Este sábado 19 de agosto es festivo en la ciudad de Málaga, pero muchos no conocen el motivo. Hay quien cree que tiene que ver con la feria --no van mal encaminados--, pero como todo, para dar explicación a esta pregunta, tenemos que remontarnos a la historia de nuestro país. En el año 1487 los Reyes Católicos acabaron con el dominio de los nazaríes en Málaga con una estrategia muy marcada para hacerse con la capital. No les quedaba otra, ya que Málaga estaba defendida por todos los puntos cardinales. Al norte, los Montes de Málaga, al sur, el Mediterráneo, Gibralfaro al oeste y el río Guadalmedina al oeste.

Así, en abril de 1487, las tropas del Rey Fernando alcanzan Vélez-Málaga y acaban tomándola después de que las tropas cristianas atacaran de noche, pillando desprevenido al ejército musulmán.

Tras llegar y conquistarla, las tropas cristianas se trasladan a Rincón de la Victoria y desde allí mandan a un emisario para conseguir pactar una rendición. Así, los malagueños se negaron a pactar y Fernando se acerca a la capital dispuesto a atacar con sus tropas.

Desde los extramuros de la capital, planean acabar con el Castillo de Gibralfaro, un punto clave e interesante, ya que desde allí se podía controlar todos los puntos de la ciudad, incluso la Alcazaba, donde habitaban los gobernadores.

Tras conseguir romper parte de uno de los muros, y cuando parecía que la toma de la  ciudad iba a caer en breve, los granadinos deciden contraatacar de noche causando mucho daño al bando cristiano.

El desánimo llegó a las tropas del Rey Fernando y los musulmanes ya comenzaban a notar el cansancio y el calor malagueño. Ni rastro de alimentos ni tampoco de armas, con lo que la situación era bastante complicada.

Tras un último intento desesperado de las tropas granadinas de enviar una ofensiva contra el campamento del ejército cristiano, los musulmanes se dan cuenta de la superioridad del enemigo.

La toma de Málaga

Después de que tuviese lugar uno de los asedios más difíciles y largos de toda la Reconquista, con casi cinco meses de conflicto a las espaldas, el 13 de agosto de 1487, un grupo de comerciantes malagueños, liderados por Ali Dordux, pacta la rendición con los Reyes Católicos. La rendición se pactó a espaldas del Zegrí, el entonces el jefe de la ciudad.

La entrada a la medina de los Reyes Católicos fue el 19 de agosto de 1487. Y, aunque en la actualidad celebramos este día, si nos ceñimos de nuevo a la historia, en aquel entonces se aplicó un castigo excepcional a los supervivientes. La mayor parte de estos fueron convertidos en esclavos, y otra gran mayoría asesinados.

La imagen de la Virgen de la Victoria, regalo del emperador Maximiliano de Austria al rey don Fernando durante el asedio, fue procesionada por las calles de Málaga ante la sorpresa de sus habitantes, obligados a bautizarse bajo amenaza de expulsión.

Veinticinco familias tuvieron que convertirse al cristianismo, pagaron muchos impuestos y tuvieron que trasladarse a la morería, leos de los cristianos. En cuanto al Zegrí, después de haberse resistido a entregar la ciudad escondiéndose tras los muros del Castillo de Gibralfaro, acabó entregándose unos días más tarde.

También origen de la feria

El Ayuntamiento de aquel entonces acordó que la toma de la ciudad por los Reyes Católicos debía conmemorarse año tras año. Asimismo acordaron que se haría una fiesta anual el día de la Asunción a la Virgen.

La primera de las conmemoraciones tuvo lugar unos años más tarde, el 15 de agosto de 1491, cuando se desarrolló una procesión, pero en 1492 se acabaría trasladando al día 19 de agosto, día en el que tomaron la ciudad y que coincide con el día de San Luis. Este día, además de la procesión, se celebró una corrida de toros.

Año tras año se iba agrandando la fiesta llegando a lanzar cohetes en el siglo XVII. Además, se hacía una procesión de la Catedral a Santiago, donde se celebraba una misa, que finalmente, sería lo único que se mantuviera el día de San Luis ya que finalmente, el Cabildo Municipal de Málaga estableció el inicio de las fiestas populares de la ciudad de nuevo el 15 de agosto.

Pero en 1887, tras el cuarto centenario de la conquista, retoman la fecha tradicional de la toma de la ciudad por los cristianos y se aprovecha para hacer también la procesión de la Victoria, que sería el primer paso se nuestra feria, ya que, además, se hacían conciertos, corridas de toro, exposiciones de plantas y flores, etc.