El proyecto tiene dos objetivos claros: ser un motor de reactivación económica para Sevilla e impulsar la proyección internacional de la ciudad aunando patrimonio y sostenibilidad. Paralizado desde 2007, el futuro complejo de la antigua fábrica ha sido presentado por el alcalde de Sevilla, Juan Espadas; el presidente de Altadis, Jon Fernández de Barrena; y su homólogo de KKH, Josep María Farré.

Se trata, a juicio de sus promotores, de una propuesta de "transformación" de un espacio industrial en un referente urbanístico y cultural. El eje central será el edificio conocido como el Cubo, el inmueble principal. Conservará su volumetría y se adecuará para que tenga uso con iniciativas culturales, de innovación y el emprendimiento.

Conservará la labor de la Capilla de la Hermandad de las Cigarreras y, paralelamente, en la zona sur del complejo se reutilizarán los edificios originales y se construirán otros dos. En uno de ellos acogerá un nuevo gran hotel de primer nivel internacional que promete hacer de Sevilla una ciudad "colaboradora con la construcción del futuro". 

Además de las proyecciones de construcción, la iniciativa planteará la reordenación de los espacios libres y zonas verdes. Para ello, Sevilla contará desde la antigua fábrica con una pasarela peatonal sobre el río Guadalquivir configurando nuevos itinerarios peatonales con una inversión de 4,5 millones de euros. Se sumará un nuevo parque urbano de 4,5 hectáreas que combinará los espacios libres del recinto con los jardines ya existentes.

Respeto al patrimonio

Los promotores del proyecto insisten en que el plan será "especialmente sensible" con la preservación de los valores patrimoniales del conjunto industrial y de las edificaciones del complejo. Tanto es así que se contempla la creación de un espacio de memoria sobre la fabricación de tabaco en la ciudad, con más de cuatro siglos de historia. 

El reto pasa ahora por combinar el respeto a la idiosincrasia arquitectónica sevillana con el proyecto de construcción que pilota KKH Property Investors. Los implicados han confirmado que ya se han interesado el equipo de arquitectos de Carlos Ferrater, responsable de la Ciudad de las Ciencias de Granada y el Palacio de Congresos de Barcelona. También el sevillano Guillermo Vázquez Consuegra, responsable de la recuperación del Palacio de San Telmo.

Por otra parte, el nuevo puente sobre el Guadalquivir será responsabilidad de Michel Virlogeux, un ingeniero internacional que está tras el puente de Normandía o el cuarto puente sobre el Canal de Panamá, entre otros proyectos. El proyecto necesita ahora la modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) para el cambio de uso de la parcela.

Desde 1950

La Antigua Fábrica de Tabacos de Altadis se ubica en el barrio sevillano de Los Remedios y cuenta con una superficie de 28.659 metros cuadrados. Las edificaciones son de titularidad de Altadis y cualquier solución para su uso implicaba la coordinación entre el Ayuntamiento y la empresa tabaquera.

Fue en 1944 cuando el Ministerio de Hacienda cedió al Ministerio de Educación la Real Fábrica de Tabacos de Sevilla para su conversión en edificio universitario, actualmente la sede de la Universidad de Sevilla. En ese momento comienza la búsqueda de una nueva fábrica.

En 1950 se autoriza la construcción de la nueva fábrica de tabaco en el emplazamiento actual pese a que el consistorio nunca consideró que fuese el lugar más idóneo para una instalación industrial. La urgencia por mover los proyectos desde las antiguas instalaciones impulsó su construcción que finalizó en 1963. 

Su actividad se ha mantenido ininterrumpida hasta 2007, año en el que la planta terminó su actividad. Desde entonces, Altadis ha querido aprovechar la calificación urbanística ante las "oportunidades que ofrece un emplazamiento tan cualificado". Pese a los muchos intentos, finalmente será KKH la empresa encargada de revitalizar el solar.