
Los magnates de la industria tecnológica, escoltando a Trump
Las 'Big Tech' se reconcilian con Donald Trump: así intentan proteger su negocio compañías como Meta, Google o Microsoft
Cambios en los sistemas de verificación, alabanzas a Trump, aportaciones económicas o nombramiento afines al presidente, entre sus movimientos.
Más información: Adiós a la verificación de datos en Meta: a partir de ahora utilizarán el mismo método que usa Elon Musk en X
La relación entre Donald Trump y las grandes tecnológicas no ha sido precisamente un camino de rosas, ni cuando era presidente de Estados Unidos ni a lo largo de estos últimos cuatros años. Un enfrentamiento que las 'Big Tech' parecen estar dispuestas a dejar atrás con la intención, según los expertos, de no perder su posición de dominio en la industria e ir de la mano del Gobierno de EEUU en la batalla por dominar el desarrollo tecnológico a nivel global.
Desde que ganara las elecciones del pasado 5 de noviembre, compañías como Meta Platforms, Amazon, Google o Microsoft no se han limitado únicamente a felicitar a Trump por su victoria. De hecho, son varios los movimientos que estas empresas han realizado para intentar acercarse al futuro presidente de EEUU justo antes de que sea investido el próximo 20 de enero.
Esta misma semana, Mark Zuckerberg, consejero de Meta Platforms, anunciaba su decisión de eliminar el sistema de verificación de datos que puso en marcha en 2016 y que se encargaba de revisar si las publicaciones y noticias que se publicaban en las plataformas del grupo como Facebook o Instagram eran falsas o no.
A partir de ahora, serán los usuarios, a través de sus comentarios en las plataformas, los que se encargarán de supervisar la veracidad de los contenidos que se publican. Se trata del mismo enfoque que se aplica en X (la antigua Twitter) desde que Elon Musk, uno de los asesores más cercanos actualmente de Trump, adquirió la compañía en 2022.
El anuncio lo hizo el propio Zuckerberg a través de un vídeo, en el que reconoció que, pese a las buenas intenciones se han cometido "mucho errores" y se ha producido "mucha censura". "Es hora de volver a nuestras raíces en torno a la libertad de expresión", anunció el CEO de Meta, quien admitió que sus verificadores externos, especialmente en EEUU, estaban "demasiado sesgados políticamente".

Donald Trump y Mark Zuckerberg en una reunión en 2019 durante la anterior etapa de Trump como presidente de EEUU. Europa Press
A este respecto, hay que recordar el enfrentamiento que Trump mantuvo con las principales redes sociales después de que suspendieran sus cuentas tras el asalto al Capitolio de 2021 y por sus acusaciones de fraude electoral tras perder ante Joe Biden. Unas medidas que llevaron al multimillonario a denunciar a Meta, Twitter o Google ante la Justicia.
El cambio en el sistema de fact-checking no es, sin embargo, la única medida de calado que ha adoptado Zuckerberg en los primeros días de 2025 y que puede interpretarse con un claro gesto para ganarse la confianza de Trump. El pasado 2 de enero el político británico liberal Nick Clegg abandonaba Meta Platforms tras más de seis años como responsable de Asuntos Globales.
Zuckerberg ha elegido como sustituto a Joel Kaplan, un antiguo a asesor del expresidente republicano George W. Bush, que llegó a ser jefe de gabinete adjunto entre 2006 y 2009. Kaplan, que trabaja en Meta desde 2011, ha sido uno de los firmes defensores del cambio de modelo de verificación hacia uno más parecido al de X y recientemente ha publicado una foto con el futuro vicepresidente de EEUU, JD Vance.
Esta misma semana también se anunció el nombramiento como consejero de Dana White, presidente de la UFC, la principal promotora de artes marciales mixtas (MMA). White ha sido una de las figuras más cercanas a Trump durante la última campaña electoral. De hecho, compartió con él la noche del 5 de noviembre con el futuro presidente de EEUU y fue el primero en hablar en el acto de celebración de la victoria republicana.
Pero Meta no ha sido la única compañía que en los últimos días ha mostrado sintonía con el presidente. Brad Smith, presidente de Microsoft, publicó el pasado 3 de enero una entrada en su blog de la compañía en la que destacaba el trabajo realizado por Trump en su primer mandato para impulsar la inteligencia artificial (IA) y apelaba a la colaboración entre empresas y administración.
En concreto, asegura que EEUU tiene "una oportunidad única" para liderar esta tecnología y avanzar a partir de las bases establecidas en el primer mandato de Trump. "En 2019, el presidente aprobó una orden ejecutiva diseñada para fortalecer el liderazgo de Estados Unidos en inteligencia artificial. Se centró acertadamente en las inversiones federales en investigación de IA y en hacer más accesibles los datos federales y los recursos informáticos", destaca.
Apoyo del sector
Smith incide en que, cinco años después, el presidente Trump y el Congreso deberían ampliar estos esfuerzos para apoyar el avance de Estados Unidos para liderar el desarrollo de la IA. "Lograr esta visión requerirá una asociación que una a los líderes del gobierno, el sector privado y las instituciones educativas y sin fines de lucro del país. En Microsoft, estamos entusiasmados de participar en este viaje", afirma.
