Airbus en materia de informática, digitalización y ciberseguridad, una pieza clave para la compañía con la llegada de la pandemia y sus respectivas consecuencias en materia social y económica. 

Ingeniera industrial por la Universidad de Sevilla, su amplia trayectoria comienza en el sector aeronáutico en 1998 hasta que en 2003 aterriza en Airbus. Es allí donde desarrolla su trayectoria hasta hoy, actualmente directora de sistemas para las funciones de Operaciones de Airbus Defensa y Espacio y responsable de informática a nivel nacional.

Su función la ejerce en España pero su trabajo se extiende como tentáculos al resto de centros en Europa del gigante aeronáutico. Precisamente, la pandemia le ha enseñado a afrontar lo desconocido priorizando las personas y el negocio y, con ello, nuevas dinámicas laborales que han llegado para quedarse.

Optimista, también de profesión, insiste en la importancia de la creación de referentes entre el público femenino como su propio perfil. Confía en que ese proceso se haga de forma natural y sin depender de cuotas laborales. Peinado atiende a Invertia para reflexionar sobre los cambios que ha traído la pandemia al sector y el papel de la mujer en el proceso. 

Como responsable en la materia, ¿cómo se ha reforzado la informática dentro de Airbus?

Nadie estaba preparado y los aviones no nos lo podíamos llevar a casa. La prioridad era sacar a los empleados de las oficinas y de forma segura. Como compañía, no estábamos preparados para esto y se han tomado decisiones nunca hechas y en tiempo récord.

Mi rol se ha reforzado y es un punto a favor porque desde España hemos definido los pasos y los estándares que el resto de países con plantas de Airbus han seguido. Tomar decisiones y estar al frente sola tenía una doble responsabilidad dado que lo que hacíamos desde España les iba a llegar a otros compañeros que tampoco han tenido tiempo para reaccionar.

¿Ha sido Airbus Spain un ejemplo para el resto de países?

Sí, tanto a nivel de sistemas como a nivel de negocio. Las crisis te ponen frente a una situación desconocida de incertidumbre y tienes que tomar decisiones aunque no sepas si saldrán bien o mal para la continuidad del negocio.

En el tema de la ciberseguridad de la compañía, la cifra de empleados teletrabajando se ha multiplicado hasta por 300. Hemos adaptado el acceso remoto asegurando la seguridad en las redes y las conexiones. Balancear todo eso con responsabilidad da vértigo pero te ayuda a asumir responsabilidades.

"Tenemos que ver el lado positivo de esta crisis: las nuevas formas de trabajo"

La crisis nos ha traído cosas malas pero también cosas para mejorar y que no habíamos visto antes en el día a día. Tenemos que ver el lado positivo: las nuevas formas de trabajo. Antes se entendían de una forma y ahora nos están ayudando a evolucionar más rápido.

¿Qué cambios se han introducido en esta nueva normalidad dentro de Airbus?

A nivel de dinámica de trabajo, se han adecuado las oficinas a las medidas de protección y seguridad. Se ha hecho un gran despliegue a nivel de limpieza y desinfección en tiempo récord duplicando el servicio y mientras todos trabajábamos desde casa.

En mi campo, hemos desplegado una gran cantidad de dispositivos e infraestructuras. La capacidad de redes no era suficiente y la empresa ha hecho una inversión sin mirar el coste. La prioridad era la salud de los trabajadores y la continuidad del negocio a nivel de ciberseguridad.

El nivel de exposición era muy alto, la vulnerabilidad se multiplicaba y hemos hecho un trabajo de seguimiento para los posibles ataques que pudiéramos tener. Los ataques se han multiplicado de forma exponencial, se han incrementado un 30% durante este periodo, pero ninguno satisfecho.

No solo es trabajar desde casa. El trabajador se ha convertido en la fuente y canal más vulnerable para los ataques. Por eso también hemos impulsado una campaña de sensibilidad para asegurar que, de forma disciplinada, los empleados cumplieran las normas de seguridad.

