
Varios niños junto a la A-5, a la altura del colegio Lourdes, en Latina.
Los colegios de la A-5 'partidos' sin los pasos subterráneos: "Los padres tardarán media hora más en llevar a sus hijos"
Madrid cerrará en los próximos días varios de los pasadizos subterráneos de la A-5, utilizados por los padres y niños para cruzar de un lado de la vía a otro.
Más información: Guía para evitar la 'ratonera' de la A-5 en Madrid: los cortes, desvíos y trucos para moverte en coche y transporte público
Hay cuatro colegios en Madrid situados en las 'orillas' del Paseo de Extremadura. Podrán ver de cerca cómo evoluciona la obra más importante de José Luis Martínez-Almeida, la misma con la que cumplirá una "demanda histórica" de los vecinos: el soterramiento de la A-5. Los centros afrontarán desde febrero y en las próximas meses el cierre de los pasos peatonales que atraviesan la autovía.
Las cortes por las obras comenzaron el pasado miércoles. Por ello, los padres y las madres de los alumnos creen que es pronto para valorar el impacto en el tráfico de sus barrios. Apenas han pasado tres días. El megaproyecto urbanístico soterrará más de tres kilómetros de la A-5. Todo ello para montar en el exterior un "gran bulevar verde" y reducir un "90%" el tráfico en superficie.
La carretera se construyó a finales de los 60 y parte en dos el barrio de Lucero. Se enterrará el tramo que va desde la avenida de Portugal hasta el entorno del Padre Piquer. El colegio Lourdes Fuhem, el CEIP Bolivia y el San Buenaventura están en el lado norte del Paseo de Extremadura, el más cercano a la Casa de Campo. El Divino Maestro también, pero sus clases de secundaria y parte de primaria están justo al otro lado de la carretera.
Para cruzar la A-5, vecinos, alumnos y sus familias utilizan los pasos peatonales subterráneos que atraviesan la vía. Pero las obras eliminarán los ocho pasadizos que discurren entre Piquer y Portugal. En las próximas semanas se cerrarán cuatro de los que dan cobertura a los centros escolares. El Ayuntamiento ha marcado unas rutas alternativas a pie que no convencen del todo a las familias. El Gobierno municipal también ha activado un servicio circular gratuito de la EMT para conectar los dos lados.
"Yo en una mañana dejaba a los niños en media hora en diferentes sitios del barrio [colegio y guardería] y ahora voy a pasar a una hora y cuarto. Esto va a trastocar mi jornada laboral", cuenta Rubén, que suele atravesar el pasadizo de San León y Sanchorreja para dejar a su hija en el Lourdes.

Uno de los pasos subterráneos de Batán.
Las asociaciones de familias (AFAs) y de padres y madres (AMPAs) de los cuatro centros se están coordinando para abordar juntos las diferentes situaciones que genere la obra. Este periódico ha hablado con representantes de todas ellas y con los directores del Lourdes y del Divino Maestro.
El pasado lunes se reunieron con el concejal-presidente del distrito de Latina, Alberto González, para hablar de las alternativas para peatones. El Consistorio -según varias asociaciones- les confirmó que no se colocarán pasarelas aéreas. El Ayuntamiento no ha contestado a las preguntas de este diario.
Colegio Lourdes
El Lourdes es un centro concertado que enseña a alumnos en todas sus etapas. En su caso, el pasadizo subterráneo se encuentra frente al edificio que alberga primaria e infantil (el de secundaria está justo al lado). Están pegados a la A-5. La conexión enlaza la calle San León con la de Sanchorreja, al otro lado de la carretera.
Como itinerario alternativo, Cibeles recomienda el túnel de los Yébenes, utilizado por vehículos para cambiar de sentido y que cuenta con aceras habilitadas para peatones.
Rubén vive, precisamente, en un bloque de pisos de Sanchorreja. El paso subterráneo le ha permitido ir al Lourdes en unos "cinco minutos". Luego lo cruzaba de vuelta y se marchaba a la guardería. "Para una familia con dos niños, y si éstos son pequeños, normalmente te va a costar del orden de media hora más... Para que no nos influya, tendremos que levantarnos todos antes en casa", indica.
