Motor

TVR Griffith: el regreso de la deportividad británica clásica

25 septiembre, 2017 11:36

TVR ha regresado y lo ha hecho en forma de lo que más le gusta ser, el máximo exponente de la deportividad británica. Con motivo del Goodwood Revival Festival -variante vintage del Festival de la velocidad de Goodwood que se celebra unas semanas antes- los responsables del fabricante de modelos tan exóticos como el Sagaris, Cerbera o Tuscan, anunciaba que estaría presente con su nuevo modelo, el TVR Griffith.

No era cualquier presentación. La llegada de este nuevo vehículo del fabricante de Blackpool se traducía en el renacer de una marca que ha estado más de una década sin lanzar modelos de nuevo cuño, con numerosos vaivenes en cuanto a la estrategia comercial -se llegó a centrar incluso en el desarrollo y construcción de turbinas- y con el definitivo cambio de manos, pasando de ser propiedad de Nikolai Smolenksy a ser adquirido la mayor parte del accionariado de la marca por el multimillonario apasionado por el automóvil, Les Edgar. Su llegada dio un vuelco al devenir de una marca con más de medio siglo de edad, la cual anunció en 2015 que el TVR Sagaris por fin tendría sustituto.

Once años después, nace el TVR Griffith, un deportivo de corte británico y medidas contenidas que fue ideado por Gordon Murray y el cual dispone una brillante idea de estructura tubular de fibra de carbono para su chasis, que aporta una gran rigidez a unos costes de producción muy competitivos. La carrocería mide 4,31 metros de largo, dejando entrever un diseño muy agresivo y aerodinámico en forma de biplaza con tintes clásicos y toda la esencia de TVR. El espectacular difusor y la llegada de un nuevo spoiler trasero abatible que realizará las veces de aerofreno, dejan entrever que se ha realizado un concienzudo desarrollo en el túnel del viento y a través de la dinámica de fluidos computacional. Muchos ángulos y paneles abiertos paa un diseño muy musculoso, tradicional para los incondicionales de la marca británica.

La mecánica tampoco se aleja de ese camino clásico. Bajo el capó, un motor V8 Coyote de 5.0 litros atmosférico de origen Ford Muntang GT que ha sido puesto a punto por el preparador por excelencia, Cosworth, el cual ha conseguido extraer hasta 500 CV de potencia de este poderoso bloque atmosférico acoplado a una caja de cambios manual de seis relaciones. La situación del propulsor prácticamente sobre el eje delantero, sumado a las cortas dimensiones del vehículo, permite una distribución de pesos perfecta, 50/50, con apenas 1.250 kilógramos de peso total. Las prestaciones están a la altura, con un 0 a 100 km/h en menos de cuatro segundos y una velocidad punta de 320 km/h.

En lo que respecta al interior, sencillez y funcionalidad para conseguir que el conductor se sienta como un gentleman driver cada vez que se sitúe a su volante. Sólo la instrumentación digital nos anuncia que estamos en la segunda década del Siglo XXI, en un habitáculo en el que la Alcántara puebla gran parte de las superficies. Un potente sistema de frenos firmado por AP Racing con discos de hasta 370 mm en el eje delantero, sumado a vehículos deportivos de 275 mm en el eje trasero, completan la oferta de un vehículo que se sitúa en las 90.000 libras esterlinas de la Launch Edition, edición de lanzamiento que supondrá el lanzamiento de las 500 primeras unidades.