Estar preparado y bien equipado para situaciones límite es fundamental en un trabajo como el de Jesús Calleja, quien en ocasiones se ha enfrentado a situaciones muy peligrosas. Su peor momento lo recuerda en la cueva de Kruguera Voronia, en el Cáucaso, descendiendo la cueva más profunda investigada en el planeta.

“Íbamos con un equipo de espeleólogos rusos dirigidos por un español, curiosamente. Esta gente es tan fuerte, van tan sobrados, que nos metimos todos, sin preocuparnos mucho por el parte meteorológico. Cuando llevamos dos días descendiendo empezó a llover y cayó una manta de agua que no habían visto jamás en aquel lugar. La entrada de la cueva era como el sumidero del valle. Y allí dentro el agua caía a cascadas, y nos impedía salir. Lo pasamos muy mal”, cuenta el propio Calleja.

“Cuando ves que el equipo ruso se desencaja y escribe cartas de despedida, entiendes que la situación es muy mala. En momentos así tienes que hacer un esfuerzo mental enorme para no dejarte llevar, mantener la calma y tomar la decisión más acertada”. Por eso es fundamental trabajar siempre con el mejor equipamiento posible.

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