Zuckerberg testifica en el Senado de Estados Unidos por el caso de las Big Tech y la crisis de explotación sexual infantil online..

Zuckerberg testifica en el Senado de Estados Unidos por el caso de las Big Tech y la crisis de explotación sexual infantil online.. Michael Brochstein Europa Press

Observatorio digital

Mark Zuckerberg estudió desprenderse de Instagram para evitar acusaciones de monopolio en 2018

Arranca el juicio antimonopolio por el que los reguladores de EEUU acusan al gigante Meta de adquirir empresas competidoras para reforzar su dominio.

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Javier Romualdo
Nueva York
Publicada

Mark Zuckerberg, el cofundador de la red social Facebook (ahora integrada en Meta), ha regresado esta semana al centro político de Estados Unidos, la capital Washington DC, para declarar en el juicio antimonopolio que podría obligar a la compañía a desprenderse de Instagram y WhatsApp. Un caso iniciado por la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos (FTC), que considera que la multinacional recurrió a un esquema para adquirir empresas competidoras y así reforzar su dominio.

La empresa, por su parte, niega las acusaciones y argumenta que se enfrenta a rivales como YouTube y TikTok en el mercado del entretenimiento y la mensajería.

Entre las primeras revelaciones que han salido a la luz durante el proceso figura un correo electrónico fechado en mayo de 2018 en el que Zuckerberg ya se planteó segregar Instagram de la empresa matriz para evitar acusaciones de prácticas monopolísticas.

"A medida que crecen las voces que piden desmantelar las grandes tecnológicas, existe una posibilidad nada desdeñable de que nos veamos obligados a desprendernos de Instagram, y quizá también de WhatsApp, en los próximos cinco o diez años. Es un factor más que deberíamos tener en cuenta”, indicó el empresario en el mensaje, recogido por la cadena de noticias CNBC.

Zuckerberg también señaló que a pesar de que “la mayoría de las empresas se resisten a las rupturas”, la historia indicaba que “se desempeñan mejor después de haber sido divididas”.

Unas adquisiciones de 2012 y 2014

Facebook compró Instagram en 2012 a cambio de unos 1.000 millones de dólares. Por aquel entonces, la red social basada en imágenes era una aplicación de fotografías con filtros, nacida de manera exclusiva en el sistema operativo iOS y sus oficinas contaban con una docena de empleados. La compra fue criticada por inversores y otras voces de la industria tecnológica, ya que por aquel entonces Instagram no contaba con una estrategia de monetización y sus funcionalidades eran limitadas.

Más adelante, en 2014, Facebook adquirió WhatsApp por una suma mucho mayor: 19.000 millones de dólares. En este caso, la aplicación de mensajería era muy popular en continentes como Europa y América Latina, pero su presencia en Estados Unidos era baja, pues los usuarios norteamericanos preferían otras plataformas como iMessage o Snapchat.

Desde entonces, WhatsApp, Facebook e Instagram quedaron incluidas en la matriz de Facebook y modificaron su funcionamiento para integrar servicios, como la unificación de los accesos y nombres de usuarios. En 2021, el gigante rebautizó su marca como Meta y la marca original de Facebook se mantuvo exclusivamente como el nombre de la red social que originó la compañía en 2004.

La compra de las empresas tecnológicas y su posterior integración está en el centro del juicio iniciado por la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos (FTC), que primero presentó el caso en 2020 -durante el primer mandato de Donald Trump-, aunque resultó posteriormente desestimado por pruebas insuficientes, tras lo que la entidad apeló y logró la reactivación del mismo.

En su nueva alegación, la entidad reguladora argumenta que la compañía de Zuckerberg recurrió a un esquema para adquirir empresas competidoras de éxito o enterrar a aquellas que pudieran amenazar su dominio. Según la denuncia, Meta (antes conocida como Facebook) al carecer de amenazas competitivas "ha podido perfeccionar un modelo publicitario basado en la vigilancia e imponer cargas cada vez mayores a sus usuarios”.

Por su parte, la tecnológica niega las acusaciones y sustenta su defensa en que compite con rivales como TikTok y YouTube.

La defensa de Zuckerberg

El lunes, en el primer día de declaraciones, Zuckerberg defendió ante una sala abarrotada ese mismo argumento al describir el mercado de las redes sociales como mucho “más grande” que la definición de la FTC, ya que conectar a amigos y familiares es solo “una de las misiones centrales” de la empresa.

“Meta también está involucrado en la idea general del entretenimiento y aprender sobre el mundo y descubrir lo que está pasando”, defendió el empresario en declaraciones recogidas por el diario New York Times.

De acuerdo con el fundador de la red social, en la actualidad solo el 20% del contenido consumido en Facebook proviene de amigos y familiares, siendo el resto de cuentas de terceras personas o entidades, o de recomendación según intereses.

"La gente seguía involucrándose con más y más contenido que no eran lo que sus amigos estaban haciendo", dijo sobre la evolución de los algoritmos y el diseño de las plataformas.

El equipo legal de Meta trata de convencer a la justicia estadounidense de que las distintas aplicaciones integradas en Meta cumplen funciones diferentes mientras que otras plataformas como TikTok o Snapchat ofrecen varias funcionalidades en una única aplicación. Un punto, sin embargo, que no convence a la FTC, que recuerda que Facebook estudió la compra de Snapchat antes de desarrollar una funcionalidad de Instagram, las “stories”, muy similar a la de Snapchat.

Asimismo, Zuckerberg reconoció que compró Instagram después de intentar desarrollar una aplicación fotográfica propia que no daba los resultados esperados. Fue solo después de esa adquisición, señaló el empresario, cuando se añadieron funcionalidades y se potenció el crecimiento de Instagram.

En la actualidad Facebook cuenta con unos 3.000 millones de usuarios mundiales, mientras que Instagram y WhatsApp unos 2.000 millones cada una.

Contactos con la Casa Blanca

Aunque el caso se inició durante el primer mandato de Trump, parece que Meta ha tratado de acercarse al presidente estadounidense para resolver el caso sin acudir a juicio.

De acuerdo con el diario Wall Street Journal, Zuckerberg llamó al jefe de la Comisión Federal de Comercio a finales de marzo para ofrecerse a pagar 450 millones de dólares, lejos de los 30.000 millones que la FTC habría pedido.