Que el Captur ha supuesto un enorme éxito para Renault es algo que a estas alturas nadie se plantea poner en duda. El B-SUV del fabricante galo se ha convertido en un auténtico pilar para la marca, que apostó con fuerza por este segmento con el Captur, y que no ha parado, desde su lanzamiento, de recoger sus frutos. 

El Captur se lanzó al mercado a mediados de 2013, en plena expansión del segmento en el que compite, segmento que a día de hoy es uno de los más demandados y competidos del mercado automovilístico ya no español, sino también europeo. El planteamiento del Captur estuvo muy definido desde el primer momento: debía ser atractivo a la vista, personalizable y asequible. 

Para su fabricación Renault decidió confiar al 100% en nuestro país, encomendando su construcción a la factoría de Valladolid, que en estos momentos es una de las plantas más eficaces y rentables del grupo francés tras sufrir periodos de decaimiento con la fabricación de los fallidos Twizy y Modus. 

Pese a las reticencias iniciales, el resultado no ha podido ser más positivo, ya que en poco más de 4 años Renault ha anunciado que la factoría de Valladolid ya ha visto salir de sus líneas de montaje nada más y nada menos que 1.000.000 de unidades de Captur,  lo que supone una fuerza productiva descomunal. 

La unidad en cuestión, correspondiente a un Captur 2017 con motor TCe de 120 CV y caja de cambios manual de 6 relaciones "made in Sevilla", está pintada en color "naranja Atacama", y está equipada con el pack de asistencia ADAS, que incluye entre otros elementos cámara de visión trasera o alerta de ángulo muerto. 

Con el volante a la derecha, su destino es un cliente del mercado británico, que disfruta ya de su unidad. El Captur demuestra así su fortaleza comercial con una gama compuesta por más de 700 versiones disponibles en 72 destinos de los cinco continentes. La fábrica de montaje de Valladolid está viviendo un momento dulce tras anunciar, la semana pasada, que acogerá la construcción de un nuevo SUV a partir de 2019.