Mucho se habla últimamente de los sistemas híbridos dentro del segmento de los deportivos, una alternativa a priori razonable de cara a un futuro en el que los vehículos propulsados únicamente mediante un motor de combustión lo tendrán muy difícil para circular sin tener que hacer frente a ninguna restricción. 

Es por ello que se ha tomado la hibridación como el camino más sencillo y rápido para que los fabricantes de automóviles sean capaces de ofrecer una gama de vehículos capaces de circular sin problemas en entornos especialmente restringidos al tráfico como los centros de las ciudades, territorio cada vez más vetado. 

El VW Golf GTI es el perfecto ejemplo de coche para todo desde hace muchos años. Décadas convertido en la referencia para aquellos que necesitan un vehículo compacto para el día a día, práctico, con habitabilidad y espacio suficiente, pero también con una faceta deportiva que permite darse una alegría cuando la situación lo permite. 

Hace poco tiempo, el GTI comparte una porción de su espacio en la gama con la versión GTE, una variante inédita en el Golf hasta la fecha, que gracias a un sistema de propulsión híbrida con batería enchufable ofrece una potencia similar a la del GTI con grandes dosis de tecnología. 

La séptima generación del Golf todavía se encuentra a mitad de su vida comercial, pero el desarrollo de la siguiente variante ya ha comenzado hace tiempo. Es evidente que las versiones eléctricas e híbridas coparán a buen seguro una importante proporción de la gama, desplazando a las hasta ahora tradicionales versiones diésel y gasolina. 

Todo parece indicar que el propio GTI estrenará también un nuevo conjunto propulsor híbrido que mejorará las capacidades ecológicas del compacto alemán, ofreciendo a buen seguro unas prestaciones muy destacables. Pero…¿qué pasará con el placer y las sensaciones de conducción? ¿Tiene sentido un GTI híbrido ofreciendo ya Volkswagen una versión GTE?

¿No sería más aconsejable, sobre todo de cara a la imagen del modelo, mantener en la medida de lo posible un GTI lo más auténtico y genuino posible? ¿Es indispensable híbridar de forma agresiva un modelo tan icónico? El tiempo lo dirá, pero todo indica que el GTI tal y como lo conocemos está próximo a su desaparición.