A ello se suma otra circunstancia. En la calle Sanchorreja "no se puede aparcar desde el lunes porque la han redireccionado para apoyo a las obras". Y la vía servía de estacionamiento temporal a los padres de los alumnos del Lourdes, rodeado de una zona más "laberíntica" para el vehículo privado. Incluso el profesorado -admite el director del centro, Roberto Díaz- estacionaba en Sanchorreja.
Comprobamos en primera persona el tráfico de la A-5 tras el inicio de las obras de soterramiento
Con todo, el máximo responsable del Lourdes concluye que el final del pasadizo y de este aparcamiento 'improvisado' "dificulta" el día a día escolar. "En el enlace de los Yébenes pasas al lado de los coches y es un túnel peligroso, no es lo más adecuado. Tendrán que reforzar la seguridad vial", valora Díaz.
Desde la Asociación de familias del alumnado coinciden con el director. Insisten, eso sí, en que el "talante" del Ayuntamiento en la reunión con los colegios fue "muy positivo": "Se mostraron colaborativos".
Colegio Bolivia
El Bolivia es un colegio público y tiene la A-5 a tres minutos a pie. Por ubicación, los cruces subterráneos que le pillan más a mano son, sobre todo, el de la calle Villavaliente y luego el de Villamanín (el que está en la zona de El Greco). Ante su cierre, lo que mejor les viene es el enlace de Batán, otro por donde también circulan vehículos.
"Va a hacer que bastantes familias se vean afectadas por el corte del paso [de Villavaliente]. Más o menos somos 200 familias, algunas de ellas viven al otro lado y cruzan todos los días. Tendrán que coger el servicio especial de la EMT [la línea circular] o ir andando dando una vuelta tremenda", prevé Pilar, del AMPA del Bolivia.
Refuerzo de la EMT
Cabe recordar que, además de la recomendación de rutas peatonales alternativas, el Ayuntamiento ha desplegado un servicio especial de autobuses municipales de la EMT.
Por un lado, se han reforzado las líneas 36 (Atocha-Campamento), 39 (Plaza de España-San Ignacio), y 65 (Benavente-Gran Capitán) con 5 buses (700 plazas más / hora), mientras que la 33 mantiene su servicio.
Además, se ha puesto en marcha una línea circular especial de un solo sentido (y "gratuita" según las fuentes consultadas) entre Batán y Lucero con tres autobuses y con 960 plazas / hora.
También están operativas dos lanzaderas de buses sin paradas intermedias con 1.920 plazas en hora punta. Uno enlaza Plaza Elíptica con Cuatro Vientos y el otro, Aluche con Cuatro Vientos.
Colegio San Buenaventura
El San Buenaventura, un centro cristiano regido por los Franciscanos Conventuales, tiene el túnel peatonal de El Greco a sólo dos minutos, la misma distancia a la que están del Paseo de Extremadura. Cuando cierre en febrero, el más cercano será el de la calle Dante, a cuatro minutos.
La cuestión es que este último paso se clausurará unos pocos meses después, según la información que manejan las asociaciones. Por tanto, tendrían que buscar otro cruce próximo en dirección a la capital o dirigirse al citado enlace motorizado de Batán, a unos 700 metros.
Desde el AMPA del San Buenaventura se muestran más cautos: "Hasta que no quiten los subterráneos, son todo suposiciones". "Es una obra muy grande e irán surgiendo problemas... Vamos a dejar que trabajen y que vean cómo funciona antes de alarmar desde el principio", agregan.
En todo caso, admiten que el cierre del paso de Dante sí supondrá que los peatones se tengan que dar una "vueltecita" mayor.
Divino Maestro
Este caso es el más peculiar. Sus instalaciones están a ambos lados de la A-5. Infantil, Primaria (hasta 4º curso) y el comedor están en el lado norte. Pero 5º y 6º y Secundaria están en la cara sur.
La conexión entre ambos es el túnel de Dante, cuyo corte se producirá en mayo o junio, confirma la directora de la institución, Gracia Beltrán.
El AMPA del Divino Maestro ve el cierre del paso de Dante como un "problema" y detalla que existe otro cruce "pequeñito" que no queda "tan lejos".
En cualquier caso, la directora confía en la alternativa que, según ella, les ha prometido el Ayuntamiento pero que todavía no ha especificado. "Somos conscientes de que sufriremos estos años pero va a merecer la pena porque va a quedar un entorno maravilloso", valora.