Volkswagen ha presentado hace un par de meses la renovación de su modelo estrella, el Golf. La séptima generación del compacto alemán sigue triunfando allá por donde pasa, gracias entre otros motivos a una gama excepcionalmente amplia, que ofrece alternativas válidas a prácticamente cualquier cliente potencial. 

La actualización del Golf ha traído consigo numerosas novedades sobre todo en el plano técnico, con nuevos propulsores y funcionalidades, aunque también ha supuesto un soplo de aire fresco para la imagen del coche, que sin acusar de forma notable el paso del tiempo, comenzaba a quedarse algo rezagado respecto a rivales de reciente aparición.

Ahora Volkswagen ha presentado un nuevo acabado denominado R-Line, que ya conocíamos de antes, pero que también ha pasado por las manos de los diseñadores de la marca para renovar su atractivo. El Golf R-Line se presenta como el acabado más deportivo de la gama "normal" del Golf, sin entrar en variantes puramente prestacionales como los GTI o R. 

Exteriormente el R-Line ofrece paragolpes específicos con molduras más agresivas, a lo que hay que unir una terminación en forma de difusor en la parte trasera, que acoge también las salidas de escape. Se podrán elegir llantas de aleación de 17 y 18 pulgadas. 

En el interior, las molduras estarán rematadas en color negro brillante, equipando también un volante específico. Los asientos serán de serie deportivos, y de forma opcional podrán tapizarse en cuero. Los logos "R-Line" serán visibles tanto en asientos como en volante. Los pedales contarán también con un recubrimiento metálico para hacerlos más atractivos visualmente. 

Mecánicamente el Golf R-Line no difiere de cualquier otro acabado, ya que se podrá combinar con una amplia selección de motores tanto diésel como gasolina, con posibilidad de equipar cajas de cambios manuales y automáticas DSG de 6 y 7 velocidades dependiendo del propulsor correspondiente.