Desde que ganara las elecciones, los principales directivos del sector tecnológico han mantenido además encuentros privados con Trump. Además de con Zuckerberg, también se ha reunido, según la prensa estadounidense, con Sundar Pichai, consejero delegado de Google; Tim Cook, consejero delegado de Apple, o Jeff Bezos, fundador de Amazon.
Precisamente Bezos, que en el pasado mantuvo claros enfrentamientos con Trump, ha sido motivo de polémica en las últimas semanas. Primero por impedir que su periódico, The Washington Post, pidiera el voto por Kamala Harris. Y después por vetar la publicación de una viñeta en la que varios empresarios tecnológicos millonarios ofrecían bolsas de dinero a una figura que podría representar a Trump.
A todos estos gestos, hay que sumar el apoyo económico comprometido por las grandes tecnológicas al fondo de investidura de Donald Trump. En concreto, Meta, Apple, Amazon, OpenAI, Google y Microsoft donarán, cada una de ellas, un millón de dólares a esta causa. Cantidad muy superior a la que aportaron tanto en la investidura de Joe Biden como en la primera de Trump.
Motivos
¿Cuáles pueden ser los motivos que han llevado a las grandes tecnológicas a cambiar de postura? Los expertos consultados por EL ESPAÑOL-Invertia los englobarían en dos. Por un lado, motivos "geoeconómicos", dada la batalla que se está librando a nivel mundial por liderar el desarrollo tecnológico y su regulación. Los otros tendrían más que ver con el propio negocio de las compañías.
Joaquín Azcue, profesor de EAE Business School, explica que con este apoyo las empresas tecnológicas buscan mantener la "hemegonía" que lograron en el negocio de Internet también en el campo de la inteligencia artificial. En un momento, además, en el que países como China son cada vez más fuertes y la regulación en regiones como la Unión Europea (UE) es poco favorable a los intereses de las 'Big Tech'.
Frédéric Mertens, profesor de Relaciones Internacionales y director del departamento Jurídico en la Universidad Europea de Valencia, también incide en la importancia que el entorno "geoeconómico" tiene en estos movimientos de las grandes tecnológicas. Más teniendo en cuenta que la visión geopolítica de Trump y sus asesores se basa en lo "puramente económico". Un enfoque "erróneo" que también está detrás sus afirmaciones sobre Groenlandia o el Canal de Panamá.
Otro punto en el que inciden ambos expertos es en que la apuesta de Trump por la desregulación es algo positivo para estas empresas en pleno debate sobre las normas tecnológicas. Además, la división que genera la figura del presidente electo dentro de la UE dificulta la unidad de los Estados miembros en un momento en el que el consenso es clave para poder tener una voz relevante en el debate tecnológico.
Asimismo, Mertens también pone el foco en la figura de Elon Musk, ya que cree que muchas de las decisiones que adopte Trump en este campo no saldrán del Despacho Oval, sino del despacho del fundador de Tesla. "De momento todas las empresas tecnológicas basadas en Estado Unidos parecen que van en su misma dirección. Si uno se atreve a ir en la opuesta, lo pagara muy caro", subraya.
Los otros motivos tienen que ver más con el propio negocio de estas compañías. Azcue recuerda que en los últimos años las grandes tecnológicas se han enfrentado a una cierta presión regulatoria, fiscal y de posturas antimonopolio, por lo que no es de extrañar que este acercamiento tenga también como finalidad "liberar esas presiones".
Negocios
A este respecto, no hay que olvidar que durante el primer mandato presidencial de Trump se iniciaron muchas de las investigaciones que han acabado en denuncias por monopolio contra las 'Big Tech'. Y que ahora Trump ha nombrado presidente de la Comisión Federal de Comercio (FTC, por sus siglas en inglés) a Andrew Ferguson, quien ha sido muy crítico con la censura de las grandes tecnológicas.
"Yo creo que ellos quieren conservar su estatus. Han tenido unos años en los que a lo mejor ese estatus estaba decayendo un poco y han sufrido muchas presiones. Y yo creo que Trump es su baza para volver a actuar como han actuado siempre, haciendo lo que han querido", incide Azcue.

Barack Obama, expresidente de EEUU, en una cena con los líderes tecnológicos en febrero de 2011. White House
A este respecto, Mertens remarca que este acercamiento viene más por "un interés de negocio" que porque realmente puedan estar de acuerdo con las políticas de Trump. "Yo creo que Zuckerberg y compañía siguen la vía de Elon Musk por no estar fuera del tren de negocios que lleva a Trump como locomotora y a Musk en el segundo vagón", resalta.
Por último, Azcue ha recordado que las grandes empresas tecnológicas siempre han tenido una "cierta connivencia" con el Gobierno de Estados Unidos. De hecho, ha recordado una foto que fue muy replicada en 2011 del entonces presidente Barack Obama con los líderes de las 'Big Tech', entre ellos Zuckerberg o Bezos.
"Estas empresas en el plano político siempre se han movido muy bien. Siempre han tenido una estrategia muy buena", remarca el profesor de EAE, quien incide en que todos los presidentes han entendido clara la necesidad de ir de la mano de las 'Big Tech'. El tiempo dirá si la foto de Obama con los directivos tecnológicos volverá a repetirse, pero ahora con Trump en la mesa.