La alemana Audi ha sido la última marca en anunciar una llamada a revisión voluntaria para solucionar un problema de exceso de emisiones contaminantes en alguno de sus motores diésel tras Volkswagen, Mercedes-Benz y BMW, que también han anunciado una revisión de sus propulsores. 

Parece que el escabroso asunto de las emisiones contaminantes de los motores diésel es más grave de lo que en un principio podría suponerse, con un alcance muy grande a nivel mundial. No obstante, los fabricantes alemanes están trabajando de forma conjunta con las autoridades de su país para corregir estas faltas. 

En esta ocasión es la firma de los cuatro aros la que ha tomado la decisión de emitir una llamada a revisión voluntaria para aproximadamente 850.000 vehículos, adelantándose así a las decisiones de la agencia de transporte alemana (KBA), que lleva meses trabajando para aclarar estos sucesos. 

Concretamente son dos los motores a los que afecta esta llamada a revisión, los propulsores 3.0 V6 TDI y 4.2 V8 TDI, homologados tanto bajo la norma anti emisiones Euro V como bajo la más moderna Euro VI. Esta llamada a revisión consistirá en una corrección sólo informática, reprogramando la unidad de control del motor. 

Esta llamada a revisión está destinada a numerosos territorios, aunque no afecta a las unidades ni de Estados Unidos ni de Canada, donde las normas de homologación son diferentes. En estos territorios el gigante alemán ya llegó a un acuerdo con las autoridades, proponiendo jugosas indemnizaciones e, incluso recompras a algunos clientes. 

Pese a que ha sido la firma Audi la que ha anunciado esta nueva llamada a revisión, se ha anunciado también que aquellos modelos tanto de Porsche como de Volkswagen que equipen alguno de estos dos motores podrán someterse también a la corrección de software.