Imagen de una villa en Marbella.

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Marbella

Marbella afronta su gran reto: de rivalizar con Saint-Tropez en precios de lujo a garantizar el alquiler para los trabajadores

La ciudad ha dejado de ser "la excepción dorada" de la Costa del Sol para convertirse en un destino internacional de alto poder adquisitivo. El reto es garantizar vivienda en alquiler para quienes sostienen la economía local.

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Las claves

Marbella se consolida como uno de los destinos más exclusivos de Europa, con precios residenciales que igualan a los de Miami, Dubái o la Riviera Francesa y un fuerte incremento en las ventas de viviendas de lujo.

El perfil del comprador de viviendas de lujo en Marbella es cada vez más internacional y joven, impulsado por la llegada de nómadas digitales y profesionales que buscan residencia permanente gracias a visados específicos.

El auge del mercado inmobiliario de lujo ha provocado un aumento del 89% en los precios del alquiler en seis años, dificultando el acceso a vivienda para trabajadores y desplazando a muchos hacia municipios vecinos.

La presión sobre el mercado de alquiler está afectando a sectores clave como la hostelería, la educación y la sanidad, obligando a algunas empresas a buscar soluciones de alojamiento para sus empleados.

Marbella se ha consolidado como uno de los destinos más exclusivos de Europa, con precios residenciales que compiten con Miami, Dubái o la Riviera Francesa.

Así lo indica el Informe del Mercado Inmobiliario 2025 de Panorama Properties, en el que se precisa que el precio medio real de compraventa alcanzó los 4.509 euros el metro cuadrado entre los meses de julio y septiembre, con incrementos interanuales del 12,6%.

La ciudad malagueña concentra, además, un elevado número de operaciones: solo Marbella sumó 4.745 ventas en 2024, frente a 3.162 en Estepona y 801 en Benahavís.

El mercado de lujo se centra en zonas como la Milla de Oro, Nagüeles o Nueva Andalucía, con precios que llegan a 30.000 euros el metro en primera línea de playa y villas de nueva construcción por 14.000 euros el metro cuadrado, niveles que igualan a los de Saint-Tropez o Gstaad.

Menos del 10 % de las operaciones por encima de los dos millones de euros se financian con hipoteca, reflejando un mercado dominado por capital propio e inversión internacional.

El perfil de comprador también ha evolucionado: más joven, global y residente, con una edad media de 52 años y un 63% de compradores internacionales, principalmente británicos, neerlandeses y suecos, pero creciendo la demanda de norteamericanos y residentes de Oriente Medio.

Según los redactores del informe, Marbella se ha consolidado como destino de residencia principal para profesionales internacionales que trabajan de forma remota o dirigen empresas desde la distancia.

La Visa de Nómada Digital y la Visa No Lucrativa han atraído a una nueva generación de residentes permanentes que eligen la Costa del Sol por su clima, seguridad, conectividad y servicios de alto nivel.

Las grandes marcas internacionales de lujo refuerzan este posicionamiento, con proyectos como Four Seasons Resort & Private Residences, Dolce & Gabbana Design Hills, Versace Villas o The Summit by Elie Saab, elevando estándares de arquitectura, servicios y sostenibilidad, y atrayendo capital extranjero y empleo de alta gama.

El problema del alquiler

Sin embargo, el mercado del alquiler se encuentra bajo presión. Los precios han subido un 89 % en seis años, y la oferta es insuficiente.

La escasez de oferta ha desplazado a miles de trabajadores hacia municipios vecinos como Ojén, Guaro, Coín o Manilva, donde los precios también crecen a doble dígito.

Este fenómeno ya está afectando a la contratación en sectores clave como la hostelería, la educación o la sanidad. Algunas empresas incluso han optado por adquirir inmuebles destinados al alojamiento de empleados.

Las regulaciones sobre alquiler vacacional buscan equilibrar la demanda sin perjudicar el turismo, mientras que las nuevas infraestructuras, caso de autovías, tren litoral, aeropuerto y plantas de tratamiento de agua, sostienen el crecimiento urbano.

"El éxito de Marbella trae un desafío: garantizar vivienda asequible sin frenar la competitividad turística", advierte Christopher Clover.

Con una economía sólida, baja tasa de desempleo y más de 85.000 afiliados a la Seguridad Social, Marbella consolida su posición como referente internacional del lujo, la calidad de vida y la sostenibilidad, con una visión de futuro basada en el bienestar y la innovación.