Necesarios para unos, objetos recaudadores para otros. Los radares de velocidad que hay en nuestras carreteras no han dejado indiferente a nadie desde que se iniciara la colocación en nuestro país, e incluso muchos conductores hacen referencia a los mismos como una de sus principales preocupaciones a la hora de ponerse al volante de un automóvil o al manillar de una motocicleta, en lugar de verlos como para lo que fueron concebidos, un elemento para ayudar a la prevención y contención de los excesos de velocidad en puntos conflictivos.

El propio concepto de radar ha ido evolucionando, desde el formato fijo y los móviles -entre los que podemos incluir a los de semáforo-, hasta los más recientes, los de tramo, los cuales apuestan por controlar la velocidad media de cada vehículo en zonas que la experiencia y los datos revelan ser peligrosas. Según datos de la Dirección General de Tráfico, en la actualidad hay unos 850 cinemómetros fijos y de tramo, todos ellos señalizados y su localización está a disposición de los usuarios. Este número se incrementa hasta superar los 1.500 gracias a los móviles, especialmente con ocasión de campañas especiales de la DGT.

¿Dónde nos encontramos una mayor densidad de radares? Son Comunidades Autónomas como País Vasco, Cataluña o Madrid las que mayor concentración de los mismos tiene, mientras que Extremadura y Castilla León son las autonomías en las que menos controles de velocidad nos encontraremos.

Hace unas semanas, la Asociación de Automovilistas Europeos hacía públicos los datos de la campaña 2016 de control de la velocidad, informe en el que se revelaba la actividad de los radares fijos en las carreteras españolas durante el año pasado, revelando que el cinemómetro que más había multado en 2016 se trataba del situado en el kilómetro 417,5 de la A-4, en la provincia de Córdoba, el cual había ‘cazado’ hasta 80.582 conductores con exceso de velocidad -más allá de los márgenes- en apenas 12 meses, lo que se puede traducir en una media de 220 sancionados por día.

El segundo puesto se encontraba el radar del kilómetro 10,4 de la MA-20, la ronda oeste de Málaga, la cual acumulaba 36.022 sancionados, mientras que en tercer lugar se encontraba el radar situado en el kilómetro 202 de la N-240 en Huesca, que sancionó a 33.734 automovilistas.

Los datos daban a Andalucía el puesto como la Comunidad Autónoma ‘más multada’ durante 2016 por exceso de velocidad, copando seis de sus radares la lista de cinemómetros con más de 20.000 multas por año, en total en la autonomía fueron 459.836 denuncias en 2016, una lista en la que en principio no aparecían los datos de Cataluña y País Vasco, las cuales tienen transferidas sus competencias sobre tráfico a los respectivos cuerpos regionales. Por su parte, Asturias e Islas Canarias aparecían entre los lugares con menos infractores en materia de velocidad, ambas no superando las 4.000 denuncias.

El informe revelado por la AEA destacaba que el 68,5% de las multas tuvieron lugar en autopistas libres y autovías, mientras que el 3,7% pertenecía a autopistas con peaje. Únicamente el 27,8% de estas denuncias se produjeron en carreteras convencionales, precisamente en las que se suelen registrar un mayor número de accidentes por este motivo. Curiosamente, 7 de los 25 radares que más multaron en 2015 han sido retirados del servicio en 2016, entre ellos el radar situado en el km. 18, 2 de la A-6, en Madrid, o el radar en el km. 128,7 de la A-45, en la Pedrizas, Málaga. Entre ambos, acapararon más de 100.000 denuncias hace dos años.

Si lo traducimos a importe económico, el radar situado en el kilómetro 417 de la A-4 sigue encabezando la tabla, llegando a recaudar en 2016 hasta 3.941.661 euros, siendo el del km 634 de la A-7 en Murcia el segundo clasificado, con 2.179.766. En total fueron 44.373.558 euros recaudados por multas de exceso de velocidad en tramos controlados por cinemómetros fijos. La pregunta que se plantea entonces es, si con esta concentración de sanciones en algunos radares se está cumpliendo con el objetivo principal de prevenir a los conductores de exceder la velocidad en ciertos puntos conflictivos, o si se están utilizando muchos de ellos con un mero afán recaudatorio.

Los 20 radares más sancionadores en 2016:

  • Córdoba (km 417,5 de la A-4): 80.582 denuncias
  • Málaga (km 10,4 de la MA-20): 36.022 denuncias
  • Huesca (km 202 de la N-240): 33.734 denuncias
  • Jaén (km 76,3 de la A-44): 31.526 denuncias
  • Murcia (km 17,7 de la RM-19): 29.425 denuncias
  • Málaga (km 256,7 de la A-7): 28.537 denuncias
  • Segovia (km 59,2 de la N-VI): 28.127 denuncias
  • Castellón (km 390,6 de la AP-7): 26.398 denuncias
  • Sevilla (km 29,1 de la A-92): 26.324 denuncias
  • Burgos (km 234,4 de la A-1): 25.727 denuncias
  • Málaga (km 246 de la A-7): 24.790 denuncias
  • Toledo (km 0,7 de la M-305): 23.840 denuncias
  • Pontevedra (km 9,1 de la A-55): 21.570 denuncias
  • Cantabria (km 144,4 de la A-8): 20.698 denuncias
  • Sevilla (km 11,9 de la SE-30): 18.863 denuncias
  • Zaragoza (km 269,8 de la N-232): 18.715 denuncias
  • Salamanca (km 340,4 de la A-66): 18.375 denuncias
  • Sevilla (km 795,5 de la A-66): 18.228 denuncias
  • Cádiz (km 84,8 de la N-340): 18.212 denuncias
  • Madrid (km 12,5 de la A-5): 18.154 denuncias