Lenovo fue una de las empresas premiadas en los II Premios Digitales de EL ESPAÑOL el pasado jueves 22 de noviembre. Pero no fue el único premio que recogió la compañía a lo largo de la jornada. Horas después del recibir el galardón de este periódico, y otro de la revista Gadget, el medio de tecnología ADSLzone premió a su máximo ejecutivo en España, Alberto Ruano, con su máxima distinción, la del directivo del año en el sector de la tecnología.

"Lo bueno de Alberto es que con él tienes lo que ves", se felicitaba el máximo ejecutivo de una compañía rival. Y no le falta razón. Ruano ha sido un hombre comprometido con varias cosas a lo largo de su ya larga carrera. Con el Real Madrid, el equipo de sus amores; con España, su país, al que defiende cada vez que tiene la ocasión; con la Educación y la introducción de tecnología en las aulas, y con el mensaje de que si lo único que valoramos es el precio, el sector de la telecomunicaciones y la tecnología dejará de ser un ecosistema vibrante para convertirse en un yermo.

Ruano, además, ha conseguido colocar a la compañía en la primera posición en ordenadores de consumo, por encima de HP, gracias al éxito de convertibles como el Yoga. Asimismo, ha reducido su diferencia con HP en el mundo de los dispositivos de empresa.

Bárbara Navarro recibió el pasado jueves 22 de noviembre el Premio Especial del Jurado de los II Premios Digitales de EL ESPAÑOL. Navarro es una de las directivas más importantes de Google en el mundo y lidera el equipo de Políticas Públicas y Asuntos Institucionales para Asia Pacífico. 

Madrileña, deportista y madre de tres hijas, dirige desde Hong Kong un departamento clave para la compañía en tanto que aborda el desarrollo de mercados con miles de millones de usuarios y en los que los retos regulatorios y las relaciones con los distintos gobiernos tienen una complejidad abrumadora por las diferencias culturales y los distintos regímenes existentes en ellos.

Si los países asiáticos están tomando ventaja a los europeos en muchas cosas y desarrollando nuevos negocios y aplicaciones capaces de comerse el mundo, el papel de Navarro es crucial para conciliar distintas culturas y formas de hacer negocio. Un puente entre Oriente y Occidente.