Desde este jueves 20 de agosto se cierra al tráfico la mítica Puerta del Sol de Madrid. El motivo de esta prohibición a los coches (y al resto de vehículos) es el inicio del proceso de peatonalización de este centro histórico de la capital.

Este blindaje del centro de Madrid al tráfico rodado, es un anticipo de lo que está por llegar. Hablamos del cierre paulatino de las principales ciudades a los coches, motocicletas y vehículos comerciales más contaminantes.

Y cuando mencionamos a los vehículos más contaminantes nos referimos a aquellos modelos que cuentan con muchos años a sus espaldas. Coches, motos y furgonetas a los que sus dueños no les queda otra alternativa que, o bien, llevarlos al desguace, o dejarlos ‘morir’ en alguna otra ciudad o localidad, más pequeña y con menos restricciones a la circulación.

Estos coches viejos a los que nos referimos son aquellos que la Dirección General de Tráfico califica como vehículos sin distintivo ambiental ya que han sido matriculados antes de 2000 (los gasolina) y antes de 2006 (los diésel).

Esto significa, por tanto, que si usted tiene un coche o una moto de gasolina con casi 20 años de antigüedad o un diésel con cerca de 15 años de antigüedad es más que probable que no pueda poner la mencionada ‘pegatina’ medioambiental porque su vehículo no tenga derecho a ella.

Aprovechamos, por tanto, para recordar cuáles son el resto de distintivos ambientales que otorga la DGT:

Coches sin etiqueta (no se puede poner pegatina porque carecen de ella): son los vehículos con motores de gasolina hasta enero de 2000 y diésel con motores diésel hasta 2006.

Etiqueta B (pegatina amarilla para los gasolina Euro3 de entre 2000 y 2005 y los diésel Euro 4/5 entre 2006 y 2013)

Etiqueta C (pegatina verde para los gasolina Euro 4/5/6 desde 2006 y los diésel Euro 6 desde 2014)

Etiqueta ECO (pegatina para los híbridos, enchufables con menos de 40 kilómetros y coches de GNC y GLP)

Etiqueta CERO (coches eléctricos, de hidrógeno e híbridos enchufables con más de 40 kilómetros)

Etiqueta ECO de la DGT.

Coches que no podrán circular en Madrid

Según los últimos datos publicados por la Dirección General de Tráfico, en su anuario estadístico de 2018, en España todavía existen 7,6 millones de vehículos muy contaminantes rodando por las carreteras.

Y de todos ellos, casi 900.000 vehículos pertenecen a Madrid. Estos millones de vehículos, por tanto, serán los que tengan prohibida su circulación en Madrid en los próximos años.

En cuanto al calendario de prohibiciones, en líneas generales se puede decir que con el paso del tiempo se irá limitando el acceso al centro de Madrid de los vehículos más contaminantes.

De hecho, desde enero de 2020 ya no pueden estaciones vehículos sin etiqueta de la DGT dentro de la Almendra Central y salvo que sean residentes del mismo barrrio.

Pero las restricciones más fuertes son las que vienen para los próximos años:

1 de enero de 2022: queda prohibido el acceso y circulación dentro de la M-30 a todos los vehículos sin etiqueta de la DGT de los no residentes en Madrid.

1 de enero de 2023: queda prohibida la circulación en la M-30 para todos los vehículos sin etiqueta de la DGT de los no residentes en Madrid.

1 de enero de 2024: queda prohibida la circulación en toda la ciudad de Madrid para todos los vehículos sin etiqueta de la DGT de los no residentes en Madrid.

• 1 de enero de 2025: ningún vehículo sin etiqueta de la DGT podrá circular por toda la ciudad de Madrid.

Imagen de contaminación en Madrid.

¿Por qué se prohíben los coches más contaminantes?

La razón por la que se prohíben los coches más viejos en la capital es porque estos vehículos son los más contaminantes.

En este sentido, lo primero que tenemos que tener en cuenta es que a la hora de hablar de contaminación, hay que ‘dejar de lado’ el CO2 (dióxido de carbono) para centrarnos en los contaminantes más dañinos para las personas en las ciudades, que son el dióxido de nitrógeno (NO2) y los óxidos de nitrógeno (NOx).

Si bien en las fichas técnicas de los coches, los fabricantes hablan continuamente de CO2, en realidad el principal efecto de CO2 tiene que ver con el efecto invernadero y con el ascenso de la temperatura media, pero no con el aire contaminado que respiramos.

Por tanto, lo perjudicial para nuestros pulmones son contaminantes como el NO2 y NOx.

Los óxidos de nitrógeno (NOx) proceden de las fuentes directas de emisiones, mientras que el dióxido de nitrógeno (NO2) se origina en la atmósfera como consecuencia de reacciones químicas que transforman los contaminantes primarios.

