Motor

La diferencia entre el consumo real y homologado de lo vehículos se dispara

22 diciembre, 2017 21:35

A pesar del gran esfuerzo de transparencia que están realizando determinados fabricantes como ejercicio de honestidad con sus propios clientes, consigo mismos y con las instituciones, los datos revelan que la diferencia entre los consumos reales y los oficiales sigue presentando una brecha difícil de recortar tal y como han revelado uno de los últimos estudios llevados a cabo por el International Council on Clean Transportation (ICCT), organización internacional que se encarga de cerciorarse de que los resultados en materia de consumos y de emisiones contaminantes respetan tanto los establecido como los publicados por cada modelo.

Sin embargo, la brecha entre las cifras reales y los consumos oficiales (las que aparecen en las fichas técnicas de los vehículos) están experimentando diferencias notables en la actualidad, hablando el ICCT de valores que se sitúan en una diferencia del 42% en el Viejo Continente, algo que según el Director de dicho organismo para Europa, Peter Mock, se traduce en una de las diferencias más amplias desde que se registran dichos datos después de h

Concretamente las primeras referencias se remontan al año 2013, año en el que la diferencia que se establecía entre el consumo real y el oficial era de un 25%. En apenas cuatro años, esta brecha se ha disparado en casi un 20% más, apuntando al más que necesario cambio en el criterio que actualmente se utiliza para homologar los consumos, así como el recurrir a nuevas pruebas que reproduzcan lo más fielmente las condiciones que los automovilistas se encuentran en su día a día en la carreteras, algo que se encuentra muy lejos del actual Ciclo NEDC (New European Driving Cycle), el cual roza prácticamente las circunstancias ideales que nos podemos encontrar cuando conducimos: mediciones en una atmosfera controlada, obviando la resistencia aerodinámica y a la rodadura, sin tener en cuenta peso extra de equipaje o pasajeros y discriminando la utilización de elementos como el aire acondicionado o la calefacción.

Este 42% es aún más alarmante si lo traducimos en dinero, algo que habitualmente nos duele más que un simple porcentaje. Y es que cada conductor paga en torno a 549 euros de más en carburante al año, unos valores que reflejan la verdadera problemática que vive el sector en este sentido. El informe realizado por T&E (Transport & Environment) a partir de estos datos del ICCT así como otros recabados por miles de conductores a través de la web Spritmonitor, compone una modelo mucho más realista que el utilizado hasta ahora a través del ciclo de homologación NEDC.

Los datos revelan un aumento de esta diferencia en la última década Tal y como se indica en este mismo estudio, se ha pasado de un desfase de un 9% de media en 2001 a valores en torno al 25-29% a principios de esta misma década. Sin la llegada del nuevo Ciclo de homologación WLTP (Worldwide harmonized Light vehicles Test Procedures) podríamos estar hablando que al final de esta década podríamos alcanzar valores cercanos al 50% de seguir con la proyección actual. Las simulaciones apuntan a que la llegada de este nuevo método, que se ajusta mucho más a la realidad, esta diferencia entre consumos oficial y real pasaría a valores de hace un lustro, en torno al 23%. Se trataría de una solución provisional, sin embargo, sigue patente que se precisa de un ciclo que mida los consumos y las emisiones de forma minuciosa y adecuada.

Según el ICCT, la única solución puede llegar de la mano del Ciclo RDE, todavía en desarrollo y que podría no ser implementado hasta finales de esta misma década. Según las previsiones, este desvío en los valores podría reducirse a un aceptable 5% entre el consumo real y el que aparece en la ficha.