A la espera de que llegue el anunciado y probado Hyundai i30 N, el fabricante surcoreano ya prepara el recibimiento para el que sin duda se ha convertido en uno de sus productos más arriesgados de los últimos años. Recordemos que el objetivo de Hyundai era el de convertirse para finales de esta década en la marca asiática de referencia en Europa, algo que implica tomar ciertos riesgos, plasmados en su aventura en el segmento b-SUV. El Hyundai Kona se presenta con el objetivo de hacerse un hueco en la que sin duda es una de las categorías más competidas en la actualidad.

Lo hace con una imagen moderna y agresiva, dispuesta a rivalizar con las actuales estrellas del segmento, Renault Captur y Nissan Juke, y con los futuros lanzamientos, especialmente con la llegada de los crossover más pequeños del Grupo VAG, entre los que se encuentra los ya confirmados SEAT Arona y el Volkswagen T-Cross. Su longitud se sitúa en los 4,164 metros, 30 centímetros más corto que el SUV grande de Hyundai, el Tucson.

En un primer vistazo, destaca el frontal, con unas ópticas delanteras de mirada afilada y una parrilla de grandes dimensiones que comparte protagonismo con la entrada de aire superior, justo debajo de la línea del capó. Las luces diurnas se integran en los pasos de rueda del eje delantero, completando una solución novedosa entre los b-SUV. Una imagen algo sobrecargada que también se traslada a la zaga, en la que nos volvemos a encontrar a los grupos ópticos separados de los intermitentes y las señales luminosas de marcha atrás. Además de la utilización de los pasos de rueda plásticos, se ha decidido utilizar un diseño bitono para la carrocería, utilizando el color negro para el pilar A y el C, e integrándolo con el techo solar. Según sus responsables, contará con muchas opciones de personalización.

En cuanto al equipamiento, en su lista de detalles nos encontramos con mucha tecnología y ayudas a la conducción, siendo los sistemas de frenada de emergencia autónoma, avisador de cambio de carril involuntario, asistencia de luces de largo alcance, aviso ante pérdidas de atención del conductor o el aviso del ángulo muerto los más destacados. También habrá disponible una amplia oferta en info-entretenimiento, con pantallas táctiles de distintos tamaños según la versión, compatibles todos ellos con Android Auto y Apple Car Play. Se incluye a su vez con un Head-Up Display y la posibilidad de cargar de forma inalámbrica el Smartphone.

En cuanto a mecánicas, Hyundai pondrá a disposición de sus clientes un 2.0 MPI de ciclo Atkinson con 149 CV de potencia y 179 Nm de par máximo a 4.500 rpm, Gamma 1.6 T-GDI de 177 CV de potencia y 265 Nm entre 1.500 y 4.500 rpm, el 1.0 T-GDI de tres cilindros y asociado a un cambio manual entregará 120 CV de potencia y un par máximo de 172 Nm entre 1.500 y 4.000 rpm -disponible para Europa-, así como una variante diésel 1.6 CRDi de la que no se conocen más detalles por el momento. Se espera que haya tanto opciones de tracción a las cuatro ruedas como alguna versión únicamente con tracción delantera.

Llegará a los concesionarios de Corea del Sur a finales de este mismo mes, lo que será el previo a su llegada también a Europa y Estados Unidos, los dos principales mercados en los que se basa la nueva estrategia comercial de la marca.

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