Una exposición de BMW en Abu Dabi dejaba hace unos días la presentación mundial del Alpina B7 biturbo ‘Chestnut bronze’, en la cual compartía protagonismo como otro de los grandes preparadores de la firma bávara: AC Schnitzer. Los responsables del taller germano se presentaban a la cita con un BMW M2 Coupé muy especial, modificado tanto visualmente, como en cuestión de mecánica y comportamiento.

Al contrario que en el caso del Alpina, no se ha cambiado el propulsor. Debajo del capó sigue encontrándose el motor de seis cilindros 3.0 TwinPower Turbo que originalmente monta el BMW M2 de serie, al que se le instalado una nueva electrónica que permite aumentar en 60 CV de potencia los 370 con los que cuenta sin preparación. El par máximo pasa a ser de 580 Nm, mejorando los datos de aceleración, los cuales serán aún más brillantes que los del modelo de producción, el cual hace el 0 a 100 km/h en apenas 4,6 segundos.

La preparación estética del M2 AC Schnitzer cumple con los cánones de belleza a los que nos tiene acostumbrados los germanos, con un nuevo splitter delantero y aletas laterales en fibra de carbono. El paquete aerodinámico viene coronado con un nuevo spoiler trasero, con un diseño similar al que monta el BMW M4 pero con unos soportes más pequeños que las de este último. Unos centímetros más abajo, el nuevo difusor y los escapes, también firmados por Schnitzer.

Una preparación estética sutil, con pequeñas mejoras que permiten ser al BMW M2 aún más efectivo sobre el asfalto. Especialmente con las nuevas suspensiones y llantas de aleación de los muniqueses de 20 pulgadas. La pintura blanca satinada es mucho más discreta que el marrón bronceado de su compañero de exposición, el Alpina B7, mientras que, en el interior, prácticamente todo se mantiene sin alterar gracias al gran trabajo realizado por BMW en su modelo de producción. Únicamente se incluyen unos nuevos asientos RECARO que envuelven más al conductor y al copiloto.