Vistas de Hinojares (Jaén).

Vistas de Hinojares (Jaén). Ayuntamiento de Hinojares

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Así es el pueblo más pequeño de Jaén: un tesoro único en plena naturaleza y perfecto para una escapada

Se trata del municipio jienense con menos habitantes, un lugar ideal para huir de la ciudad y disfrutar de la tranquilidad.

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Patricia Sierra
Publicada

Jaén es conocida por su rica combinación de historia, cultura y naturaleza, aunque también destaca por sus pueblos, unos más pequeños que otros, pero todos con una belleza singular. Algunos de estos pueblos, con muy pocos habitantes, son perfectos para quienes buscan una escapada relajada y lejos del estrés de la ciudad. 

Son muchos los pueblos con gran encanto para visitar en la provincia andaluza. Sin embargo, ¿cuál es el pueblo más pequeño de Jaén? Según los datos más recientes del INE se trata de Hinojares, ubicado en la comarca de Sierra de Cazorla, es el municipio más pequeño de la provincia en cuanto a población, con solo 343 habitantes, cinco menos que en 2023. 

Hinojares es el destino perfecto para quienes buscan escapar de la ciudad y reconectar con la naturaleza en un entorno rural y tranquilo.

Para empezar, cabe destacar que Hinojares es un municipio español situado en la provincia de Jaén, dentro de la comunidad autónoma de Andalucía. Se encuentra a unos 104 kilómetros de Jaén capital, en la comarca de Sierra de Cazorla. Según el censo del INE de 2024, su población es de 343 habitantes (168 mujeres y 177 hombres).  

A pesar de su tamaño, este pueblo guarda una historia que se remonta a tiempos prerrománicos. Sus monumentos no tienen nada que envidiar a los de la ciudad, Hinojares conserva su patrimonio histórico, que es digno de ser explorado. Los restos de un poblado milenario y las construcciones religiosas de piedra reflejan el pasado de este pueblo. 

En su territorio se encuentra un yacimiento arqueológico, en concreto el Poblado Ibérico de Castellones de Ceal, que fue construido durante la época íbera, entre los siglos IV y III a.C. Allí se han encontrado restos que permiten conocer la vida cotidiana, las creencias y la religión de los iberos que habitaron este lugar. De igual manera, cabe destacar que el poblado se encuentra a las afueras del centro del pueblo. 

Hinojares destaca por su arquitectura rural, en la que sobresale la Iglesia de San Marcos Evangelista, que fue construida a finales del siglo XVII, y presenta un estilo sencillo que le permite adaptarse al entorno rural. Sin embargo, en su interior, cuenta con una pila de mármol blanco muy apreciada entre los feligreses. 

Otro de los tesoros de este pequeño pueblo es la Ermita de Nuestra Señora de Tórtola, situada a unos 500 metros del núcleo urbano de Hinojares. Construida en época tardorromana, recoge restos de presencia visigoda y de más pueblos que pasaron por el lugar. Esta ermita se presenta como un lugar de recogimiento y devoción para sus habitantes, y catalogada como “Bien de Interés Cultural” por la Junta de Andalucía, lo que refuerza su valor patrimonial. 

Tradiciones ancestrales 

Hinojares conserva muchas de sus tradiciones ancestrales, como las fiestas dedicadas a San Marcos y al Santo Cristo, en las que la danza es la principal forma de expresión. Por sus calles se puede encontrar el conocido monolito celta, que es una gran piedra grabada, que era utilizada por los celtas con fines religiosos, rituales o como marcadores territoriales.

Aunque es un pueblo pequeño, Hinojares cuenta con un encanto especial. La vida en el pueblo es tranquila, perfecta para los que buscan escapar del bullicio de las grandes urbes. Este municipio invita a viajeros y habitantes a sumergirse en sus tradiciones a través de fiestas y monumentos.

Son muchas las razones por las que visitar este pueblo jienense. En primer lugar, porque es el refugio perfecto para los amantes de la naturaleza y la tranquilidad. Este rincón en la Sierra de Cazorla ofrece paz y la oportunidad de desconectar. 

También por su patrimonio cultural, los restos del poblado íbero y sus edificaciones religiosas son un reflejo de su historia y tradición. La ausencia de turistas en masa te permitirán descubrir las calles y casas blancas de este pueblo marcado por el paso del tiempo.