Telegram recauda 1.378 millones y protagoniza la mayor ICO de la historia
Telegram, el servicio de mensajería encriptada creado por Pavel Durov, considerado a menudo como 'el Zuckerberg ruso', ha captado 1.700 millones de dólares (1.378 millones de euros) en lo que representa la mayor oferta inicial de moneda (ICO) y que la empresa destinará al desarrollo de su red blockchain, incluyendo su propio 'token', denominado Gram.
La operación, de la que hasta ahora Telegram ha realizado dos ofertas de 850 millones de dólares (689 millones de euros), aunque la compañía ha expresado su disposición a "realizar una o más ofertas posteriores", se registró como "acuerdos para la compra de criptomonedas", restringiendo la participación a aquellos inversores dispuestos a invertir al menos un millón de dólares.
En una primera transacción, llevada a cabo a mediados del pasado mes de febrero, Telegram captó 850 millones de dólares de 81 inversores, mientras la última oferta, celebrada a finales de la semana pasada, recaudó 850 millones de dólares de 94 inversores.
La compañía domiciliada en Islas Vírgenes ha indicado en los registros oficiales de su oferta que "planea utilizar los fondos al desarrollo de TON Blockchain (Telegram Open Network Blockchain), así como al desarrollo y mantenimiento de Telegram Messenger y otros propósitos".
Creada en 2013 por los hermanos Nikolai y Pavel Durov, la aplicación de mensajería instantánea Telegram ha incrementado progresivamente su alcance mundial hasta consolidarse como una de las principales alternativas a Whatsapp, compañía adquirida en 2014 por Facebook por 19.000 millones de dólares (15.412 millones de euros), lo que ha disparado las conjeturas sobre el valor potencial de Telegram, que hace una semana alcanzaba los 200 millones de usuarios mensuales activos.
Pavel Durov, que este año cumplirá 34 años, fundó también junto a su hermano en 2006 la red social VKontakte, lo que le valió el apelativo de 'Zuckerberg ruso', aunque acabaría cediendo el control del mayor competidor de Facebook en los países de la antigua Unión Soviética ante las presiones del Kremlin, lo que llevaría al empresario a marcharse de Rusia.