Motor

Dendrobium será el primer hipercoche eléctrico del planeta

27 enero, 2017 10:56

Durante los últimos años, los llamados superdeportivos han poblado los catálogos de los fabricantes más exclusivos del mercado. McLaren tiene el P1, Ferrari el LaFerrari, Porsche su 918 y tanto Aston Martin, como Mercedes AMG están cerca de hacer lo propio con sus respectivos AM-RB 001 y Project One. Hasta el momento, la mayoría han aprovechado la nueva filosofía híbrida para conseguir potencias cercanas a los 1.000 CV, sin necesidad de recurrir a grandes propulsores como el W16 del Bugatti Veyron.

Sin embargo, una alternativa se presentará en el próximo mes de marzo, durante el Salón del Automóvil de Ginebra. Con todos los focos del sector mirando hacia Suiza, será la ocasión elegida por Vanda Electrics para presentar su creación; un hipercoche eléctrico que han bautizado como Dendrobium EV. El fabricante malasio presenta un deportivo ligero, aerodinámico y futurista, que según los rumores será capaz de erogar hasta 1.500 CV de potencia únicamente propulsado por la energía de las baterías.

En el proyecto ha participado el departamento de ingeniería de Williams, el mismo que ha trabajado durante estos años en el suministro de las baterías del primer campeonato de monoplazas eléctricos, la Fórmula E. En este caso los británicos, además de proveer de este elemento, también ha sido responsable del chasis monocasco y la aerodinámica futurista del Denbrobium, un vehículo que según los primeros rumores sería capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en sólo 2,6 segundos aprovechando la disponibilidad del par máximo en cualquier rango de este tipo de motores.

Será el gran proyecto de Vanda Electrics, un pequeño fabricante que hasta el momento había realizado otros experimentos como un camión eléctrico o la producción de scooters. Fibra de carbono, aluminio y fibra de vidrio en el exterior y cuero para la tapicería, además de su principal característica la forma en la que se abren automáticamente las puertas y el techo, imitando la forma de la flor Dendrobium, una orquídea nativa de Singapur, la cual da precisamente nombre a este arriesgado concepto.