Duro Felguera es la compañía más antigua del Mercado Continuo, pero también todo un emblema en la ingeniería española y asturiana. Su importancia en la economía regional es tal, que cualquier problema en ella supone que miles de familias vean temblar su sustento. De ahí la importancia que tiene salvar la ingeniería, algo en lo que está el actual equipo que dirige Acacio Rodríguez. 

Pero las cosas no siempre son tan fáciles. El expresidente, Antonio del Valle, se mueve como pez en el agua en el Consejo de Administración, en el que controla el 25% a través de Inversiones Somió, y trata de obligar a la compañía a presentar el concurso de acreedores. Todo para conseguir sacar tajada y llevarse la compañía a precio de salgo, aunque eso suponga el fin de la ingeniería tal y como hoy la conocemos. 

Una actitud provocada, explican fuentes internas, por las discrepancias surgidas entre Del Valle y Rodríguez. El primero fue expulsado por la banca, y el segundo llegaba de su mano. Así que al rencor por su expulsión se sumaría también el enfrentamiento entre Del Valle y la actual dirección por los problemas en Venezuela. La justicia investiga un presunto caso de sobornos a funcionarios públicos, y la empresa le ha dicho a su ya expresidente que se busque las habas. Del Valle no parece dispuesto a seguir el consejo.

Los datos de Kantar Worldpanel no engañan: Eroski es, junto a Dia, la enseña que más cuota de mercado ha perdido en España en 2017. En parte se debe, es verdad, a la la venta de hipermercados que hizo a Carrefour y a la caída en su superficie de venta. 

Pero estos vaivenes afectan a la percepción de la compañía, que aún así sigue ganando terreno en País Vasco, Galicia o Cataluña. Le han obligado a abrir tiendas propias y a regresar a la Comunidad de Madrid, retomando su apuesta por este mercado, después de desprenderse de más de 60 tiendas Eroski City y Eroski Center en 2014.

El dato de pérdida de cuota es grave en un sector en plena concentración en el que no sólo sobreviven los grandes, sino que crecen a costa de los pequeños. Quedar en el grupo de cola es una mala señal, especialmente después de haber abierto 55 nuevas franquicias en 2017 con una inversión de casi 13 millones.