Según el Ayuntamiento de Madrid, el 77% de los óxidos de nitrógeno (NOx) tienen que ver con el transporte por carretera, tal y como se puede ver en el siguiente cuadro:

Fuentes emisoras de contaminantes Óxidos de nitrógeno (%) Partículas (%) Monóxido de carbono (%) Óxidos de azufre (%) COV’s (%)
Transporte por carretera 77 72.8 91.4 17.3 33.2
Plantas de combustión no industrial (calderas de comercios, viviendas, oficinas) 6.5 13.2 5.4 68.5
Plantas de combustión industrial 5.7 7.4
Otros modos de transporte y maquinaria móvil 7.1 5.5 2.1
Uso de disolventes y otros productos 53.5

Según el Ministerio para la Transición Ecológica, más del 75% de NO2 en el aire proviene del tráfico rodado: «los ciudadanos viven muy próximos al tráfico y los niveles más altos de NOx se alcanzan en las grandes aglomeraciones urbanas y en sus zonas metropolitanas, así como en el entorno de las vías de comunicación con tráfico más denso», continúan desde el Ministerio.

Un coche con la etiqueta CERO.

¿Qué valores de contaminación son los legales?

Ya tenemos claro, por tanto, que a la hora de hablar de contaminación para nuestros pulmones tenemos que tener en cuenta principalmente el dióxido de nitrógeno (NO2) y los óxidos de nitrógeno (NOx).

En cuanto a los valores límite podemos decir que estos son los verdaderamente preocupantes ya que una exposición breve en un lugar con los valores más allá del límite supone un riesgo para la salud, principalmente en la población más vulnerable.

Para ello se habla de concentración del contaminante en el aire que mide la masa del contaminante con el volumen de aire que lo contiene. Tal y como señala el Ayuntamiento de Madrid, «la unidad más usada es microgramos por metro cúbico (μg/m3), aunque también se emplean los miligramos de contaminante por metro cúbico de aire (mg/m3)».

En cuanto a las formas de medir y regular estas emisiones contaminantes se estipula que no se pueden superar el valor límite horario de 200 μg/m3 más de 18 veces en todo un año. Asimismo se establece que el la media máxima anual es de 40 µg/m3.

Compuesto Valor límite / Umbral de alerta Concentración Nº máximo de superaciones
NO2 Media anual 40 µg/m3
NO2 Media horaria 200 µg/m3 18 horas al año
NO2 Umbral de alerta (3 horas consecutivas) 400 µg/m3

¿Madrid supera los valores límite?

La respuesta es sí. La ciudad de Madrid ha rebasado continuamente este índice incumpliendo los acuerdos establecidos en las directivas europeas.

Tal y como se puede ver en el siguiente gráfico prácticamente todos los meses de los últimos dos años (salvo en noviembre de 2019 y marzo de 2020) la media de NO2 de Madrid (al menos de la estación de Plaza Elíptica de la que hemos tomado los datos) ha superado los límites impuestos de NO2.

Hay que tener en cuenta, eso sí, que estos datos pertenecen a una estación en concreto, si bien dentro de la ciudad de Madrid existen 24 estaciones distribuidas que están analizando continuamente los niveles de calidad del aire de manera automática durante 24 horas al día y 7 días a la semana.

Dentro del gráfico, llama la atención la bajada desde el mes de abril, período que coincide con la entrada en vigor de Madrid Central. Y también llama mucho la atención l a'V' formada por el confinamiento del estado de alarma:

¿La lluvia y la temperatura influyen?

Ya hemos visto en el gráfico anterior que Madrid tiene más emisiones de dióxido de nitrógeno (NO2) de las que son aceptables. Ahora bien… ¿este exceso de NO2 viene determinado solo por el tráfico o también por otros elementos imponderables como puede ser la lluvia o también por otros estacionales como puede ser el invierno y verano?

Y en este sentido hay que tener en cuenta aspectos interesantes. Por ejemplo, los principales picos de NO2 tienen que ver cuando la temperatura es menor. Esto quiere decir que el NO2 está más presente en los meses con más frío: principalmente diciembre, enero y febrero.

Y también es interesante ver que los meses en los que más ha llovido los niveles de NO2 han sido más bajos.

Entonces… ¿durante el verano, el aire de Madrid es saludable?

No. Según los datos de la estación recogida y teniendo en cuenta la gráfica de NO2 (la línea recta) incluso en los meses de verano la media de NO2 ha estado por encima de los límites de 40 µg/m3.

Así que, ni siquiera en verano, cuando la media de NO2 es más baja, el aire de Madrid no está contaminado.

¿Y por qué se da la mayor contaminación en invierno?

Pues principalmente por lo que se llama inversión térmica. Según señala el Ayuntamiento de Madrid «el aire se mueve constantemente y las capas que lo forman suelen ordenarse por su temperatura, con las más frías circulando en la parte alta de la atmósfera y las más calientes, abajo».

«Cuando ese ciclo de movimiento se interrumpe, se forma una capa de aire frío que queda inmóvil sobre el suelo e impide la circulación atmosférica.  Este fenómeno –llamado inversión térmica– se produce con más frecuencia en las noches despejadas de invierno, cuando el suelo ha perdido calor por radiación y las capas de aire cercanas a él se enfrían más rápido que las capas superiores», señalan.

Por el contrario «cuando el aire se mueve con normalidad hace circular grandes cantidades de polvo, humo y partículas suspendidas, eliminando la contaminación y limpiando la atmósfera de manera natural. Por eso, cuando la inversión térmica inmoviliza las capas inferiores cercanas al suelo sobre una ciudad, quedan atrapados los contaminantes suspendidos y la población se expone a respirar un aire más contaminado de lo normal».

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