"El trabajador se ha convertido en la fuente y canal más vulnerable para los ciberataques"

¿Cómo ha cambiado el peso de su labor en la empresa?

Es más visible a nivel global por mi papel en la transformación digital. Ha sido fundamental para que los empleados sigan trabajando con normalidad en Airbus. Es crucial a día de hoy y ahora se está dando más visibilidad.

Cuidar todos los centros de trabajo y la digitalización con nuevas tecnologías es la responsabilidad que tengo. Comenzamos el desarrollo en España y lo trasladamos al resto de los países. Nuestro negocio está más avanzado tecnológicamente en España y tenemos que ser referente para el resto de la división.

¿Qué carencias ha dejado a la vista la pandemia?

Por ejemplo, el uso de las plataformas que no se utilizaban pese a estar disponibles. No se viaja y en nuestro sector supone un mazado grande. Las plataformas que hemos desplegado tenemos que sacarle el mayor partido posible. Es una fuente más que demostrada capaz de hacer funcionar a una empresa.

Sobre la formación, la teníamos de forma presencial. Ahora esta situación no nos lo permite y no habíamos hecho un uso adecuado de las tecnologías antes porque no veíamos la necesidad. Antes no se nos pasaba por la cabeza.

La Covid-19 ha dejado a la vista lo burocráticos que somos. Las cosas se pueden hacer más ágiles priorizando en el día a día que nos come la burocracia. En ciberseguridad, tenemos que explotar todo lo posible y más allá el uso de los datos, seguir invertido para anticiparnos a lo que pueda ocurrir.

"La Covid-19 ha dejado a la vista lo burocráticos que somos en el trabajo"

Trabajamos ahora para implantar una capa de inteligencia artificial para anticipar y monitorizar el acceso remoto para sentirnos seguros y reaccionar ante incidentes. La crisis sanitaria nos ha traído una necesidad de coger oportunidades, ponerlas en práctica y mantenerlas.

Con su experiencia, ¿se debe potenciar ese tipo de formación dentro del sistema educativo?

Las carreras de informática son el ahora. Tenemos que inculcar que las nuevas tecnologías están aquí ya y son la ventaja competitiva de cada empresa. Hay que generar referentes, no solo como mujer, sino también este tipo de carreras necesarias. En Airbus, la capacidad de digitalización se hace desde dentro y necesitamos gente con ese conocimiento.

En esta empresa insistimos desde antes de la pandemia. Necesitamos competencias digitales dentro de las compañías y si no las traemos de fuera. O formas a la gente o desapareces. Hay que acompañar a las compañías que todavía cuestionan que la digitalización es un proceso muy caro. Tenemos que traer nuevos modelos de negocios para ser más competitivos.

"Hay que acompañar a las compañías que todavía cuestionan que la digitalización es un proceso muy caro"

¿La labor pasa por hacerlo atractivo para la mujer?

En este ámbito, somos muy pocas. Para mi no era atractivo pero por el desconocimiento. Si no tienes un referente en un área no te llama la atención. Es fundamental generar referentes y yo como mujer estoy sola. Para ello, se tiene que potenciar desde el lado del negocio y de la mujer.

Se asocia a un trabajo técnico para los hombres y para nada. Cuando llegué no había ninguna mujer en el comité y ahora hay un 50% en primer nivel y somos referentes en la digitalización.

La tarea pasa por seguir generando los referentes porque la diversidad de género es una necesidad, no un número o un capricho. Está demostrado que la complementariedad entre hombres y mujeres es necesaria. Airbus está demostrando que se puede y que se está haciendo. Poco a poco se conseguirá y ojalá sea más natural.

¿El problema está en la falta de confianza propia a ahora a aspirar a tales puestos?

Sigue habiendo falta de confianza y cuando hablas con ellas compruebas que se ponen su propia limitación. Cada vez menos pero sigue. Yo puedo ser un caso extraordinario pero si yo he llegado otra mujer puede hacerlo. Por eso la importancia de los programas internos de mentoring. En nuestro caso con la universidad para generar referentes y mediante sesiones con mujeres que hablan de su experiencia.

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