En Audi están de celebración, una de sus configuraciones mecánicas más conocidas cumple estos días nada más y nada menos que 40 años de vida. Hablamos de los motores de cinco cilindros, que instalados en numerosos modelos han conseguido mantenerse hasta nuestros días. 

El inicio de esta configuración mecánica tan especial se encuentra en la segunda generación del Audi 100, la por aquel entonces berlina media de la marca de los cuatro aros. Con un cubicaje de 2.1 litros, aquel precursor de las mecánicas pentacilíndricas en la marca ofrecía 136 CV.

Poco a poco fueron llegando diferentes opciones, variantes y evoluciones. En el año 1979 veía la luz el primer cinco cilindros turboalimentado, que ofreciendo 170 CV propulsaba al buque insignia de la marca, el Audi 200. 

En el transcurso de los años hemos visto como Audi utilizaba esta configuración también para motores diésel (el mítico 2.5 TDI de 120 CV) o para versiones de altas prestaciones, como el RS2 y su motor turbo de 315 CV. 

Actualmente esta opción mecánica se puede encontrar en los Audi RS3,  Q3 RS y TT RS, con una potencia máxima de 400 CV en caso del TT. Los motores de cinco cilindros se han convertido en seña de identidad para la marca gracias a su sonido tan especial, un tacto suave y una compacidad que permite su instalación en modelos relativamente pequeños. ¡Por otros 40 años más!