Panel solar fotovoltaico.

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Observatorio de la Energía

Naturgy, Grenergy, FRV y EDPR impulsan 800 MW en baterías para aumentar la rentabilidad de sus parques solares

Ignis, Samca, Finerge, Alerion Clean Power, X-Elio, Statkraft, Opdenergy, Arrate y Elawan también buscan hibridar sus plantas fotovoltaicas.

Más información: La subasta de capacidad será antes de junio de 2025 para desarrollar las baterías y mantener los ciclos (gas)

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Las empresas energéticas buscan proteger sus activos ante la volatilidad del mercado eléctrico. Compañías como Naturgy, Grenergy, Fotowatio Renewable Ventures (FRV) y EDPR, entre otras, están desarrollando proyectos de almacenamiento en baterías que permitirán maximizar la rentabilidad de sus plantas fotovoltaicas.

En total, cerca de 800 megavatios (MW) de nuevos proyectos de almacenamiento están en proceso de obtener permisos ambientales para ser híbridos con instalaciones solares. Varios de ellos son adjudicatarios en la primera convocatoria de ayudas para proyectos innovadores de almacenamiento energético hibridado, otorgada por el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (Idae).

Este número ha aumentado considerablemente en los últimos meses, impulsado por la volatilidad de los mercados y la caída de los precios. Y es que España registró en 2024 más de 1.100 horas con precios de electricidad a cero euros o negativos, lo que representó más del 10% del total.

FRV, que actualmente está en proceso de venta, ha presentado ante el Ministerio para la Transición Ecológica cuatro nuevos proyectos de baterías para combinar con la producción de sus plantas fotovoltaicas operativas en Extremadura.

En Badajoz, la compañía del grupo árabe Abdul Latif planea hibridar tres módulos de almacenamiento, con una capacidad de 19 MW cada uno, al parque San Serván. Mientras tanto, en Cáceres, FRV busca autorización ambiental para construir una batería de casi 18 MW en su planta La Solanilla.

También en la provincia de Badajoz, Naturgy impulsa dos proyectos destacados. Se trata de una instalación de 21 MW para hibridar con su planta solar Encinar y dos módulos adicionales en el parque Los Naipes, que totalizan 43 MW.

Grenergy quiere instalar estos sistemas en sus plantas Bañuela, Aspe y Turbón, ubicadas en la provincia de Cuenca. Cada uno de estos proyectos añade 22 MW para evitar vertidos de energía en las horas de máxima producción. Por su parte, EDPR destaca con dos proyectos principales: la planta híbrida Coria Villetas en Cáceres (que suma 13,75 MW de almacenamiento) y el parque Las Lomillas en Cuenca (que añadirá 36 MW de baterías).

Destacan las propuestas de la italiana Solar Ventures, que ha presentado dos grandes módulos de baterías de 259 MW para hibridar con un parque fotovoltaico en Valencia.

También han presentado proyectos Ignis (69 MW en Madrid), el Grupo Samca (51 MW en Badajoz y Zaragoza), Finerge (43 MW en Cuenca y Zaragoza), Alerion Clean Power (36 MW en Teruel), X-Elio (25 MW en Valencia), Statkraft (24 MW en Cáceres), Opdenergy (24 MW en Badajoz), Grupo Arrate (11 MW en Zamora) y Elawan (4 MW en Albacete).

Retos del mercado

La descarbonización del sistema eléctrico avanza de manera desigual en la generación y el consumo. Mientras que la capacidad renovable crece con rapidez, la demanda permanece estancada desde hace años, lo que genera en algunos periodos una saturación de la oferta de energías renovables.

En 2024, cerca de un 10% de las horas registraron precios cero o negativos. Y las previsiones del mercado apuntan a dos o tres años igualmente complicados durante los periodos de baja demanda, como la primavera y los fines de semana. Así lo auguró hace unos meses Juan Bogas, director de Seguimiento del Mercado en Omie, en el VII Congreso Nacional de Energías Renovables, organizado por la patronal APPA.

Las horas en las que los precios caen a cero o negativos suelen coincidir con los picos de producción solar, cuando una gran cantidad de energía fotovoltaica entra en el sistema de manera simultánea, saturando la oferta.

Este fenómeno, conocido como canibalización, reduce los precios del mercado precisamente en las horas en que las plantas solares generan la mayor parte de su energía, lo que disminuye la rentabilidad por unidad producida.

Aunque los costes operativos de los parques solares son relativamente bajos, las inversiones iniciales (capex) deben amortizarse a lo largo de los años. La caída de ingresos debido a los precios bajos o negativos reduce los márgenes financieros, lo que complica la cobertura de los costes de amortización y dificulta obtener una rentabilidad adecuada.

Además, en este escenario, la firma de acuerdos de compraventa de energía a largo plazo (PPAs) y la financiación de proyectos se ve afectada. Por eso, mecanismos que proporcionen estabilidad de precios a los promotores ante la volatilidad del mercado son clave.