La cuarta generación del Mégane de Renault es ya todo un éxito de ventas. La actual edición del compacto francés se renovó por completo, madurando un producto ya de por sí muy consolidado, pero que a estas alturas es uno de los indiscutibles líderes de su segmento. 

El Mégane siempre ha contado con una gran tradición de versiones deportivas y prestacionales, firmadas por los especialistas de Renault Sport. La cuarta generación del Mégane ha tenido que esperar cerca de dos años para que las variantes más deportivas viesen la luz, pero todo parece apuntar a que la espera ha merecido la pena. 

La nueva edición de Mégane RS se ha presentado en el Salón de Frankfurt, estrenando una estética muy atrevida que, por primera vez, estará disponible de forma exclusiva con carrocería de cinco puertas, despidiendo a las versiones de tres puertas, comunes en estas versiones más prestacionales. 

La planta del nuevo Mégane RS es abrumadora, con una estética muy agresiva fruto de un concienzudo estudio aerodinámico, destacando los paragolpes con molduras de gran tamaño, llantas de aleación de nuevo diseño, un sistema de escape con salida central o unas aletas ensanchadas que, además, mejoran el rendimiento dinámico. 

En el interior el principal cambio lo encontramos en los asientos delanteros, que se convierten en unos backets forrados en alcántara. La decoración con molduras, volante e instrumentación e iluminación ambiental específicos crean una atmósfera de lo más racing. 

Mecánicamente el Mégane RS disfruta de la variante más potente del recién estrenado 1.8 TCe, un propulsor de cuatro cilindros que en el Mégane se dispara hasta los 280 CV, asociándose a una transmisión manual de 6 velocidades y, en opción, a una caja automática EDC de doble embrague.