Panorámica de la central nuclear de Almaraz.

Panorámica de la central nuclear de Almaraz. CNA

Observatorio de la Energía

La Central de Almaraz responde al Gobierno y dice que su cierre se debe a la "desproporcionada carga fiscal que sufre"

Así lo ha expresado después de que Transición Ecológica asegurase que la clausura de la planta es una "decisión empresarial".

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La Junta de Administradores de Centrales Nucleares de Almaraz-Trillo (CNAT) ha defendido que el cese programado de la central extremeña "se debe fundamentalmente a la desproporcionada carga fiscal que sufre (435 millones de euros anuales), que supera todos sus costes operativos juntos".

Así lo ha expresado en un comunicado emitido este lunes, después de que el Ministerio de Transición Ecológica y el Reto Demográfico asegurase que la clausura de la planta es una "decisión empresarial".

"Las eléctricas no quieren prolongar la vida de sus centrales nucleares porque les exigiría invertir mucho en las instalaciones para cumplir las normas de seguridad aprobadas por la UE tras el desastre de Fukushima y obtienen más rentabilidad invirtiendo en renovables", afirmaron el sábado fuentes ministeriales.

El Gobierno recordó que ninguna de las empresas titulares de las centrales ha solicitado al Miteco la modificación de este calendario de cierre y que "lo pueden hacer cuando quieran porque la actividad de generación está liberalizada en España".

Cabe recordar que en 2019, la empresa pública Enresa, responsable de la gestión de residuos radiactivos y del desmantelamiento de centrales, firmó con las empresas propietarias un acuerdo para el cierre escalonado de la central. Según el Gobierno, el fin de la actividad atómica es resultado de un pacto entre todas las partes.

No obstante, en aquel momento —bajo el Gobierno de coalición de PSOE-Unidas Podemos— las propietarias enfrentaron una alternativa: "un cierre más temprano" o incluso "inmediato", según defiende Foro Nuclear. "En esa tesitura, las empresas propietarias llegaron a un pacto, no para cerrar, sino para seguir funcionando", argumentan.

En la actualidad, la carga fiscal que soporta el sector nuclear es significativamente mayor que entonces, especialmente tras el reciente aumento del 30% de la Tasa Enresa. Solo por producir electricidad, las plantas nucleares deben pagar 28 euros/MWh en tasas e impuestos, lo que supone más de 1.500 millones de euros anuales. Por ello, hay consenso en un punto: las empresas no quieren continuar operando bajo estas condiciones.

CNAT ha aprovechado para expresar su "agradecimiento más sincero" a todas las personas, entidades, organizaciones e instituciones "que participaron masivamente el pasado sábado 18 de enero" en la manifestación por la continuidad de la Central Nuclear de Almaraz, organizada por la plataforma Sí a Almaraz, Sí al futuro.

El acto sirvió para mostrar el respaldo mayoritario de Extremadura a la central, una instalación profundamente arraigada en la región y considerada un motor indispensable de desarrollo económico y social en la comarca de Campo Arañuelo. La planta genera empleo para "unas 3.000 personas", además de las "1.200 adicionales que se incorporan en cada recarga".

Aunque los reactores de la central cesarán su actividad en 2027 (el primero) y 2028 (el segundo), la planificación de su desmantelamiento debe iniciarse con tres años de antelación. Es decir, el futuro de Almaraz se está decidiendo en este momento.

"Gracias al compromiso y profesionalidad de sus trabajadores, la central forma parte del selecto grupo de instalaciones nucleares con los más altos niveles de excelencia de la industria, según la Asociación Mundial de Operadores de Centrales Nucleares (WANO)", subrayaron desde CNAT.

La planta cuenta con un riguroso sistema de control basado en evaluaciones externas y auditorías. "Con una inversión media anual de 50 millones de euros destinada a la mejora, actualización y modernización de sus equipos, la Central Nuclear de Almaraz está en óptimas condiciones técnicas y de seguridad para seguir operando, incluso hasta los 80 años (2063)", defendieron.

Como ejemplo, destacaron que la central de North Anna (Virginia, EEUU), gemela de Almaraz, ya cuenta con licencia para operar durante 80 años. En total, ocho reactores en Estados Unidos tienen autorización para operar hasta esa edad, y unos ochenta para funcionar durante 60 años.