Motor

Mazda abandona el RX-9, el regreso del motor rotativo se complica

15 diciembre, 2016 21:57

Con el fin de producción del Mazda RX-8, la marca japonesa abandonó su motor rotativo, un tipo de motor muy popular entre los amantes del mundo del automovilismo, pero que no tiene cabida en el mundo actual. Sin embargo, en Mazda aseguraban de vez en cuando que tenían a un equipo de ingenieros trabajando en el desarrollo de un motor Wankel (nombre del inventor de este tipo de motor), que se pudiera adaptar al presente 

Las esperanzas de los más entusiastas se avivaron en el pasado Salón de Tokio, cuando se presento el RX-Vision, un concept car con el que Masamichi Kogai, CEO de Mazda, dejaba caer la posibilidad de que volviera a haber un deportivo derivado de ese concept en la gama y con motor rotativo. Pero esta semana esa esperanza era fulminada por el propio CEO, afirmando que no habrá un deportivo superior al MX-5. 

Masamichi Kogai argumentó en una entrevista a Automotive News que para ellos el Mazda MX-5 es más gratificante en términos de conducción de lo que podría haber sido un posible RX-9, así que un motor rotativo está más lejos que cerca.

"Si fuéramos a reanudar la producción del motor rotativo, deberíamos asegurarnos que su vida comercial sea larga", explica Kogai. "Necesitamos que cumpla con las futuras normas de emisiones. Seguimos con nuestro programa de I+D para solventar los problemas que tenemos con las emisiones y la eficiencia", añadió Kogai.

mazda motor rotativo

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El principal problema del motor Wankel es su elevado consumo de gasolina y también de aceite, lo que implica unas emisiones elevadas. Debido a las exigentes normas actuales, su regreso se postulaba complicado, por no mencionar imposible, pero en Mazda insistían en que podrían adaptarlo.

Después de esta decisión, el regreso del motor rotativo queda relegado a un uso como generador para el coche eléctrico, gracias a un tamaño muy compacto y su ligereza. Gracias a su aplicación como generador su desventaja de un consumo alto se reduciría y por tanto no habría apenas impacto a la hora de homologar el consumo medio y las emisiones.