Uno sólo en el mundo. Rolls-Royce tiene la fama de ser uno de los fabricantes más exclusivos del mundo, sin embargo, siempre hay la opción de ir un paso más allá y solicitar a la marca que te realice un vehículo completamente único, que nadie más puede tener y del cual no exista ni tan siquiera un Concept Car o un prototipo previo. Lo que se suele conocer como One-Off o proyecto que nunca más será replicado, algo que por ejemplo otras firmas conocen como los Special Projects de Ferrari.

Este pasado fin de semana, Rolls-Royce aprovecho el prestigioso Concorso d’Eleganza Villa d’Este para presentar su peculiar Sweptail, el cual se basa en el Rolls-Royce Phantom. El resultado de casi cuatro años de trabajo da lugar a este espectacular biplaza que ha sido construido a medida para su propietario, manteniendo la elegancia y líneas clásicas propias de Rolls, pero aportando una imagen deportiva, la cual nos recuerda a los coupés clásicos de los sesenta. Imposible no pensar también en sus homólogos del mar, los lujosos yates, que claramente han supuesto una gran influencia en su diseño tal y como se puede apreciar en las molduras en madera por detrás de los asientos.

La silueta que dibuja la caída del techo o el enorme pilar trasero hacen que la zaga sea una de las más particulares realizada por la marca. El techo solar, unido al parabrisas posterior, se traduce en una superficie acristalada de gran tamaño, algo que da mucha luminosidad al habitáculo, complementándose con una tapicería en colores crema claros. En cuanto al frontal, no hay cambios, eso es precisamente lo que lo hace más especial, ya que se mantiene toda su majestuosidad y lo angular de sus formas. Dentro del habitáculo, todo tipo de detalles en concordancia al lujo que supone el Sweptail, desde dispensador de champán hasta maletines ocultos en el interior de las puertas, un lugar en el que Rolls-Royce suele ocultar siempre un compartimento para un paraguas.

En lo que respecta a la mecánica, se utiliza el bloque V12 de 6.75 litros del Phantom, por lo que presumiblemente su potencia estará en los 460 CV. Se rumorea que será el primero de una serie de modelos ‘bespoke’ o hechos a medida por parte de Rolls-Royce, una medida que parece ser muy rentable para el fabricante británico, especialmente si se confirma la información de “The Telegraph”, la cual apunta a que este modelo cargado de detalles habría costado unos 11,5 millones de euros al cliente. Una cifra que en el caso de Rolls puede ser aún más que apetecible ya que debido a su proceso de fabricación prácticamente artesanal pueden adaptarse perfectamente a este tipo de creaciones únicas ‘a capricho’ de sus respectivos compradores.