El periodista Jesús Quintero, cuyo fallecimiento se ha anunciado en la tarde de este lunes, dejó huellas de su carácter y genialidad hace algo más de un lustro en una conferencia viral en Málaga. En el debate Cuando el entrevistador es la estrella: control del yo, organizado por la Fundación Manuel Alcántara en enero de 2017, el Loco de la Colina se enfrentó al presentador de Onda Cero Carlos Alsina por la situación actual de la televisión y la radio. Fue su particular ajuste de cuentas con una profesión que lo había desterrado y a la que quiso dedicar un libro, titulado Mis queridos hijos de puta, que nunca llegó a publicar.

"Después de la Medalla de Andalucía, trescientos premios, aquí y en América... Yo no existo. Estoy prohibido", afirmó Quintero durante el turno de preguntas tras un acalorado debate de casi media hora: "En la televisión no sale ni los más sabios, ni los más inteligentes, ni los más sensibles, ni los científicos... No aparece nadie, nada más que chuflas y payasos".

Desde su perspectiva, los comunicadores actuales "no saben, no crean, no son artistas", crean un producto "muy malo" que si tiene audiencia es porque "la basura conecta con la basura".

"No soporto la entrevista de un reportero, no de un gran comunicador ni de un hombre culto o profundo, interrumpiendo constantemente al otro, el otro sin decir nada. Un mandamiento sagrado en el periodismo es escuchar. ¡Y lo hacen además con voz de teleñeco", argumentó entonces el fallecido periodista onubense, que amagó en varias ocasiones con abandonar la sala.

No lo hizo, sino que adelantó que estaba escribiendo un libro titulado "Mis queridos hijos de puta" —"Estoy pensando si llamarles hijos de la gran puta", dijo luego— en el que iba a "contar lo que es la comunicación".

"Lo voy a contar desde dentro, las tripas de la televisión. A mí me dijo un psicólogo que lo que yo hice ya se ha quedado ahí. ¿Dónde hay una escenografía? ¿Dónde hay atmósfera? ¿Dónde hay clima? ¿Dónde hay grandes preguntas, preguntas trascendentes? ¿Dónde hay planos importantes?", se preguntó

El escritor Fernando Sánchez Dragó, también presente en el debate, le recordó que ya le había hablado de ese libro una década antes y todavía no lo había escrito: profetizo que nunca lo publicaría, como así finalmente ha sido.

Jesús Quintero, mientras, siguió lamentando el estado actual de la comunicación:

— No me dejan entrevistar a la jueza Laya. No me dejan entrevistar a Bárcenas —denunció.

— ¿Quién no te deja?— le preguntó Alsina.

— ¿Quién van a ser, coño?— respondió Quintero— ¡Los hijos de puta!